viernes, 6 de mayo de 2011

El viaje
















CAPITULO 2



Kevin dispuso un cuarto para mí en su mansión para descansar, pero no hice más que cerrar los ojos por un par de minutos (al menos esa sensación tuve) cuando ruidos de disparos y gritos llegaban a mis oídos de forma lejana, de pronto la puerta de mi habitación se abrió y entró Grayson bastante nervioso.

-¡Zombies!, cientos de ellos tienen la mansión rodeada!- me dijo desde la puerta.-¡Rápido, un helicóptero nos vendrá a buscar dentro de 10 minutos!

Le seguí como pude hasta la azotea aún semi-dormido, mi cabeza no comprendía del todo lo que estaba sucediendo. Cuando llegamos a la azotea de la mansión pude ver en efecto que una horda de personas infectadas provenientes de la ciudad y aldeas vecinas habían llegado hasta la mansión de Grayson, el paisaje era verdaderamente dantesco. De pronto varios de ellos lograron alcanzar la azotea, eran trepadores y forzudos, y lo que era peor… muy listos.

-¡Kevin!- le grité a la distancia, ya que se había parado arriba de una cornisa.- ¿en cuanto rato más dices que llegará el helicóptero?

-¡Como en 10 minutos!- me contestó a través de la fuerte brisa nocturna.

Los zombies ya estaban arriba y yo me encontraba totalmente desarmado. De pronto todos ellos me vieron desde el otro extremo y vinieron corriendo a mi encuentro.

-Oh-oh…- me dije en voz baja. Luego me volví hacia Kevin.-¡¿Y cómo diablos se supone que aguantaremos?!













Mercenario!- me gritó Kevin a todo pulmón arrojándome una metralleta automática con mira.- ¡acaba con la mayor cantidad de “ganado” mientras llega el helicóptero!

Recibí la metralleta y esbocé una peculiar sonrisa en mi rostro, casi podría decir que me brillaron los ojos…

No sé que clase de éxtasis se apoderó de mí en ese instante, pero la vibración de la metralleta en mis manos mientras abría fuego contra todo lo que se me venía encima, sumado al inconfundible sonido de huesos rompiéndose, cráneos partiéndose, pieles podridas atravesadas por balas cual cuchillo hundiéndose en la carne provocó una nueva y casi insana sensación que mis 5 sentidos no podían captar en su totalidad. Tan hundido y ocupado me encontraba en la sangre que derramaba gracias al frío acero que sostenía en mis manos que no oí al helicóptero llegar, fue Grayson quien me advirtió con un grito para que fuera junto a él a abordarlo. Una vez a bordo del helicóperto y lejos de todo el caos y de la masacre de la azotea Kevin me ofreció una toalla para limpiarme toda la sangre salpicada que había saltado en mi ropa y parte de mi cara.

-Eso fue intenso ¿eh?, límpiate la barbilla… no vaya a ser cosa de que te caiga una gota a la boca y te contagies…- me dijo.

Bueno, hasta el momento no he contado lo que Kevin Grayson me pidió a cambio de haberme salvado la vida en aquella cabaña de la muerte. Se trataba ni más ni menos que de ir en búsqueda de un libro extraño… así es, este orate tenía tanto tiempo libre que al parecer el último tiempo se había dedicado a estudiar y a investigar toda clase de temas ocultos y un libro en particular había llamado su atención, uno que hacía pocos días habían robado del museo de Praga… Grayson gracias a su satélite pudo localizar fácilmente su paradero y me había pedido ayudarle en su rescate, “nada más fácil” pensé yo… sin embargo, de haber sabido lo que vendría… me hubiese lanzado del helicóptero al vacío ahí mismo…

-Grayson ¿Cuánto falta?- pregunté desde la parte posterior del helicóptero casi acostado encima de la banca, me encontraba muy cansado.

-Exactamente 15 minutos… - me contestó con sus audífonos puestos haciendo de copiloto en la cabina..- Por qué ¿tienes algo que hacer muy urgente?

-Además de dormir… creo que nada.- le dije con una sonrisa hipócrita.- pero es probable que cuando todo esto termine… desee torcerte el cuello.

-Jajajaja- rió.- Amigo mío, es probable que cuando esto termine… habrás deseado no haber tenido nunca ojos para ver…

-Asegúrate de despertarme para ver eso tan espectacular…, idiota.- le dije bajando la voz y dándome vuelta para intentar dormir algo en esos pocos minutos que quedaban.

Finalmente llegamos al lugar. El helicóptero aterrizó a orillas de un lago y nos dispusimos a ir rápidamente hacia donde se encontraba el libro robado, Kevin, dos hombres más y yo acudimos armados hacia una casa abandonada, tenía un curioso aspecto ancestral que evocaba viejas historias de terror, esto se acrecentó un poco más al descubrir que no había nadie en su interior. Aseguramos todo el perímetro y tal como había dicho: el lugar estaba vacío, mas en un cuarto cerrado se encontraba aquel dichoso y extraño libro. Me sorprendió su aspecto ancestral, mas o menos sabía que era antiguo, pero no pensé que lo fuera tanto… sus hojas eran meros pergaminos unidos a dos extrañas tapas de cuero por medio de cuerdas, y su portada sugería unos raros dibujos de origen y significado totalmente desconocidos.

-Bravo, ahí está el libro.- dije sintiéndome un tonto pues Grayson podría haber hecho lo mismo sin mi ayuda.- es hora de ir a descansar. Mañana lo puedes devolver al museo.- Algo habré dicho mal, pues Kevin estalló en carcajadas apenas terminé de hablar.

-Jajajaja… chicos, está todo bien… ya saben lo que tiene que hacer.- dijo a los dos hombres que nos acompañaban. Estos se retiraron y pude oír como luego de abandonar el cuarto cerraban la puerta por fuera dejándonos a Kevin y a mí encerrados.

-¿Es mi idea… o le acabas de pedir a tus súbditos que se fueran y que nos dejaran encerrados?- pregunté sin entender nada de lo que sucedía.

-Así es, Leon. No vinimos hasta aquí para devolver este terrible libro escrito por el árabe loco Abdul Alhazred al museo de Praga donde manos y ojos de hombres ignorantes se posan diariamente sobre él. El hombre que ha robado este libro se entregó a las autoridades hace dos días en un estado lamentable… había perdido el habla y la razón, y su cabello se había tornado completamente blanco. Sin duda fue testigo de un horror incomprensible para las mentes humanas… y los dioses antiguos fueron misericordiosos con él al arrebatarle solamente su cordura. Pero nosotros estamos aquí para ir donde ningún hombre ha llegado antes jamás, descubriremos el origen y el final del universo… haremos un viaje jamás antes visto, Leon…

-Wooo… un momento.- dije alejándome un par de pasos.- No me importa lo que hagas con tu vida, Kevin. Pero no me gusta que hables en plural… yo no iré a ningún lado contigo… ¿no ordenaste a tus amigos que nos dejaran encerrados?, ¿como esperas salir de aquí entonces, genio?

Kevin Grayson no me contestó ninguna palabra. Solo se desnudó de la cintura para arriba dejando ver un montón de cicatrices que jamás sospeché que tenía. Luego depositó el libro abierto en una página específica en medio de aquel antiguo y quejumbroso cuarto. Algo raro estaba sucediendo… ante mis ojos no estaba el Kevin Grayson que yo conocía…, no estaba aquel asesino sicótico de personalidad infantil y a veces absurda, sino que se encontraba un hombre obsesionado, un hombre serio que creía absolutamente en lo que hacía… luego desde la oscuridad de la habitación me miró directo a los ojos…

-Prepárate para el viaje, Leon…- me dijo.


Yo me pregunté porqué en aquel momento sentía tanto temor…




Próximamente CAPITULO FINAL



A veces la ignorancia nos guarda y protege de terrores ocultos e inimaginables...

LEON S. KENNEDY, 02:36 A.M.


Creative Commons License
El diario de Leon S. Kennedy by Marcelo Carter is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Unported License.

1 comentario:

Unknown dijo...

Wouw si que se volvio obsecionado Kevin jajaja nada que ver a lo del viaje jaja, muy buena historia espero el final pronto saludos