Me introduje dentro...
Mi linterna apenas alumbraba unos metros, la oscuridad era tal, que no veía mi mano frente a la cara.
Sentía mis pasos, como mis pies se hundían en esa especie de barro, lo cual también cubría la mitad de las paredes.
Que tan grande sería eso?
-Hola... –Grite... sentí el eco de mi voz... el túnel era largo.
Tan pronto como seguí avanzando comencé a sentir un olor putrefacto, un cadáver tal vez?
Comencé a inquietarme... allí estaba helado, tanto que mi campera no impedía que el frío penetrara, y como si eso no fuese poco, un sonido...
-Maldición! -Gruñí tapándome los oídos. El sonido era tan agudo que me causaba dolor.
Retrocedí de inmediato. Nadie lo podría atravesar sin que explotaran sus oídos.
En un par de minutos estaba nuevamente con León. Verónica ya se encontraba allí.
-No pude avanzar mucho, un sonido agudo me lo impidió. No creo que nadie pueda pasar por allí, pero tu decides....
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