lunes, 28 de mayo de 2012

La decepción


Historia enviada por Francisco Alexander Sagastizado de El Salvador






























Segunda parte y final




-Te irás mañana?- me pregunto con los ojos llorosos.

-Sí, pequeña, mañana partiré porque mi trabajo habrá terminado...

-pero todavía no has atrapado al demonio.

-Los demonios no existen, pequeña, las personas que los inventan para asustar a niñas bonitas
como tú, ellos son los demonios.

-pero, yo he visto sus ojos, él es real.

-¿Ojos?, donde los viste?

-En mi ventana...

Lo que dijo la niña me perturbo bastante, pero el tiempo se acababa e iba retrasado. Tome una
sombrilla maltrecha del estante y salí corriendo como el carajo en medio de la lluvia hacia la
comisaria. Cuando llegué, el sheriff me recibió con nuevas noticias.

-Encontramos una muda de piel bastante grande en la cascada, Creo que debe ser de la bestia
porque es muy grande.

Vi la muda y, si, era grande pero no tenía una forma definida por lo que la guardamos como
evidencia inconclusa. No dejaba de llover, tuve que hacer actividades fuera de mi jurisdicción, como socorrer personas que quedaron atrapadas por los deslaves de lodo y piedra. Los dos ríos aledaños al pueblo nos dejaron temporalmente deshabilitados e incomunicados. La sorpresa nos llegaría mas tarde,
la bestia atacó a un grupo de niños en una familia, fuimos a toda marcha en el Jeep del sheriff
sin importar la lluvia y los caminos resbaladizos, escapamos a chocar varias veces y una casi
nos vamos a un barranco. Al llegar a la casa la escena era aterradora y el olor era repugnante,
parecía que los cadáveres hubiesen estado allí varios días, no lograba distinguir un cuerpo en
concreto, habían extremidades por todos lados, sangre coagulada por todas las paredes
como si el asesino hubiera deseado dejar una macabra pintura, para mostrar su prodigioso
talento...

Todo concuerda con el móvil, los niños habrían sido asesinados en la madrugada, pero no fueron
muertos aquí, habrían sido traídos de otra parte, tal vez de otro pueblo. Del asesino, ni rastro
como siempre, pero seguiremos con el peritaje. A eso de las cinco de la tarde, paro de llover.

-Leon, el remplazo que enviaron para sustituirte está por llegar

-Enhorabuena, creo que hoy terminaré temprano, si no te molesta.

-Claro. Ve y tomate un buen chocolate.

Después de ese día tedioso, llegue a la casa para prepararme para partir al día siguiente y lo que
vi me sorprendió bastante, el señor Shweder estaba puliendo una escopeta, él no era el tipo de
persona que pensaría en usar un arma, además, desde el día anterior andaba muy extraño.

-No sabía que tenía un arma-le pregunte con un tono serio.

-la guardo... por los niños.

-¿Quiere que le ayude?

-No... Vaya a dormir, lo veo cansado

Vi en sus ojos algo que ocultaba, algo siniestro. Prácticamente me aviso que se preparaba para
matar y yo no le tome importancia, creía que un hombre tan bueno jamás usaría un arma para
quitarle la vida a otro ser, mas tarde me arrepentiría… Me recosté y al poco rato me dormí sin tomar mayor importancia al caso...

Tres escopetazos me despertaron de repente tan desorientado y con un intenso dolor de cabeza.
Tome mi arma, me puse mis zapatos y salí precavidamente del cuarto apuntando a cada
sombra que veía cuando de repente un nuevo disparo proveniente de la planta de abajo me
exalto, me apresure a bajar y vi sangre, me asome lentamente con el arma lista, allí estaba...
La abuela con la cabeza partida en dos con sus sesos desparramados por toda la cocina, no
lograba salir de mi asombro, ¿como alguien tan bueno puede morir de esa manera? Vi por la
ventana una figura que corría a lo lejos que parecía llevar una escopeta. La furia y la adrenalina
corría por todo mi cuerpo dándome una determinación incalculable, atraparía a ese bastardo...
Corrí con todas mis fuerzas hacia el bosque pero no tarde en quedarme sin rumbo, por suerte
un nuevo disparo me oriento a tiempo corrí atreves de aquel denso bosque esquivando ramas,
agujeros y rocas que aparecían de la nada, hasta que encontré al maldito verdugo apuntando a
la pequeña Mary, preparándose para reunirla con su desdichada abuela, por su propio padre...

-Martin, maldito hijo de perra, suelta el arma o te juro por dios que te vuelo los sesos!!!-

-Porque decir el nombre de dios en vano, Leon, es que no le tienes temor?

-Porque, la mataste, si era tu madre??? Qué demonios te sucede???

-No te diste cuenta verdad? No te diste cuenta cierto?...también mate a mi amada esposa e hijo
con el mismo amor que le tuve a mi madre...

Sus palabras me Shockearon aun mas... no me moleste en revisar las habitaciones.

-Mataste a toda tu familia, maldito desquiciado, porque???

-por ella........-Me señaló a Mary.

-Que tiene que ver ella en esto???

-Ella lo controla.

-A quien controla??? A que te refieres??

-al demonio, ella controla al demonio, la he oído hablar con el... Ella lo manda a matar.

"Este sujeto ya no tiene remedio, tendré neutralizarlo para siempre... Nos vemos en el infierno" pensé, luego
Jale el gatillo con tanto gusto que la sorpresa al no oír detonación fue más grande.

-Qué diablos!!!...-

Saque el cargador y en ella no había balas. (?)

-Piensas que deje todo al azar?, tú eras mi último objetivo, justo después de purificar a la familia,
pero ahora tendré que matarte antes de Mary, gracias Leon.

Martin dirigió la escopeta hacia mí. Pude ver en sus ojos la firme determinación de matarme,
misma que yo tenía hace unos segundos.

-Supongo que ya no hay nada que decir, hoy partiremos todos.

-Así es, el trato que hice con Dios fue ese, purificar a la familia, incluyéndome. Esto no hubiera
sido así si esta bastarda no hubiera jugado con el demonio y manchara con la sangre de más de
una docena de nuestros amigos. La iglesia quedara muy sola.

Martin, cargo el disparo y se propuso a matarme, objetivo que no lograría a cumplir. Mary se le
abalanzo a su pierna y lo mordió con todas sus fuerzas haciendo que errara el disparo dándome
la oportunidad de neutralizarlo. Me le abalance con patada a la cara seguido de una treintena de ganchos al hígado, le tome de pelo y le estrelle la cabeza en un árbol luego en una roca dejándolo moribundo, luego tome su escopeta y le vacié las últimas cuatro balas en su cara, la escena era perturbadora prácticamente
le deshicela cabeza, quede lleno de sangre y restos de masa encefálica, por suerte Mary tapo
sus ojos en todo momento..........................

Es lamentable cuando un Hombre ciego en sus creencias ve en sus familias objetos de culto.

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-Esperen!!!!- irrumpe mi abogado.

-la niña está decidida a hablar a favor de mi defendido, debe dársele la oportunidad de contar su
versión recuerden que es la vida de un hombre la que está en juego, un hombre que ha servido
a su patria en innumerables ocasiones...

Mary? Ella no habla desde lo ocurrido.

El caso se reordeno las pruebas fueron nuevamente expuestas, nuevos testigos fueron
presentados, Mary conto todo lo que vio y escucho. Tres juicios más tarde soy liberado bajo
fianza, fianza que pago ni más ni menos que el propio presidente. No sé qué fue de Mary, ni sé
si atraparon a la bestia, demonio o lo que fuera, solo sé que después de todo esto siento que el
vacio en mi es más grande...

Una extraña figura humanoide de piel escamosa se alza en aquella montana, me ve con sus
grandes ojos negros como abismo vacío...






miércoles, 23 de mayo de 2012

La decepción


Historia enviada por Francisco Alexander Sagastizado desde El Salvador











Agente Leon S. Kennedy se le condena a la pena de muerte por la masacre de la familia Shweder
el 31 de agosto del presente año. Deberá esperar en la cárcel de Wichita hasta el día de su
ejecución...

Tres martillazos cerraron con broche de oro los tediosos juicios en mi contra.

Al fin...

Tratando de recordar en mi mente los sucesos previos a mi condena, me puse a reflexionar. Habría llegado al pueblo de Andaluz un lunes, por órdenes de mis superiores para la investigación de ciertos hechos que se habrían suscitado hace ya varias semanas: La masacre y descuartizamiento de varias personas en los alrededores del pueblo. Me reuní con Tomas Johnson, sheriff del pueblo, para saber la situación.

-Bienvenido agente, espero que su estadía aquí, sea de lo más reconfortante.

-Reconfortante y por sobre todo:  fructuosa- respondí.

-Oh por cierto no me he presentado soy el sheriff Tomas Johnson.

-soy Leon S....

-...Kennedy.- me interrumpió de súbito.- he oído hablar mucho de usted, que es un sobreviviente de Raccoon City, que rescato a la hija del presidente, que es un prodigio de las armas y las artes marciales, entre otras cosas más.

-Pues no sé que decir...- le dije sonriendo.- quizás no s una muy buena señal que usted sepa estas cosas. Créame. Mejor no pasamos a lo importante...-

No me gusta que las personas sepan tanto de mí, le quita seriedad a las misiones... al menos siempre he pensado eso.

El sheriff me llevo a las escenas del crimen, tan pobres que no aportaban en nada a la resolución
de estos. Eran lugares desolados, senderos, y una pequeña cascada. El sheriff me conto de los
avistamientos de los lugareños de un extraño animal con forma humanoide que caminaba erguido
con la piel escamosa de color olivo con ojos enormes. Estas supersticiones de la gente solo me
hicieron pensar:

"Como mierda vengo a parar a este tipo de lugares, ¿porque a mí me tocan casos tan extraños?,
Que pensaran los de arriba, que soy un investigador paranormal, seguro que de aquí me mandan
a investigar al chupacabras... Malditos !!!."

-Ahmmm, ¿no cree que ya estamos bastante mayorcito para creer tales cosas? Para resolver un caso deberíamos ponernos, antes, serios…-dije rascándome la barbilla.

El sheriff solo se limitó a enseñarme las fotos de los asesinados... Se me hizo un nudo en la garganta al ver la atrocidad de las imágenes, eran personas desmembradas en su totalidad hecho por alguien sin corazón o en su defecto por un animal muy grande. Imágenes que anteriormente he visto muy seguido bajo otras circunstancias, pero que no dejan de asombrarme.

-Le enseñare donde se hospedará. Tal vez mañana, con la cabeza fría y la mente abierta
proponemos soluciones y no críticas.

 Sentí la ironía, palabras sutiles... pero efectivas.

Fuimos al lugar que sería mi hospedaje, era una casa muy bonita en medio de un pequeño
valle contiguo en sus alrededores a un bosque denso. Conocí a la familia Shweder. Una familia
conformada por el hombre de la casa, Martin, su esposa, Rose, sus hijos, Mary y Lucas ambos de
8 y 7 respectivamente, además de la abuela Evelia. Me sentía como un bicho raro al ver aquella
familia tan amorosa, tan unida, tan... No lo sé. Sentía que si yo me hubiera crecido con aquella
familia tal vez no me hubiera convertido en lo que soy ahora, me trataban tan bien durante mi
estadía que solo guardo, en su mayoría, excelentes recuerdos de aquellos condenados que mal
pagaron al final...


Los días consiguientes a mi llegada transcurrieron de decepción en decepción. Papelería
extensa, reportes de 50 páginas sin nada importante, recursos agotados y una nueva víctima
en los alrededores de la iglesia. Mis agotadoras jornadas empezaban a las 5 de la madrugada
y terminaban a las 10 de la noche recabando apenas algunas migajas de pistas. Como llegaba
tan tarde y la familia "Ingalls"se dormía temprano, el padre me dio una llave para evitar despertar a los
niños. Su esposa siempre atenta me dejaba la cena en la mesita de mi habitación, cena que no
ajustaba a comer porque caía rendido como tronco.

Recuerdo el último día. Desde el comienzo empezaron las frustraciones. Me levante 3 horas
tarde y llovía a cantaros, me preparé como pude, me puse otra camisa un poco de desodorante,
perfume y estaba listo hubiera salido más rápido de no ser porque la pequeña hija de los
Shweder me hablo, se paro en el marco de la puerta, se veía perturbada por algo...







Continúa en el 2do capitulo final

martes, 15 de mayo de 2012

El recordatorio



Historia enviada por Dante desde México.



























Hoy es una tarde con  mucho  viento y  lluvia, apenas son  las  5  de la tarde y las grandes  nubes cubren  el  cielo  y lo hace ver como  si  fuera de noche. Estas tarde me recuerdan mucho a ese día en  el  que encomendaron  una misión  de rescate en  una cuidad que había sido  infectada por  unos terroristas que lograron conseguir una  muestra de el virus T.

Ese día en el  cuartel  general me empecé a sentir muy mal…  tenia vomito  y  me dolía demasiado  la cabeza. Justo cuando  me dijeron  que si quería aceptar la misión  mi  cuerpo  parecía decir  que no  pero  mi promesa de acabar con  el  virus T y  la corporación  umbrella  o  lo que quedaba de ella  me hizo  decir  si. Al  parecer era rescatar  a una persona importante del  gobierno,  así  que le dije  al  general:

-Señor, me gustaría ir  solo…  no quiero  arriesgar a mas personas,  además  me gusta hacer  las cosas solo  y a mi manera.

-Negativo, Kennedy.  Se trata de una persona importante cualquier  error  podría ser fatal.

-Señor,  con  todo respeto – volví a insistir.-  salvé  a la hija del  presidente…  estoy mas que capacitado  para  ir a una ciudad. Además es pequeña, no me será difícil  encontrar al  objetivo  y traerlo  de vuelta.

-Ordenes son ordenes  si  no te gusta  como  es  aun puedes negarte a la misión.
  
-Está bien,  lamento  mucho  las molestas – respondí con frustración.

 Decidí  ir por mi arma, la cual  es muy  especial  ya que fue  un regalo  de  krauser  cuando  estábamos del  mismo  bando. Tiene  un grabado con mis iniciales,  además de su mira láser. Es resistente y a la vez es ligera. De pronto  se acerco una persona de 24 años edad, parecía  muy  débil  y  la forma de caminar  lo delataba aun mas, cargaba una  mochila pequeña  con  una armas,  pero  parecía que con  mucho  esfuerzo  podía  apenas aguantarlas. De inmediato pensé: “Este tipo  me  va a hacer muy difícil la misión” 

-¿Tú eres... Leon,  verdad?- me preguntó de pronto con voz temerosa.

-Así es, ¿como  te llamas?

-Mi… mi  nombre es  Brad… traje  varias armas para la misión,

-No necesitarás tantas. Te recomiendo  que  en misiones con  infectados viajes ligero… además un disparo  en la cabeza es lo más efectivo.


 Ese chico  me  miró  muy  impresionado. De pronto apareció  un encargado y  me  dijo  que  el  helicóptero  tardaría  media hora  por  que el clima no  estaba  en  buena  condiciones  
y  lo monitorearían de  nuevo  para  evitar  algún accidente. A lo cual preferí llevar a Brad  a tomar  un café  ya  que parecía  que tenía miedo  por la misión.
 
Así  estuvimos conversando una media  hora  y  me contó  que siempre quiso ser médico, pero  que  le daba  miedo la sangre, sin embargo me dijo  que  ya lo había superado. Finalmente y al cabo de otra media hora subimos  al  helicóptero y antes de marcharnos alguien  grito  mi nombre,  voltee  rápidamente… se trataba de un amigo  del  cuartel.

-Hey, Leon  te olvidas  tu  cuchillo  de la suerte.

 Lo recibí  y asentí con  la cabeza, era mi cuchillo  de cuando  fui  por  Ashley a esa zona de España. Pasaron varias  horas y llegamos  al destino,  ya era algo  tarde…  la ciudad lucía muy  oscura con  la nubes  cubriendo el ocaso. Salí y me estiré cansado de ir sentado  tanto  tiempo.

-Este es el punto  de encuentro, avisa al cuartel. Cuando asegures el objetivo, vendré tan rápido  como  pueda, ¿ok?

-Esta bien, gracias –contesté. Luego me dirigí a Brad.- Ok cuando  ocurrió  el ataque terrorista había una reunión de  personas importantes del  gobierno en  la zona  centro de la ciudad así  que no  nos  llevará  mas de  una hora llegar allá y recuerda  disparar a la cabeza.

 De pronto una ráfaga de viento  trajo  un horrible  olor  a sangre  y  noté  algo  pálido  a  Brad, al  parecer o había superado  del  todo  su miedo. Justo  cuando  estaba por  preguntarle por su estado… hicimos contacto visual con un infectado. Tenía trozos de sangre  colgando por su rostro, una  mirada  de odio y  su  cabeza estaba  casi  calva. De pronto dio un salto  y antes  de que  pudiera desenfundar mi  arma ya estaba sobre  mi, en  un intento  de ayudarme  Brad  encontró  una barra de acero  y  lo  incrustó  en  el  cuerpo  del  zombie, derribándolo por  un momento  así  que rápidamente  le di  una patada a la barra  de acero  con  tal  fuerza  que  todos  sus  órganos  salieron  expulsados.

-Estos zombies tienen  gran fuerza, por  lo menos  los que yo conozco  no deberían saltar así, debemos tener cuidado.- Pero  justo  cuando  termine  de decir  la frase  escuche  un fuerte golpe, volteé  rápidamente  y  era Brad que se había  desmayado,  lo  lleve en  mis  hombros  una media  hora  y posteriormente  decidí llevarlo  a un lugar seguro  para que 
descansara… después de todo  fue  muy valiente  al superar  su  miedo para salvarme  

-Mucho tiempo sin vernos, Leon…- me dijo de pronto una voz que me sonaba demasiado familiar. Miré a mi alrededor y desenfundé mi arma con cuidado. Nada a la vista.

  De pronto un cuerpo cayó al suelo desde la altura, se trataba de la persona a quien debíamos rescatar. Comencé a sudar frío… mis nauseas volvieron en aquel instante, miré hacia arriba y allí estaba él: Krauser. Saltó y finalmente quedó frente a mí… yo levanté mi arma y volví a apuntarle, esta vez entre ambos ojos.

-Veo que sigues sintiéndote poderoso con tus armas…- me dijo de pronto.-No, Leon. El verdadero poder es el que viene de forma natural. Esta vez no escaparás de tu destino.

-Supongo que no dejarás que me vaya tranquilamente con el individuo que vine a rescatar…

-Supones bien…- acto seguido unos tentáculos salidos de su brazo y me golpeó con ellos en el pecho. Salí disparado unos dos metros hacia atrás. La vista se me nubló… y comencé a temblar, pero no de miedo… o ahora que lo pienso quizás si, era un cúmulo de emociones que se mezclaban con mi pobre estado de salud. Me levanté como pude y me puse en guardia. La enorme mole mutante que era Krauser se me vino encima. Me tomó del cuello y me levantó a medio metro de altura… pude ver directamente a sus ojos, era como ver los ojos muertos de un tiburón… absolutamente vacíos y sin expresión alguna. Volvió a arrojarme contra un montículo de tierra con mucha violencia, mi brazo derecho se partió en dos con el impacto. Totalmente inutilizado y desarmado… estuve a punto de entregarme a la muerte, sin embargo alguien se subió por la espalda de Krauser y le amarró a su cuello una soga con 3 granadas, se trataba de Brad.

  El muchacho había recobrado el conocimiento y sacando valor desde lo más profundo de su ser se arrojó contra Krauser, le ató las granadas y luego de una patada lo empujó un par de metros hacia un lado.

-¡Cuidado, Leon!- gritó arrojándose sobre mí. Luego una fuerte explosión remeció la tierra, miles de esquirlas cayeron sobre nosotros como la lluvia…. Después de aquello solo vi la oscuridad.

  Tengo vagos recuerdos de estar dormido en una cama de hospital y haber abierto los ojos un par de veces… allí vi a una mujer de rasgos orientales sentada junto a mí cama, llevaba anteojos oscuros. Supongo que se trataba de Ada Wong, pero es difícil  poder separarlo de algún tipo de delirio. Posteriormente sí me recobré de verdad… en la habitación se encontraba Brad, llevaba una venda en su cabeza y me observaba con una sonrisa…. Yo le devolví el gesto y le dije “te debo una”. Supe que el individuo al cual debíamos rescatar se encontraba a salvo, irónico, no puedo recordar siquiera su nombre ahora.

  De todos modos tengo otros asuntos que atender… no encontraron restos de Krauser, así que debe andar allí afuera… suelto y loco como siempre, esperándome…








... y yo saldré en tu búsqueda

LEON S. KENNEDY 00:56  A.M.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Darkness


Historia enviada por Luis Rogelio de México










Recuerdo que desperté de repente, me dolia mucho la cabeza todo estaba oscuro. Apenas la pequeña luz de una vela iluminaba aquella especie de cabaña en la que me encontraba, me di cuenta que traía una pistola en la mano, luego tan solo camine unos pasos y sentí un inmenso dolor en todo el cuerpo. De pronto tuve una especie de alucinación, vi a un tipo con la ropa destruida con heridas en todo el cuerpo y la cara ensangrentada. la visión fue tan real y tan aterradora que incluso pensé en dispararle y cuando menos pensé habia desaparecido... me quede realmente extrañado, luego salí de la pequeña cabaña y estaba todo muy oscuro podía distinguir a lo lejos arboles y arbustos.

Me encontraba en una especie de bosque... de repente muchas dudas invadieron mi mente, la mas recurrente era ¿como diablos termine aquí?,mientras comenzaba a caminar por aquel extraño bosque de repente en medio de la oscuridad comencé a oir risas, pero no cualquier tipo de risa sino que estas eran risas demoniacas, estaba muy asustado las piernas me temblaban, de repente pude vislumbrar la pequeña luz de una fogata, corrí a toda velocidad desesperado por llegar. Una vez allí me di cuenta de lo horrible que era el panorama alrededor la fogata había restos humanos destrozados y charcos de sangre, en ese momento senti un inmenso asco...
casi vomito en el lugar, luego me di cuenta de algo curioso... o asqueroso... en una mano mutilada habia una llave la tome por instinto pensando que podria necesitarla.

seguí caminando y tras un rato de estar avanzando pude ver a lo lejos una especie de fabrica abandonada en medio del bosque, no me parecia el mejor lugar para estar seguro. pero era mejor que permanecer afuera en la oscuridad. La entrada no tenia puerta asome mi cabeza para ver si había alguien adentro, estaba totalmente vacío solo la luz de la luna entraba por las ventanas vacías una vez en el interior sentí de nuevo ese terrible dolor en todo el cuerpo, era como si algo se apoderara de mi y empece a oir una risa diaboloica en mi cabeza
y de pronto el dolor se calmó y justo al fondo vi algo asi como la silueta de una mujer de blanco, intente acercarme a ella pero de repente desapareció...

 Solo se me ocurrió seguir caminando y explorando el lugar, recuerdo que encontré como un sotano baje con mucho cuidado las escaleras y al llegar abajo había  una especie de escotilla en el suelo trate de abrirla con todas mis fuerzas pero no pude, de repente oí una voz de la nada que me dijo: "usa la llave", en ese momento sentí un escalofrio horrible creia que me estaba volviendo loco, pero de inmediato obedecí y temblando saque la llave de mi bolsillo, tanteando con mis manos pude ver donde estaba la cerradura de la llave ya que estaba muy oscuro y no se veía nada. Abrí la escotilla y baje unas escaleras de mano, al llegar abajo habia un pasillo con pequeñas lamparas de aceite que lo iluminaban, empecé a caminar y me di cuenta que en las paredes habia una especie de símbolos extraños hechos con sangre y mas adelante comencé a ver unas celdas... algunas estaban vacías, pero otras tenian en su interior cuerpos muertos y destrozados asi como los que habia visto anteriormente. Al final del pasillo había una puerta y justo antes de entrar por ella volivi a sentir aquel dolor insoportable junto con las horribles alucinaciones sangrientas, el dolor fue tanto que caí desmayado.
Lo siguiente fue algo muy extraño me levante y vi que mi alrededor todo estaba cubierto de niebla de repente se aparecio ante mi la "presencia" de la mujer que habia visto antes. era toda de color blanco y alrededor de ella había una aura de luz, de repente me hablo y me dijo: ten cuidado... el invoca demonios... hace que se apoderen de tu cuerpo... por favor... detenle...

Luego de eso desperte en el suelo, lo que me habia dicho aquel espectro resolvio el enigma de mis dolores y alucinaciones tal parecia que una especie de brujo satanico estaba detras de esto. Por fin abrí la puerta y vi un hombre sentado en una especie de trono y arriba de el una enorme lampara con varias antorchas de fuego encendidas, era un tipo de mediana edad, vestía un traje negro con simbolos extraños, mi primera reacción fue apuntarle con mi arma y después le pregunte quien era, el tipo comenzo a reir desquiciadamente luego me dijo: crees que esa cosa te servirá? no pudes hacerme nada nadie puede hacerme nada
ellos estan de mi lado. En ese momento dispare hacia su brazo solo para herirlo y que cerrara la boca pero ocurrio algo muy extraño, justo antes de que la bala impactara en el una especie de neblina negra lo protegió la bala solo cayo al suelo, entonces di varios disparos contra el pero ocurrió lo mismo solo veia que esa extraña neblina negra lo protegía, y veía como las balas caian al suelo en ese momento arroje mi arma al suelo y me deje ir sobre el para golpearlo entonces la extraña neblina tomo una forma humanoide y antes de llegara al tipo la maldita "cosa" me dio un golpe...

!!!asi es, me golpeo!!! 

Caí al suelo y me levante rapidamente y me detuve a pensar por un momento que esto no podia estar pasando,
¿de verdad esa cosa era algo asi como una fuerza maligna? me preguntaba a mi mismo mientras pensaba que hacer, de repente el tipo me miro a los ojos y dijo: "te ha llegado la hora", en ese momento la extraña figura se dejo venir sobre mi o mejor dicho estaba... entrando en mi.

Comencé a sentir de nuevo el inmenso dolor y al mismo tiempo como que me sentía fuera de mi cuerpo, cuando el dolor se hizo insoportable paso algo mas extraño, de repente ya no había nadie, todo estaba negro....  el espíritu de la mujer se aparecio ante mi de nuevo, y me dijo: por favor... tienes que detenerlo..., ¿pero como puedo hacerlo? le dije, solo debes tranquilizar tu mente y tu corazón no dejes que los malos sentimientos se apoderen de ti, él toma ventaja de eso.

 En ese momento volví ala realidad, alli estaba el tipo de nuevo, asi que respire hondo y me puse a pensar rapidamente en un plan. Suspiré y caminé tranquilamente hacia él sin ninguna clase de temor y cuando lo tuve de frente le di un puñetazo el tipo cayo al suelo, arriba  de él se encontraba la enorme lampara con las antorchas de fuego. Eso fue su perdición, de repente la neblina negra volvio a aparecer, parecia que queria volver a entrar en mi pero justo antes de que lo consiguiera, una aura de luz se apareció alrededor de mi cuerpo como si estuviera protegiéndome, luego el tipo comenzo a pronunciar unas extrañas palabras pero esta vez comenzo a salir mas neblina era tanta que todo el cuarto donde nos encontrábamos se lleno de ella, de repente comenzó a tomar forma humanoide de nuevo pero esta vez era gigante todo el cuarto comenzo a temblar (y yo también) de repente la enorme figura levanto su pie para aplastarme y justo antes de eso se escuchó un fuerte golpe, la enorme lampara había caido encima de el, supongo que no pudo resistir todo el caos y los temblores que se estaban suscitando, el tipo quedo atrapado entre la enorme lampara y el suelo pero para su mala suerte una de las antorchas de fuego de la lampara alcanzo a prender ropa, el pobre comenzó a incendiarse y extrañamente también al mismo tiempo la gigantesca figura se prendio en llamas. Luego de unos segundos la gigantesca figura desapareció, el tipo habia muerto a causa de las quemaduras en todo su cuerpo, yo estaba todavia sin creer lo que había pasado, ya era el amanecer de aquella obscura y eterna noche, cuando estaba apunto de salir de la fabrica abandonada vi el espíritu de la mujer por ultima vez, se apareció ante mi y dijo: gracias... por todo... ahora puedo irme en paz... luego desapareció, al salir de la frabica paso el helicoptero que me rescato, había reportes de que yo me dirijia a una mision  en un transporte terrestre y que pasaria por ese lugar por eso fue que me encontraron, luego me preguntaron por que me había quedado en esa zona que si que habia pasado...

(crei que esa pregunta la haria yo) hasta la fecha nadie sabe como rayos termine alli.



Ni que estaba haciendo yo en ese lugar

LEON S. KENNEDY 01:07 A.M

sábado, 5 de mayo de 2012

El creador


Historia enviada por Mery Redfield desde Argentina.









No estaba cansado como en las últimas misiones. No me sentía de ninguna manera en particular:
no tenía hambre, ni sed, ni nada. Puede que, como mucho, estuviera algo nervioso. Algo. Y de todas
maneras aquel nerviosismo no me pertenecía...

Llegué a la dirección que tenía grabada en la cabeza y me encontré con un bar. No parecía una
base secreta pero tampoco una trampa... así que entré. Un ventilador giraba a la velocidad mínima y
una muchacha limpiaba la barra con pesadumbre. La poca iluminación y el hedor a cafeína le daban
a la estancia una tonalidad ambigua que me erizó los vellos de los brazos. Me aclaré la garganta y la
joven me miró de arriba abajo, luego de unos segundos incómodos señaló hacia el fondo del recinto
con un ademán del rostro. No me atreví a cuestionarla, así que caminé hacia allí y me encontré
con una puerta que decía sólo personal autorizado. Volví a mirarla y ella asintió, dándome su
aprobación. Detrás de aquella puerta había una pequeña habitación que nada tenía que ver con un café. Había una pequeña mesa de juegos con cartas de póker desparramadas, fichas y colillas de cigarros. Una
luz tenue enfocaba el centro de la mesa y una silla, el resto estaba en penumbras.

- Siéntate, por favor –me dijo una voz masculina.

- Primero me gustaría saber qué hago aquí –resoplé-, además no me gusta hablarle a la
oscuridad.

- No soy ninguna oscuridad... Simplemente preferiría que no vieras mi rostro –se excusó casi
amablemente mi interlocutor-. Esto es todo lo que conseguirás de mí –sentenció moviendo
su sillón hacia delante, con lo que pude verle las piernas cruzadas y una mano apoyada en el
brazo del asiento, sosteniendo un habano. El resto permaneció a oscuras.

- ¿Debería sentirme más a gusto?

- Deberías –casi rió.

- Digamos que estoy intrigado –me mordí el labio y por fin me senté. Por más que forzara la
vista no se distinguía nada más que el humo que desprendía el tabaco.

- ¡Estupendo! Por ahora estoy más que satisfecho.

- Ve al grano, por favor. ¿Qué hago aquí? ¿Es por una nueva misión?

- No, esta vez no tienes que salvar al mundo... Sino más bien a mí.

- Ni siquiera sé quién eres...

- Por el contrario, yo lo sé todo sobre ti.

- ¿Trabajas para alguna corporación enemiga?

- No, no –rió descortésmente-... Esas fábulas te las dejo a ti. Digamos que van contigo...

- No entiendo –tragué saliva y tomé aire-, tal vez si te presentaras...

- Mi nombre no tiene importancia, pero si tanto quieres saberlo, te lo diré. Soy Marcelo Carter
–ante mi silencio, continuó hablando- y, como dije, mi nombre no te sugiere nada... porque
jamás lo habías oído.

- No –confirmé.

- Ay, Leon –y se regocijó.

- Mi tiempo vale oro, Marcelo Carter. Te sugiero que lo aproveches o me largaré de aquí.

- Esas son patrañas, Leon Kennedy... ¿Y sabes cómo lo sé? Porque de hecho no tienes nada
que hacer... Tú sólo estás aquí porque tienes que, porque no podrías estar haciendo otra cosa
ni aunque quisieras.

- Por favor –murmuré con impotencia cuando caí en la cuenta de que estaba en lo cierto.

- Ya estoy aburrido, así que te diré el motivo por el que te contacté. Pero primero... Acércate a
la luz, por favor. Quisiera verte mejor... –obedecí como un autómata y me incliné debajo de
la lámpara unos segundos- Asombroso. Eres tal y como te imaginaba... No tienes un pelo de
imperfección.

- Explícate.

-¿Nunca te has sentido demasiado... no lo sé, motivado? Siempre listo para una nueva misión,
siempre tan profesional, siempre tan... Leon.

-No sé...

-Sí, sí. No sabes. No entiendes qué sucede porque es la primera vez que estás en el asiento
del conductor. Es la primera vez en toda tu vida que eres el soberano. Resolví darte libre
albedrío para decidir si querías venir a verme o no... y aquí estás.

-Curiosidad.

-Sí, puede ser. Puede que te hayas vuelto curioso... Porque no recuerdo haberte dado esa
cualidad. Tal vez las experiencias te hayan moldeado.

-He vivido mucho.

-Oh, sí. Lo tengo bien claro. Lo sé todo sobre ti –me recordó.

-Lo sé.

-Para este momento ya te has dado cuenta de que no existes, ¿verdad? Eres una bonita
creación de mi mente... y te has vuelto inmortal gracias a los miles de humanos que se han
enamorado de ti. Hay algo en lo que eres que te vuelve irresistible. A cualquiera le interesa
saber sobre tus andanzas.

-¿Son mías?

-Bueno, por supuesto que sí. Tú las llevas a cabo... aunque se originen en mi cabeza. Eres y
haces lo que yo quiero, pero al final eres tú el protagonista, ¿no?

-¿Me concedes tal beneficio?

-Por supuesto. Eres una de mis mejores creaciones. Me has dado demasiadas alegrías...

-Por nada –dije con ironía.

-Ay, Leon, Leon... Que no he venido a pelear.

-¿Entonces? ¿No eres un dios buscando plegarias por aburrimiento? ¿Quieres que haga
sacrificios en tu nombre? ¿Qué ruegue por mi vida?

-Nada de eso. Queda mucho camino para ti. Aún me hace feliz tu existencia... Pero he
perdido la inspiración. Te has enfrentado a todo tipo de monstruos y salido ileso de cientos
de infortunios. Me temo que ya no sé qué hacer contigo.

-¿Me pides ideas... a mí?

-Dile como quieras. Puede que sea la única vez que decidas sobre tu futuro. La próxima vez
que no sepa qué hacer contigo puede que te dé muerte. ¡Es agotador buscarle un sentido a tu
vida!

-En ese caso, quisiera cambiar algunas cosas.

-¿Como qué? –se interesó.

-Tal vez podría formar una familia, tener un perro...

-¡Ay, Leon! ¡Por esto es que Dios no hace caso a los humanos! Las creaciones nunca saben
lo que les conviene... O, en tu caso, lo que vende. A nadie le interesaría verte casándote o
teniendo hijos, Leon. Lo que atrae de ti es que tienes madera de héroe; tu habilidad para
asesinar y salvar el día es lo que te ha vuelto inmortal.

-Hasta que te canses de mí.

-Detalles, detalles...

-Veo que no hay nada que pueda hacer, entonces.

-No me malinterpretes, nunca hubo nada que pudieras hacer. Sólo quería saber si tenías
alguna idea.

-¿Qué sucederá ahora?

-No lo sé, algo se me ocurrirá. Por lo pronto te daré el resto del día para ti, te quedan unas
horas hasta el crepúsculo. Haz lo que te plazca, que mañana volverás a obedecerme. Tal vez
te infiltres en alguna base secreta enemiga o algo así –aunque podía moverme, aunque mi
cuerpo me respondía, me quedé quieto en mi lugar-. ¿Le temes a la repentina libertad, no es
cierto? Has sido una marioneta tanto tiempo que no sabes caminar si te corto los hilos...

-¿Recordaré algo de esto?

-Eso depende, ¿quieres hacerlo? ¿Crees que podrás vivir el resto de... tu vida... sabiendo que
no existes, que no eres nada más que un invento de mi cabeza?

- No creo que pueda. Me volvería loco.

- ¡No mientras YO no lo decida! –se rió con malicia.

- Lo que quiero decir es que... no, no quiero recordarlo.

- Entonces ve y disfruta de tu día de franco. Finge que eres real y no seas el glorioso Leon
Scott Kennedy. Mañana por la mañana volverás a ser el de siempre y no tendrás registro de
todo lo que ahora sabes. No tendrás idea de quién soy.

- Marcelo Carter. Siento que jamás olvidaré tu nombre.

- Tal vez sea porque me debes mucho...

- No te estoy agradecido. No me has dado la mejor vida.

- Es la mejor que se me ocurrió para ti. Y ahora vete, que el tiempo sigue corriendo. Tal vez
algo de lo que hagas hoy me haga cambiar de opinión y te conceda lo que tanto quieres...
Tal vez no. –me tembló la voz y preferí guardar silencio- Ahhh –se quejó-, con tanta
cháchara nos perdimos de jugar cartas.

- No sé jugar al póker –gruñí.

- Si quisiera que supieras...

Me inundé de ira y me incorporé. Nada de aquello tenía sentido... Y de todas maneras sentía que
caminaba por primera vez cuando abandoné la pequeña habitación. Las piernas se me doblaban y
casi perdía el equilibrio, pero me las arreglé para salir del bar. La muchacha seguía limpiando con
desgano las mesas y ni siquiera advirtió mi partida.
Caminé decenas de cuadras y observé todo a mi alrededor, sentí aromas y toqué toda clase de
superficies. Todo me resultaba novedoso, diferente, hermoso. Tomé grandes bocanadas de aire y
corrí hasta tropezar y caer, lo que también se sintió asombroso. Besé a cuanta chica se me cruzó e
inclusive disfruté los bofetones que recibí.

Y ahora, que ya estoy en mi casa a punto de dormir, dejo evidencia en mi diario de que existo.
Soy Leon Scott Kennedy y hoy ha sido el mejor día de mi vida porque sé lo que soy; he respirado
y caminado por mi cuenta, como una verdadera persona. Nadie ha escrito mis pasos ni me ha
comandado con un joystick. Hoy soy. Y de todas maneras me siento agradecido de saber que
mañana no lo recordaré.

-

Buenas noches, Leon...

LEON S. KENNEDY 12:00 AM