lunes, 19 de julio de 2010

Días grises

Hola, he acá el epílogo final de esta historia llamada Días Grises. Me gustaría comenzar compartiendo con ustedes la sensación de que esta historia en particular no llenó mis expectativas y que la considero muy por debajo de otras que hay en el blog. Es por ello que tras subir el final he decidido colgar entradas tomándome un poco mas de tiempo, es la manera en la que la calidad vaya de la mano con una buena historia y no pasen cosas como en esta "Días grises", en la que pienso que primo más el publicar de forma rápida que elaborar una buen relato.

Bueno, sin aburrirlos más, dejo para quienes lograron seguir la historia... su final.



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CAPITULO FINAL




Finalmente dimos con el responsable de todo esto, se trataba ni más ni menos que de… el arquitecto Rick Damon.

Damon fue el arquitecto encargado de construir muchos edificios en este estado y una numerosa cantidad de viviendas, precisamente construyó las tres viviendas de las tres víctimas.


Rick Damon hizo negocios con Ronnie Wyatt que terminaron de muy mala forma hace unos años. Pero Ronnie aún conservaba una escritura de la sociedad que le daban derecho a obtener el 30% de los ingresos de la vivienda de casas. El arquitecto Rick Damon planeó una forma de hacerse con la escritura y de borrar a Ronnie del mapa al construir su casa con un pasaje subterráneo que solo él conocía. Fue bastante astuto al construir dos casas más con este sistema de túneles ocultos y así despistar a la policía “secuestrando” a dos personas más, el niño y la mujer.


Afortunadamente cuando llegamos al lugar donde conducían los túneles tanto el niño y la mujer secuestrados se encontraban en perfectas condiciones. Rick Damon no era ningún asesino en serie ni psicópata, ni ninguna de esas cosas que hizo hacernos creer, su única intención fue robar la escritura y eliminar a Ronnie, las otras víctimas (como ya dije) fueron solo para despistar, de hecho nos contó que esperaba un par de días más para regresarlas a sus casas. Sin embargo llegamos demasiado tarde como para evitar que eliminara a Wyatt, le había asesinado desde el primer día que le secuestró.


Curiosamente, aquel día que lo arrestamos… dejó de llover.












Prometo hacerlo mejor la próxima vez...

LEON S. KENNEDY 00:14 A.M.

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martes, 13 de julio de 2010

Días grises

















CAPITULO 4



Aquel individuo era Shaun Gomes, el sospechoso de Max. Se había inyectado no sé que cosa y se encontraba totalmente drogado en la tina de baño. Lo llevaron al cuartel en ese estado y tuvieron que esperar hasta el otro día para poder interrogarle. Pasaron horas hasta que pude ver a Max, yo intuía que le iba a ver de mal humor tras interrogar a Shaun…


En una sala nos reunimos Newendyke, Max y yo a puerta cerrada.


-No es nuestro hombre…- dijo Newendyke.- nos apresuramos.


Max no decía ni una sola palabra, permanecía en silencio masticando su orgullo.


-¿Revisaron bien su casa?- pregunté.


-Sí, no hay nada que lo incrimine en el caso de las desapariciones. Absolutamente nada.- contestó Newendyke.


-¿Y sobre las fotografías de mujeres desnudas?... ¿qué hay de eso?- insistí.


-Dice ser una especie de artista Under, del movimiento porno alternativo. Hasta ahora no hay ley que ponga tras las rejas a esta clase de gente.


-Entonces estamos tal cual comenzamos…- repuse.- ¿Qué sugiere usted, Newendyke?


-Las desapariciones parecen ser perfectas... quizás deberíamos volver a intentar con los familiares, fueron los últimos en tener contacto con ellos…- contestó Newendyke con un aspecto casi fúnebre, lleno de pesimismo.- tenemos que volver a repasar las teorías de porqué unos padres harían desaparecer a su hijo, un esposo a su mujer y una hija o su familia a un abuelo…


Me fui a almorzar con la detective Haillway aquel día, pasamos a un restaurant de hamburguesas que quedaba al paso, el lugar estaba casi vacío.


-Casi siempre vengo a este lugar, son las mejores hamburguesas del estado, ¿te gustan las hamburguesas?- me preguntó Haillway acomodando su abrigo mojado en el respaldo de su silla.


-Sí claro, no me enloquecen… pero en este instante muero por una.- contesté.


La mesera nos trajo dos hamburguesas para cada uno, Haillway pidió dos hamburguesas “buddy holly” bien sangrientas, yo pedí dos con doble queso y con salsa…. Definitivamente debo volver a ese lugar. El asunto es que en medio del festín haillway me preguntó sobre la decisión que curso tomaría la investigación tras descubrir que el último sospechoso no tenía nada que ver con las desapariciones.


-Han decidido apuntar nuevamente al círculo familiar de cada víctima… creen que ahí está el culpable.- le contesté.


-¿”Creen”?- me preguntó sonriendo.- ¿a ti no te parece así?


-Me parece lógico conducir la investigación para ese lado. Sin embargo ¿recuerdas lo que nos dijo Susan de que su padre soñaba con que venía un hombre a ofrecerle “libertad”?, pues tengo el pálpito de que ahí hay algo importante…


-¿Qué sugieres?...


-Sugiero que acabemos con estas exquisitas hamburguesas y luego volvamos a hablar con Susan.


Así lo hicimos, esta vez ella parecía mas reticente a seguir cooperando. Igualmente eso se entiende ya era tercera vez que (dos veces nosotros) que la policía iba a interrogarle.


-Por favor.- nos dijo.- ya basta… creo que no tengo nada más que decirles.


-Susan, créame que la entiendo.- repuse intentando convencerla.- pero necesitamos de su ayuda para resolver este puzzle. Por favor, díganos todo sobre aquel sueño que él tenía donde un hombre venía a ofrecerle “libertad”.


-Ya se los dije… sólo me lo contó una vez… igual es difícil recordar…


-Lo sabemos, Susan… por favor inténtelo.- le animó Haillway.


-Me dijo que había soñado un par de veces que venia este tipo y le ofrecía libertad… no me dijo como era ni nada de eso…


-Susan, espere…- le dije al instante.- ¿recuerda usted las palabras exactas que usó su padre al contarle el sueño?


-Me dijo algo así como:”He soñado con este tipo,… ya dos veces ha venido a ofrecerme libertad”…


-¿Está segura de que fueron esas palabras las que usó?, ¿se refirió a él como “ese tipo” y no como “un hombre”?


-Sí, me dijo “he soñado con ese tipo”…-contestó ella bastante segura de sí misma.


Tras la entrevista con Susan le sugerí a la detective Haillway lo que a primeras luces parecía ser solo una remota posibilidad…, pero una posibilidad al fin y al cabo. Esto era que al referirse sobre el sujeto de su sueño como “ese tipo”, esto indicaba un grado de conocimiento sobre su persona, “ese tipo” a quien ya había visto antes… antes del sueño. Lógicamente la condición mental de Ronnie era un obstáculo aún muy grande como para sacar alguna conclusión.





Continúa en el Capitulo 5






Se viene el 5to y con este entro a la recta final.


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sábado, 10 de julio de 2010

Días grises













CAPITULO 3





La lluvia no paraba...



Al día siguiente me sentía muy enfermo. Desperté por la mañana con mareos y una angustiosa sensación de náuseas, creo que debí haber comido algo en mal estado. Al llegar a la estación de policía por la mañana lo primero que hice fue preguntar dónde estaba el baño. Pasé unos 15 minutos ahí vomitando. Luego, tras haberme recuperado un poco, salí del WC y afuera en el lavamanos se encontraba Max esperándome, parecía haber estado de hace un buen rato ahí.


-Tranquilo… no he muerto aún.- le dije al verme tan pálido en el enorme espejo.


-¿Qué te pasó?, me avisaron que andabas enfermo…


-Debió haber sido la cena… pero no es nada grave,… espero.- contesté mientras mojaba mi rostro.


-Tenemos a un sospechoso identificado ya en el caso de las desapariciones.- me dijo de pronto Max.-hoy iremos a arrestarle, esperaba que fueras con nosotros.


-¿Ya lo encontraron?, ¿tan pronto?- pregunté.


-Sí, se trata de un homicida drogadicto que fue atendido una vez en la clínica de rehabilitación donde trabajaba una de las víctimas: Natasha Thomasson. Una vez hubo un altercado y Natasha llamó a la policía para que se lo llevaran, esto enfureció a nuestro amigo y le juró venganza. Por otro lado, algunos vecinos de la casa donde vivía Joshua Damon vieron a un tipo merodeando el barrio, y la descripción se asemeja con la de este tipo.


-¿Y que hay con la tercera víctima, el anciano Ronnie Wyatt?, ¿alguna relación?


-No, hasta el momento ninguna, esperamos encontrar una cuando le interroguemos- contestó Max.


Me quedé en silencio mientras me contemplaba en el espejo. No me parecía que esto fuera obra de un drogadicto en busca de venganza, me parecía algo mucho mas elaborado, no sé… o al menos eso deseaba yo creer.


-¿Sabes?, ayer la hija de Ronnie nos contó que su padre había soñado con que un hombre iba y le ofrecía “libertad”…- le dije.- ¿no te parece que eso arroja luces de algún tipo de lazo entre el anciano y su victimario?


-¿Eh?, pero si solo ha sido un sueño… ¿como puedes considerarlo siquiera?


-Ronnie desarrolló una enfermedad que comprometió sus piernas…- expliqué de forma tranquila.- eso le causó cierto trastorno que a sus años hizo que su mente dejara de funcionar… se volvió senil, ya sabes… quizás a él le pareció que soñaba…


-Ya con padecer cierto trastorno mental le quita mucha credibilidad, a lo que sea… ven con nosotros, te repito que este sujeto… es nuestro hombre.


Fue un gran contingente policial el que se desplegó hacia la dirección del sospechoso. Las calles se encontraban húmedas, algunas rebosantes de agua de lluvia, de una lluvia que no se detenía nunca. Bajo el angustioso cielo gris nuestra caravana policial se dirigía a arrestar a un solo hombre.


-Es un enorme operativo para atrapar a un solo sujeto, ¿no?- me dijo de pronto Max.


-Tú pediste todo este contingente.- le respondí mientras apartaba mi vista de la ventanilla del patrulla.- es tu sospechoso…


Max es un buen tipo, pero su megalomanía es un problema muy grande en este trabajo. Yo comprendía que Max deseaba desde el fondo de su corazón que este sospechoso fuera el culpable, y no precisamente para que se hiciera justicia, sino para que su nombre fuera el que encabezara la lista de premios y condecoraciones, y por eso es que de alguna manera armó todo ese show con la brigada de fuerzas especiales para ir en busca de un drogadicto.


Finalmente arribamos al lugar, se trataba de una casucha semi-abandonada que quedaba tras un bloque de departamentos antiguos. Todos los agentes descendieron de los vehículos rápidamente y avanzaron hasta el frontis de la casa. Nosotros (Newendyke, Max y yo) íbamos de los últimos dejando todo el trabajo de irrumpir en la morada a la brigada de fuerzas especiales. La orden fue dada y los agentes derribaron la puerta de un solo golpe para luego entrar todos de prisa y vociferando órdenes. Luego fue nuestro turno, tras el aviso de que estaba “todo despejado”. Entramos, el interior de la casa era frío y húmedo… también había un pestilente mal olor como a comida podrida. No había mucho en que fijarse, pero si me llamó la atención un montón de fotografías con desnudos de mujeres en distintas poses que estaban sobre una mesa. Al menos parecían haber sido sacadas con el consentimiento de quienes aparecían ahí. Continuamos avanzando por la casa en medio de la penumbra, tal parecía que el sospechoso no se encontraba en la morada en ese momento. Llegamos luego a la habitación donde en la cama había otro montón de fotografías con chicas desnudas. Los demás agentes inspeccionaban la cocina, otros los armarios, etc. Yo me fijé en una puerta media escondida que se encontraba junto a la habitación., me acerqué a ella cuidadosamente mientras los demás abandonaban la estancia, desenfundé mi arma y con la otra mano empujé suavemente la puerta. Era el baño, y ante mis ojos apareció un hombre extremadamente flaco, recostado en una tina llena de agua con sus ojos cerrados. Llamé a los demás oficiales creyendo que el tipo estaba muerto, sin embargo no lo estaba…




Continúa en el capitulo 4


No hay tercera sin cuarta...

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miércoles, 7 de julio de 2010

Días grises




















CAPITULO 2


-¿Conexión entre los “desaparecidos”?, ¿solían frecuentar algún mismo lugar?, ¿algún lazo familiar?...- preguntó una detective.


-Hasta el momento ninguna de las tres víctimas sostenía algún tipo de relación entre sí, tal parecen ser solo víctimas al azar.- dijo Max.- Sin embargo bien podría haber un conocido en común o alguien que las tres personas desaparecidas conocieran, así que chequearemos el círculo familiar y de amistades que rodeaban a las víctimas. ¿Alguien más?


-Podríamos revisar el mapa geográfico de los sucesos y establecer algún tipo de patrón…- observó un oficial.


-Muy bien, es una posibilidad… vamos, ¿alguien más?... ¿Leon?.- Max se dirigió a mí.


-Me gustaría ir al lugar y hablar con los familiares, sobre todo de ésta última víctima que es el anciano.- respondí.


-Bien, ve con la detective Haillway.- me propuso, a lo cual accedí sin problemas.


Todos nos levantamos de la mesa sintiendo el peso del mastodóntico puzzle al cual nos enfrentábamos, antes de salir de la sala el teniente Newendyke le habló a los demás oficiales que quedaban con él.


-Señores, mientras tanto nosotros debemos reunir absolutamente toda la información posible sobre las víctimas, incluido cumpleaños, fecha de bautizo, pasatiempos favoritos, nombre del peluquero al cual iban, etc. Todo lo que nos pueda abrir un camino.


La lluvia no cesaba y el cielo gris era una constante aquel día… y los demás que le siguieron…

Me dirigí junto a la detective Haillway en automóvil al hogar de Ronnie Wyatt. En el trayecto comenzamos a charlar un poco sobre el caso al que nos enfrentábamos. Ella parecía querer buscarle el lado sensacionalista al asunto.


-Un niño, una mujer y un anciano desaparecen sin dejar rastro alguno… ¿te había tocado algo así antes?- me preguntó.


-Todos los años desaparece gente,… me han asignado casos de eventuales secuestros y cosas así.- respondí sin perder de vista la carretera.- Sin embargo, esto es distinto. Como bien dices las víctimas parecen no haber dejado rastro alguno, y eso hace mas difícil aún encontrar respuestas.


-Creo que cualquier hipótesis en estos momentos es bienvenida… hasta Ovnis.


-Aún es demasiado pronto como para culpar a ET – le contesté sonriendo.- tengo la corazonada que mas pronto que tarde encontraremos al deschavetado que está detrás de todo esto.

-Jajaja…¿”deschavetado”?, ¿Qué significa eso?- me preguntó Haillway.


-Ah, es algo así como “chiflado”… lo aprendí cuando me tocó ir a España una vez…


-¿De veras fuiste a España?, ¿lo pasaste bien?


-De las mil maravillas….- le dije.


Finalmente llegamos al hogar de Ronnie Wyatt, el anciano de 68 años desaparecido durante la madrugada. Lo primero que noté fue que se trataba de una familia acomodada a la que pertenecía Ronnie y me pregunté si este era un rasgo que se repetía en los otros dos casos, lo cual confirmé durante esa misma tarde. Al llegar nos recibió la hija del anciano desaparecido, en primera instancia no quería hablar con nosotros, pero luego de unos minutos accedió a la entrevista.


-Sé que esto es difícil para usted, Susan.- Le dije una vez estando sentados en la sala.- por lo que agradecemos su cooperación. Todo lo que nos pueda decir es importante.


-Susan, díganos como ocurrieron los hechos anoche desde su perspectiva.-le pidió la detective Haillway mientras encendía la grabadora y la depositaba sobre la mesita del café.


-Mi padre tenía una enfermedad que afectaba sus piernas, hace unos meses dejó de caminar… y comenzó a usar silla de ruedas. Eso le afectó mucho, se puso triste y dejó de ser el de antes. Cada vez andaba mas retraído y su lucidez mental empezó a fallar…. Sin embargo no tanto como para intentar fugarse o escapar en medio de la noche, además no podría ir prácticamente a ningún lado sin su silla de ruedas… y esa silla aún permanece en la habitación junto a su cama.


-Susan… ¿sabe usted de alguien que haya tenido algún problema con su padre Ronnie?, ¿o quizás con alguno de ustedes, con alguno de su familia?


-¿Algo así como un enemigo?...- preguntó Susan intentando hacer memoria.- pues no, la verdad que no. Me gustaría recordar algo, aunque sea un solo detalle raro, pero es que todo fue tan repentino…


-¿Su padre le dijo algo que le pareciera a usted extraño?- le pregunté.-, no sé… un comentario o cualquier cosa que a usted le llamara la atención.


-No, nada…


La ronda de preguntas duró unos minutos más, pero la verdad es que no nos arrojó ningún dato importante. Finalmente Haillway y yo nos despedimos de Susan y fue cuando estábamos llegando a la puerta que la mujer pareció recordar algo.


-¡Esperen!... acabo de recordar algo…-nos dijo acercándose a nosotros.- un par de veces me dijo algo que en su momento me pareció que era producto de su estado mental, pero… ahora que lo pienso… él me dijo que un par de noches soñó con que venía un hombre y le ofrecía “libertad”…






Continúa en capitulo 3



Otra vez se alargó la cosa... intentaré ir resumiendo

LEON S. KENNEDY 02:01 A.M.


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lunes, 5 de julio de 2010

Días grises



















CAPITULO UNO





La lluvia se dejaba caer con fuerza sobre el barrio y los tejados de las casas…

Arriba, el cielo gris acentuaba en gran manera el paisaje triste y sombrío que se dejaba ver. Un niño llamado Joshua Damon de 8 años de edad, según se ha dicho desapareció en algún punto del trayecto desde la mesa del comedor hasta el baño de su casa. Dada la increíble naturaleza del caso los primeros sospechosos de la desaparición del menor fueron obviamente sus propios padres. Ambos alegaban total inocencia y se mostraron profundamente afectados cuando se entrevistaron con la policía. La teoría de infanticidio encubierto fue estudiada cuidadosamente por el fiscal a cargo y durante todo el proceso nunca se lograron reunir las pruebas suficientes como para enjuiciar a ambos progenitores, sin embargo seguían siendo los principales y únicos sospechosos.

Pasaron casi tres meses hasta que llegó a conocerse el caso de Natasha Thomasson, mujer de 34 años que literalmente desapareció durante una noche común y corriente estando en su casa. Según los antecedentes entregados por su marido, Natasha se levantó como todas las noches al baño, pasaron unos segundos en los que predominó el silencio, luego este fue interrumpido por un aterrador grito de auxilio. El hombre se levantó a ver que sucedía y no pudo encontrar a su mujer por ninguna parte,… había desaparecido.

La policía de la ciudad pidió ayuda al gobierno, debido a lo extraño de ambos casos y la complejidad que se daba al no encontrar pruebas de nada. Nuestro equipo fue enviado a la zona y tuvimos una reunión con el departamento de policía local en la mañana. El teniente a cargo del caso se llamaba Chris Newendyke, hombre maduro de unos 50 años de edad aproximadamente. Se evidenciaba en su rostro la enorme frustración que sentía al no poder encontrar siquiera algún indicio o pista a la cual aferrarse.


-Caballeros.- nos dijo una vez estando en la reunión.-agradecemos su presencia y el apoyo que nos vienen a prestar. Es primera vez que nuestra policía se enfrenta a hechos como estos, y la verdad es que nos hemos sentido sobrepasados.


-Descuide, teniente Newendyke.- dijo Max, uno de los que vino conmigo.- creo que ninguno de los que estamos en esta mesa puede decir que lo ha visto absolutamente todo en la vida, créame que actuando en conjunto y en forma organizado, tendremos este caso resuelto antes de lo previsto.


En ese momento ingresó a la sala con cierta prisa un joven oficial de policía, bajo su brazo traía una carpeta con papeles e informes. No dijo nada, simplemente se dirigió hacia Newendyke y le entregó los documentos. El teniente echó una ojeada a los papeles y su rostro se fue poniendo cada vez más tenso a medida que leía. Finalmente dejó caer la carpeta sobre la mesa y se dirigió a todos nosotros.


-Acaba de suceder otra vez…- nos dijo.- Ronnie Wyatt, un anciano de 68 años quien tiene dificultades para desplazarse y por ende ocupa silla de ruedas, desapareció anoche durante la madrugada. No hubo testigos, su familia no se explica cómo sucedió pues se había ido a su cuarto a dormir temprano y esa fue la última vez que le vieron.


Hubo un silencio en el cual parecía que todos esperábamos a que alguien tomara la palabra, nos miramos unos a otros hasta que Max se decidió a hablar.


-Bueno, tenemos dos opciones… dejarnos intimidar por la extraña naturaleza de estos casos, o tomar esto como un desafío y buscar hasta en el mas mínimo antecedente algo que contribuya a su solución.


Hubo otro silencio, todos pensaban y meditaban para sí mismos.


-Sé que todo esto es y parece muy complejo.- dije yo finalmente.- pero cualquier cosa que se les ocurra, por favor díganla, toda hipótesis puede llegar a ser una probabilidad…









Continúa en el 2do capítulo.





Esto da para más, seguiré en una segunda parte...

LEON S. KENNEDY 01:22 A.M.

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