martes, 31 de mayo de 2011

Marco Vancouver

Ya no estaba enojado, sino muy asustado. Más cuando escuchaba las propuestas de salvación de mis compañeros. Atacarnos entre nosotros, distraer al niño y volarle los sesos... por lo menos eran ideas y no se quedaban callados como yo, un idiota paralizado por el miedo. Algo había que hacer, pero ya nada se podia inventar tampoco. Seamos realistas, este pibe fue el titiritero de un ejercito entero, que podíamos hacer? Fingir que nos atacabamos entre nosotros? Hasta qué punto? Que nos terminasemos matando unos a otros? Además estaba segurísimo que en cuanto apuntaramos a ese angelito, la cosa esa que nos acompaña nos haría trizas en cuestión de segundos. Algun comentario había escuchado de este chico, creo que era hijo de una prostituta... bueno en fin, en ese instante me daba cuenta de que siempre estuvo jugando con nosotros y que nos llevó donde quería que fueramos. Estaba seguro que era el mismo chico de la torre que sabía mi nombre, ahora ya sé porque me dijo que me iba a morir, ja. Pero, por qué no había matado al sobreviviente que me ayudó a salir de ahi? Sería otra ilusión? Parecía muy real el hombre. Hasta me acuerdo que lloraba por el hijo, pidiendo una segunda oportunidad. No sería que...? Imposible, o casi. Era el padre del niño? Sonaba ilógico, el tipo parecía estar totalmente loco, aunque sentía culpa por un supuesto accidente...

- Leon... - Empecé a hablar dudando - si estoy en lo correcto, en este lugar se encuentra el padre del niño. Estuve con él en la torre, y me ayudó a escapar. A no ser que haya sido un engaño, el hombre este se veía muy arrepentido de algo que había hecho, que derivó en un accidente... y hablaba de que tenía un niño pequeño, que ya no iba a perdonarlo, qué había sido mal padre, etc., pero que deseaba tener una segunda oportunidad. Ah, y antes de encontralo, me tope con un niño en la oscuridad, que parecía estar jugando conmigo. Me dijo: "vas a morir Marco", o algo así. Si Verónica me ayuda a convencer al chico de que me acompañe a la torre a hablar con este hombre, quizás acepte, y hasta en el mejor de los casos, sea realmente su hijo y el dolor que su padre me demostraba mientras lloraba arrodillado frente a mí, lo conmuevan, lo ablanden, y hasta quien sabe, su ser se separe del ente este que lo acompaña. Y si sale mal, por lo menos ustedes tendrán una oportunidad para escapar.-

Todos me miraron de manera extraña. Y si, era soñar demasiado lo que proponía. Pero en la situación en la que estabamos, todos salvo Verónica, nos podíamos dar por muertos.

Veronica Hawk

De repente me tope con mi pasado, en una visión terrible y estremecedora, tenía la imagen de todas las cosas crueles que tuve que pasar gracias a mi familia, golpes, escondidas, balazos, pérdidas, engaños, soledad..........Absolutamente todo.

Estuve en estado de shock, al ver que todos me miraban, volví en sí, y me quede pensando en que era lo mejor, que podía lograr a ser, aunque parezca extraño, ese niño sentía lo mismo que yo, estaba solo, no tenía a nadie que le diera una mano, un niño inocente (si se podría decir), tal vez sádico. pero aún seguía siendo un niño en el fondo, tuve un golpe muy duro en la vida, aun lo tengo, que nunca lograra ser superado, estuve atada a terribles cosas, pero a él le toco peor que yo seguramente.

Contemple al niño por unos segundos, sonriéndole con una mirada cautiva.
Debía hacer lo mejor para mi equipo, no debía enfadarse el pobre y tenebroso chico.

Necesitabamos un plan y rápido, pero no podía dejar aún de pensar en el niño y su amigo invisible esa cosa que daba escalofrios, que con un solo pequeño error nos mataría a todos y lo peor era que me queria a mi como... ¿Su novia? ¿Qué demonios?

El plan de Hunter era el que mas me convencia, pero de todos modos es muy peligroso nuestras vidas estan en riesgo tengo que pensar.... así que también podiamos hacer un cambio: Grant y mis compañeros por ser la novia de el hijo de satanás.....perdón ese pobre chico, luego podría tratar de escapar y engañarlo asesinandolo, aunque no creo que lo conseguiria pero Leon dijo que esta era una misión peligrosa y si tengo que morir por salvar a otros que así sea.

-Debo salvar a mí equipo-

lunes, 30 de mayo de 2011

HUNTER HEADEN

Recuerdo claramente las palabras de Leon al decirme que no quería psicópatas en su grupo... pero esa chica... Baterman... vi sus ojos al mirar aquel chico y la vi frenar bruscamente al darse cuenta que se abalanzaba a la cama ensangrentada.
  Situación que me producía profundo desagrado... no era manera de matar a alguien, niño descuidado... “vamos Hunter no puedes pensar en eso ahora...”
  La propuesta de Caroline me pareció buena... pero... que hay con aquella “cosa” que obedecía al niño? En el momento que Baterman lo asesine... todos seremos presas fáciles...
En otro momento hubiese propuesto ofrecer a Verónica a cambio de nuestras vidas, pero... esas cuatro personas consiguieron agradarme demasiado...
“vamos Hunter! Piensa como asesino!... que es lo que mas te frustraría? Que te sacaría de tus casillas?”... claro... solo una cosa me sacaría de mis casillas...

-Tal vez esto este fuera de lugar... –murmure mirando el piso- pero creo que ir a matar contra el chico sería tonto, aquella especie de “cosa” nos asesinara. El chico esta tranquilo... porque nos tiene en su mundo, todo aquí sucede tal como el lo desea... pero... y si probamos sacarlo de sus cabales? , les puedo asegurar que lo mas frustrante para un asesino... es que sus presas no lleguen a sus manos... sino que estén a puntos de ser asesinadas por otro... –Kennedy había clavado sus ojos en mi, yo estaba haciendo justo lo que me pidió que no hiciera...- Propongo que nos ataquemos entre nosotros... montemos una escena sin prestarle atención al chico... en fin, es un chico... solo quiere atención...

domingo, 29 de mayo de 2011

Caroline Bateman

Mientras Leon balbuceaba, me concentre en el niño. Se veía tan lindo, tan inocente, me recordaba a…
Creo que todos se dieron cuenta cuando vieron mis ojos llorosos, Hunter me miro fijo como diciendo “no seas idiota Carol”. El y yo nos conocíamos desde hace un tiempo largo. Compartimos celda por un par de meses, de los años que estuve encerrada en ese hueco infernal y patético. Hasta que crecí lo suficiente como para ser considerada hostil y me confinaron a ese lugar sola.
Sola… como debía sentirse el niño en este momento, ocultándolo bajo un velo de muerte y el deseo de sangre tibia en sus dedos. Podría ayudarlo, a mi me obligaron a contener lo que llevaba dentro, tal vez podría enseñarle a el… eso me dejaría aquí sola con el niño, y dudo que Leon acceda a eso. “Aparte, para que ayudar a ese feo pigmeo?. Por que no sacas tu hermoso bisturí y juegas un poco?”
Comencé a tararear la canción que cantaba el niño mientras de a poco me alejaba del grupo. Mi cabeza daba vueltas, el niño parecía tener un aura oscura… algo que despertaba lo supuestamente “dormido” en mí. Respire hondo y pronto me estabilice. No podía dejarme llevar, no en ese momento.

-          podría ser… - todos se dieron vuelta hacia mí. Baje la voz lo mas que pude – yo, podría… hacerme su amiga, digo, tengo experiencia en hablar con psicópatas. y podría convencerlo de que puedo ayudarlo… para después volarle la tapa de los sesos. – 

Supongo que no había otra opción, y tal vez si le disparaba a algo la otra se calme.

La situación :... ¿ y tú me necesitas?

















CAPITULO 7




-¿Dónde se encuentra Grant?- pregunta Verónica exasperada.

-No…no lo sé, no le he visto desde hace horas, ¡quizás dias!- responde el oficial evidentemente nervioso.- no sé si está muerto o vivo…, aunque tomando en cuenta las cosas que suceden aquí… mas vale considerar esa primera posibilidad.
-Y ¿Qué carajos era esa cosa invisible que asesino a todos?- volvió a preguntar la chica.

-Todo lo que sé es que a veces viene y se va… es como un mensajero de algo o de alguien que nos observa desde algún lugar…nos ha mantenido cautivos desde hace horas a mí ya mis soldados que ahora están muertos.

-¿Qué paso aquí acaso un ataque terrorista o un experimento fallido?

-Tengo entendido que es lo segundo…- responde el oficial.- nosotros no pertenecemos a este recinto, mis hombres y yo vinimos a causa de una emergencia que se desató en este lugar…. Pero cuando llegamos, todo el mundo parecía estar loco… comenzamos a ver cosas horribles, algunos sufrieron alucinaciones verdaderamente espantosas… uno a uno el personal médico y militar comenzó a ser asesinado de forma cruda y sangrienta…. Y nosotros fuimos encerrados en este galpón subterráneo, cada dos horas venía esa cosa invisible a llevarse a uno como si se tratara de un juego sádico motivado por el capricho de alguien más…, por favor, créeme que hemos sufrido tanto o más que tú y tus amigos.

-Verónica…- llama de pronto una voz a la muchacha, al darse vuelta se da cuenta que se trata de Leon quien ha llegado al lugar, junto a él se encuentra Marco.


-Bien, creo haber descifrado esto.- le dice Bateman a Headen refiriéndose al puzzle que tienen en frente.

-4 minutos… no está nada mal…- le contesta Hunter.

-Gracias. Nunca fui buena para los puzzles, me gustan los retos…. Pero cuando me pongo nerviosa tiendo a echar todo a perder.

-Dímelo a mí… jamás he sido bueno para actuar de “chico bueno”- le contesta Hunter.- sin embargo en este lugar he pasado de querer asesinar a Leon de un balazo en la cabeza a estimarlo profundamente.

-Un momento, ¿de veras pasó por tu cabeza querer asesinar a Leon?- pregunta Caroline.

-Bueno, suponiendo que esto quedará entre tú y yo… quizás sí pasó por mi cabeza en algún momento, pero soy asesino, ¿cómo me vas a culpar por pensar eso?, ¿acaso son culpables las aves por volar?

-Supongo que no…- contesta Caroline, luego vuelve a concentrarse en el puzzle.- bien, aquí vamos…. D…. O… L…O… R.

El umbral de la bóveda comienza moverse y un “clic” activa el mecanismo que abre sus puertas de forma lenta y pesada.

-¡Eso es!- exclama Caroline alistando sus armas. Lo mismo hace Hunter Headen quien se apoya a un costado.

Mientras la bóveda se abre lentamente llegan por las escaleras Marco Vancouver, Verónica Hawk y Leon Scott Kennedy.

-Juntos de nuevo...- dice Leon acercándose a la bóveda.- Muchachos, me alegro que todos hayamos logrado llegar a esta instancia en una pieza, si es que saben a que me refiero…


-Lo sabemos, Leon.- responde Marco.- y se trata de un autentico milagro.

-Mas que milagro, yo diría que ha sido fruto de sus habilidades y temperamentos, me alegro de haberles elegido para esta misión…y chicos…- Leon cambió su tono de voz a uno un poco más triste.- quiero decirles que pase lo que pase… estoy muy orgulloso de ustedes y han sido grandes compañeros…

Aquel tono de tristeza en las palabras de Leon S. Kennedy es advertido por todos en el grupo, sin embargo el peso y trasfondo real solo es conocido por Hunter Headen quien es el único que hasta el instante reconoce la infección que porta Leon.

El umbral de la bóveda termina por abrirse completamente y ante sus ojos aparece una estancia enorme y muy amplia en cuyo centro se revela una estructura que en su parte alta permanece una persona que a la distancia y por la oscuridad no pueden apreciar muy bien quien es. Los 5 miembros del grupo entran separándose por los costados tal como suele ser la tactica de los grupos de irrupción, Headen, Hawk y Leon toman la derecha mientras que Bateman y Vancouver se deslizan rápidamente por la orilla izquierda. Finalmente tras avanzar unos cuantos metros unos alaridos de dolor llegan a sus oídos. Leon se fija en la superficie de aquella estructura y no tarda en darse cuenta del crudo y horrible cuadro que está sucediendo:



















Un muchacho de alrededor de 12 años mantiene atado a una camilla a un hombre de mediana edad recostado boca abajo, el chico parece concentrado en hurgar su columna a través de una obertura en la piel y la carne. El niño está salpicado de sangre, al igual que la camilla y el suelo producto del agujero en la espalda de aquel hombre quien agoniza de forma horrible a causa del dolor.

-Hola, chicos…- les saluda el niño, quien parecía haber advertido de hacía mucho rato su presencia.- disculpen mi apariencia tan grotesca, pero todo buen médico debe mancharse de sangre alguna vez, ¿no?

-Tú…. Exclama Leon con sus ojos desorbitados por el asombro y el horror.- ¡tú!, ¡yo te conozco!

-Así es, nos topamos una vez… hace ya un buen tiempo…- respondió el chico.- recuerdo haberte permitido vivir…allá en Princeton, en un depósito de chatarra, si mal no recuerdo…

-Eres el niño Joseph… Joseph Rathbone…- dijo Leon aún golpeado por la sorpresa.- oh, por dios ¿acaso este es el recinto militar donde te mantenían cautivo?

-Así es…este ha sido mi hogar durante estos últimos meses.- contesta el muchacho.- sufriendo fuertes dosis de manipulación mental, viendo extrañas imágenes… acompañadas de una siniestra música.- Joseph baja su mirada hacia el hombre que yace sobre la camilla.- ¿no es así dr. Grant?. ¿Qué otra clase de jueguitos viciosos autorizados por el gobierno experimentó en mí?

El dr. Grant apenas y puede mantenerse consciente debido al agónico dolor.

-Ahí esta Maimillian Grant…- les comenta Leon en voz baja. Luego avanza un par de pasos hacia delante para dirigirse al niño Joseph.- Joseph,… Joe…sé que han hecho contigo cosas no muy lindas y que eres solo un niño víctima de las circunstancias, un niño que puede ser salvado y amado,… un niño justo y por sobretodo… un niño de buen corazón.

Algo ocurre con la fisonomía del muchacho que por un instante cambia su apariencia grotesca a una totalmente inocente.













-Es cierto,… yo… no deseo ser malo, pero ¿acaso alguien NO lo es?, nadie conoce mi dolor y todas las cosas que he sufrido… de uds. La única persona similar a mí es Verónica… Hawk, ella ha sufrido quizás tanto como yo y ha sido duramente golpeada por la vida tal como yo… quiero que ella sea mi novia, juntos seremos muy felices. Me sentiría tan feliz que quizás a los demás de ustedes los mate de forma rápida y no de la forma cruda y dolorosa que les tengo planeada…

Todos se quedan mirando a Hawk por un instante con cara de pregunta, pero ella solo les devuelve la mirada totalmente confundida ante lo que sucede.

-Ahmm… Joseph, ¿nos permitirías conversar esto de forma privada con mi equipo?- pregunta Leon.

-Adelante, yo por mientras seguiré estudiando la anatomía del sistema vertebral del ser humano… es taaan interesante.- dice el niño mientras comienza a tararear una melodía infantil, que a Caroline Bateman le resulta particularmente familiar. Luego advierte que se trata de la misma melodía tarareada por la anciana quien antes le había dado el alfabeto hebreo.

-Bueno…- les dice Leon reunidos en círculo.- esto es realmente feo. Joseph es solo un niño, pero no nos engañemos… también es capaz de ser muy malvado…

-Me consta.- agrega Bateman.-creo que muchas cosas que nos han pasado en este lugar han sido en parte creadas por él. Como si todo fuera parte de un juego, un juego sádico pero que le ha entretenido mucho.

-Tiene sentido, Caroline.- comenta Leon.- Este lugar lo dirige él, puede dejarnos encerrados si lo desea o asesinarnos en un parpadeo gracias a una entidad sobrenatural que le ayuda y le sirve. Tenemos que ser muy listos y rápidos si queremos salir de esta… intentar ganar tiempo, no sé. Tampoco me agrada la idea de matar a un niño, pero este niño habla de matar sin escrúpulos… y Verónica… no quiero ni imaginarle siendo su pareja. Necesito que digan lo que piensan, si alguien tiene una idea que pueda ayudarnos ante esta situación que la diga… ¿qué se les ocurre?, juntos deberemos abrazarnos a la decisión más inteligente…



*Cada uno exponga una posible salida a la situación en la que se encuentran.




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El diario de Leon S. Kennedy by Marcelo Carter is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Unported License.

sábado, 28 de mayo de 2011

Verónica Hawk

Le dije a Marco que lo alcanzaría después de interrogar al tipo con algunas preguntas que me tenían desesperada, debía hacerlo rápido, ya que Marco me iba a necesitar tarde que temprano.

Era la hora de unas respuestas, me dirigi al soldado con una mirada asesina, tenía la pistola apuntandole, luego le dije algo sería, porque esto no me lo tomaba como una tonta broma:

-Oye idiota aqui te van unas preguntitas y si no las quieres responder te hare algo tan horrible que desearas no haber nacido jamás, bueno primero lo primero ¿Dónde se encuentra Grant?-

-Segundo ¿Qué carajos era esa cosa invisible que asesino a todos?
Y por último ¿Qué paso aquí acaso un ataque terrorista o un experimento fallido?-

Ahora tan solo debia esperar respuestas........

viernes, 27 de mayo de 2011

Caroline Bateman

Respiré hondo, Hunter también lo hizo, ya que sentí su aliento en la nuca. Me limpie el sudor de la frente con una manga y me concentre en el panel.
Nunca fui buena para los puzzles, me gustan los retos, pero cuando me pongo nerviosa tiendo a echar todo a perder. "esto es una Khaf o una Dalet?...". En mi cabeza habían transcurrido horas, pero cuando me fije en mi reloj, apenas había rozado los 4 minutos… supongo que el tiempo se congela cuando estas con los nervios a tope.
Suspire de nuevo. “Aquí vamos”, me dije mientras que con un dedo tembloroso marcaba las letras, D-O-L-O-R.

La situación: ... te necesito.















Capitulo 6



Hawk - Vancouver


Los soldados observan a Verónica con pavor y extrañeza, los que estaban cerca de Marco también depositan toda su atención en ella y en sus dichos, es ahí cuando Vancouver aprovecha y se desliza hacia una posición más baja y cercana a Verónica. Una vez allí Marco respira hondo y se arma de valor para finalmente arrojar una granada de luz al centro del galpón. Es tal el brillo que enceguece temporalmente a todos los hombres incluida Verónica Hawk.

-No temas…- le dice mientras corta con prisa la soga que ata las manos de la chica.- soy Marco Vancouver, ya llegó la caballería.

-Oh, justo a tiempo…- dice ella aliviada.- creo que a partir de ahora reconsideraré el seguir detestando a los hombres…

-Listo.- le dice Marco liberándola de las sogas.- Ten una pistola, creo que tendremos que abrirnos paso…

Efectivamente, el panorama no es muy auspicioso ya que los soldados han vuelto a recuperarse de la sorpresa y del shock que les ha provocado la granada de luz., muchos de ellos se acercan con sus armas prestas a disparar. Marco va a halar el gatillo, sin embargo una fracción de segundo antes de que lo logre algo ocurre, una fugaz visión se hace presente en el lugar y como un rayo se desliza a toda velocidad por el aire.

-¡Es él!, ¡ha regresado!- gritó el oficial que estaba al mando de todos.- ¡busquen un escondite!

Uno a uno los soldados eran aniquilados por una extraña fuerza invisible, cabezas eran decapitadas, brazos y torsos eran separados de los cuerpos dejando regueros de sangre por todo el lugar. En cosa de segundos ningún soldado quedaba en pié, gran parte de ellos fueron muertos descuartizados y uno que otro quedó en el suelo agonizante por un instante más…

De pronto la extraña entidad tomó una forma semi-invisible y se detuvo frente a Marco y a Verónica, se trataba de un ser enorme y que de alguna manera irradiaba cierta hermosura…

-Amigo, no sé lo que eres… pero te debemos la vida…- le dice Marco en un gesto de agradecimiento, sin embargo a la entidad parece no importarle en lo más mínimo y le responde con un severo golpe que lo arroja unos 7 metros atrás contra una pared.

-¡Marco!...- exclama Verónica yendo en su ayuda.

-El no es importante…- dice de pronto la entidad con una extraña voz metálica y de ultratumba.- pero tú…, tú eres distinta.

-¿Eh?, ¿quién diablos eres?, ¿qué quieres?...- le pregunta Verónica mientras asiste a Marco.

-Considérate afortunada…. a él le gustas…- sentencia finalmente el extraño ser para luego desvanecerse en medio de la nada misma.

La muchacha ayuda a Marco a incorporarse luego del golpe que ha recibido.

-¿Estás bien?

-Eso creo…- responde Vancouver.- en todo caso… he recibido peores golpes…

En ese instante ambos ven al oficial que estaba al mando de todo aquel grupo de soldados, escondido bajo unas escalas esperando a que la masacre acabara.

-Tú y yo teníamos algo pendiente, ¿no es así?- le dice Verónica sacándole del escondite.

-¿Acaso vas a matarme?- pregunta el oficial.- ¿Qué no se dan cuenta de que todos estamos muertos ya?... ¡jamás saldremos de aquí!
-Tú sabes lo que sucede aquí… y vas a hablar, ¿me oíste?- le dice la muchacha preparando la pistola.

-Hawk…- dice de pronto Marco.- allá abajo, en el nivel -4 está ya Caroline Bateman y lo más probable que también se encuentren Hunter Headen y Leon con ella. Quizás puedan estar necesitando nuestra ayuda… no lo sé. Pero, si hemos de ir es mejor que lo hagamos pronto.

-Lo sé, pero a este tipo le podemos sacar mucha información… él ha visto más veces que nosotros a esa cosa invisible que nos habló…- contesta Hawk.

-Es cierto. Bueno, te cedo la decisión, mas que mal has sido tú la que ha debido soportar maniatada todo este desastre…

Verónica Hawk decide:

*¿Decides ir con Marco hacia los niveles inferiores?

*¿Decides sacarle algunas respuestas al oficial? (de ser así deja extendida tres preguntas que consideres importantes)




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Bateman – Headen


Caroline llega finalmente al nivel -4 en donde aguardaban Hunter Headen y Leon Scott Kennedy.

-¿Me extrañaron?- preguntó Caroline al llegar.

-Caroline, que gusto poder verte.- dice Leon.- Dime que encontraste a Grant, por favor.

-En lo absoluto…, me encontré con muchas cosas en mi camino, menos con Maximilian Grant.- responde ella.

-Leon, ¿hay una chance de pedir refuerzos si es que las cosas comienzan a ponerse mal?- pregunta Hunter Headen.- digo, si es que se ponen mucho peor que ahora…

-Negativo, estamos a nuestra suerte… o al menos lo estaremos hasta un par de horas más en donde vendrá un helicóptero a buscar a Grant… si es que lo encontramos vivo…- luego Leon se dirige a Caroline.-Caroline, ¿Qué ha pasado con Vancouver?

Bateman le cuenta todo lo sucedido en la torre, desde el incidente con Gwyneth hasta que se tuvo que separar de su compañero y lo de la misteriosa anciana a la cual tuvo que contarle una historia, Headen y Leon escuchaban asombrados.

-Vaya travesía… - comenta Leon.

-Así es, y en estos instantes Marco ha ido en rescate de Verónica Hawk quien permanecía secuestrada por un grupo de soldados dementes…

-¿Dónde?- pregunta Leon alistando su arma.

-Algunos niveles más arriba… no recuerdo mucho el camino la verdad, vine de prisa pues temía que estuvieran ustedes en un embrollo peor…

-Pues, tenemos ese obstáculo de la puerta…- indica Hunter Headen.- son caracteres que no comprendemos, es una clave que permitirá ingresar a esta bóveda.

Caroline la observa y se da cuenta al instante que se tratan de los mismos caracteres del alfabeto que recibió como obsequio por parte de la anciana, sin duda las cosas estaban saliendo bien.

-Estamos de suerte…- dice Caroline extrayendo las hojas.- este papelito puede ayudarnos, ni más ni menos que un alfabeto hebreo…

-Perfecto, Caroline y Headen… abran la bóveda y sea lo que fuere que se encuentre ahí adentro, no se arriesguen si no es seguro… solo hemos venido por Grant, ¿entendido?

-Entendido.- responden ambos al unísono.

-Yo voy en busca de Marco y Verónica.- dice Leon alejándose.- Suerte, muchachos y confío en ustedes.

Headen y Bateman se acercan al misterioso panel que contiene los caracteres hebreos.

-Bien, Caroline… todo tuyo…- le dice Hunter Headen.

















Jugada de Caroline Bateman:

-*introduce la palabra que se forma a través de los caracteres hebreos, es una palabra coherente. Tienes dos oportunidades para intentarlo.



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jueves, 26 de mayo de 2011

Verónica Hawk

Al ver a Vancouver y a Bateman ahí ocultos, sabía que tenía que hacer algo rápido, para llamar la atención de los soldados sin que me llenaran de plomo, pero no sé me había ocurrido nada aún, pero debía hacerlo, porque ponía en peligro la vida de los demás, era la primera vez en mi vida que tenía miedo, pero tenía que completar mi misión cueste lo que cueste.



Después de observar esa cosa de la que no estoy segura de que es en él aire, está situación me recordaba a los viejos libros de Lovecraft que tanto me han gustado y que posiblemente ya no podre leer nunca más, bueno eso no era de importar, debía pensar en algo para distraerlos así que me levante, mientras ellos estaban en lo suyo y dije con voz desesperante:

-¡¡¡Atrás, tengo explosivos, y si se atreven a dispararme, todo este lugar explotara!!!-grite como una maniatica.

Los soldados no tenían la menor idea de que hacer, sus caras se estremecieron, yo me puse como una vieja histerica, no esperaban eso, ahora solamente tenía que dejar que pasara todo.

El miedo aún así me invadía.....

Marco Vancouver

Era importante llegar con Leon y Hunter lo más rápido posible. Pero para mí era igual de importante salvar a Veronica. No me importaba que Leon haya dicho que no juguemos a los heroes, ya que podíamos poner en peligro la misión. No hacía ni un día que conocía a mis compañeros de misión, pero puedo decir que todos ellos demostraron tenes gran valentía y unas agallas increíbles para llegar a dónde estamos, cada cual a su manera. No iba a permitir que le pusieran un dedo encima a Veronica, ni a nadie. Por más que tenga que vencer a 100 soldados, estoy seguro que son igual de idiotas que los otros, o que yo tuve demasiada suerte en ese instante y que ahora me van a acribillar, pero no me importa.
Todavía no voy a morir, le prometí a mi amigo de la torre que saldríamos juntos de esto, y voy a cumplir mi promesa.

- Caroline...- Dije escogiendo las palabras adecuadas- no sientas remordimientos por dejarme aquí, tienes que moverte muy rápido. Leon y Hunt deben precisar de mucha ayuda, hermana. Y seguramente esa información que tienes en esas hojas les sean de utilidad...

-Marco...-Quizo interrumpirme, pero continué.

-Tu le serás de más utilidad a Leon, confía en mi. Y yo me voy a sentir útil rescatando a nuestra compañera, y no es que crea que lo puedo hacer sin ayuda; lo que pasa es que tenemos dos urgencias simultáneas y es inevitable que nos dividamos las mismas. Y si salimos de esto, te invito una cena, o una cerveza, o lo que quieras, jaja.

Dicho esto, empecé a preparar mi operación para salvar a Veronica, esperando que Caroline saliera en busca de Leon y Hunt.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Caroline Bateman

mi mirada se clavo en los ojos de Marco, teníamos minutos, quizás segundos para decidir. luego me concentre en los soldados que merodeaban por el lugar...

- sabes... yo podría tener algo importante para la misión. -

Marco hizo que nuestras miradas volvieran a chocarse.

- de que se trata?. - pregunto exaltado.

- pues, son un par de hojas. en ellas, hay un alfabeto hebreo. -

saque las hojas de mi bolso y el las inspecciono unos segundos. Luego me las devolvió gentilmente.

- deberíamos separarnos, - replique.- si nos quedamos juntos es probable que muramos. -

- supongo que tu irías a por Leon y Hunter. -

- exacto. eso te dejaría aquí. - dije carente de esperanzas.

Marco y yo volvimos a observar a los soldados. Todo dependía de su decisión ahora.

La situación: Ya entendí el chiste del bebé apuñalado..., pero no es gracioso
















Capitulo 5



Jugada para Hunter Headen



-No, aún no hemos llegado…- te contesta mientras examina el lugar.- Vamos, por acá.- te dice dirigiéndose a un angosto pasadizo.

Ambos atraviesan aquel oscuro y estrecho pasaje hasta llegar a una suerte de galerías subterráneas que se abren en distintas direcciones.

-¡Por acá!- exclama Leon corriendo con prisa, seguido por ti

Finalmente salen a un corredor más amplio que rodea una inmensa bóveda herméticamente cerrada, ustedes dos caminan con cautela alrededor de ésta buscando algún punto de entrada.

-Este es el nivel -4.- te dice Leon.-Y aquí se supone que debe estar Grant junto con otros sobrevivientes… no sacamos nada con gritar o preguntar, la bóveda está tan aislada que no nos escucharán desde dentro, como así tampoco escucharemos nosotros desde acá….

La construcción es imponente y ambos se detienen en una hendidura que al parecer resulta ser la entrada, sin embargo unas extrañas figuras resaltan sobre un alfabeto de nuestro abecedario.















-Hmmm…- reflexiona Leon sumamente concentrado.- Si de algo me ha servido jugar a algunos videojuegos… esto quiere decir que si desciframos lo que aquí está escrito entonces podremos pasar…, ¿no es así?

-Temo que si…- le contestas intrigado con el puzzle y con los extraños caracteres.- ¿te son familiares?

-Creo que es hebreo…, pero ese día debí haber faltado a la escuela, ¿y tú?

-Creo que yo también…- le contestas rascándote la cabeza.

-¡Diablos!... ¡estúpidos puzzles!- exclama Leon con frustración.- Ya no tenemos mucho tiempo, Hunter…

-¿Por qué lo dices…?- preguntas.

Leon se levanta un poco la manga de su traje y te enseña una fea mordedura que había mantenido oculta desde la última hora, sin duda un zombie le había mordido y por ende se encontraba infectado con un virus.

-Cuando nos separamos…- comienza a contarte.- me encontré con un grupo de soldados infectados, uno de ellos logró morderme en el antebrazo… por como actuaban… este virus no es el de las plagas, se trata del otro… del que te pone lento y torpe, ¿sabes?, de ese… de los viejos tiempos…

Un brillo nace en los tristes ojos de Leon mientras te cuenta la historia.

-No sé cuánto me queda, Hunter… pero… quiero pedirte algo… por favor, solo quiero que me des tu palabra…, quiero que me asesines tú… a solas…, cuando comience a suceder, te avisaré y nos apartaremos del grupo, tu acabarás conmigo ¿entiendes?

-Entiendo…- contestas intentando controlar tu pena, luego agregas:- pero… ¿para qué esperar?


Leon se te queda mirando por unos segundos en silencio, luego ambos sonríen. Se acerca y te da un singular abrazo de camaradería.

-Jeje… tienes mi mismo sentido del humor, quizás es señal de que no somos tan distintos después de todo…-te dice para luego quedarse contemplando junto a ti la entrada de aquella bóveda final donde se encuentra el fin de la misión.

El tiempo pasa, Leon está enfermo y sin tener noción de cómo resolver el puzzle, te quedas junto a él contemplando con frustración el umbral de aquella bóveda, preguntándote como les estará yendo a tus amigos…


*Tu siguiente jugada quedará afecta a lo que Carolina Bateman y Marco Vancouver decidan en su turno.



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Jugada para Verónica Hawk



Te encuentras aislada en una celda acondicionada de uno de los tantos niveles inferiores del gran recinto militar, de pronto la puerta se abre y tres militares entran.

-Bien, ya es hora…- te dice.

Los militares te llevan maniatada hasta un punto ubicado en el centro de un gran galpón, te dejan ahí en medio y luego se alejan rápidamente para quedar cubiertos tras unas barricadas que han hecho de forma improvisada.

-¿Qué demonios hacen?- preguntas sin comprender.

-¡Silencio!- te ordena uno de los oficiales, luego eleva la vista y parece hablarle a algo que flota por los aires.- ¡ te hemos traído un regalo!... ¡ella a cambio de nosotros!, es una chica guapa, por favor… ¡déjanos ir y quédate con esta muchacha!

Todo es silencio. El oficial está convencido de que “algo” le escucha.
-Por favor, ¡acepta a la muchacha!- vuelve a insistir casi en tono de súplica.- déjanos ir a nosotros…

De pronto un extraño sonido de ultratumba hace retumbar las paredes de aquel galpón subterráneo, algo parece surcar el aire, pero no estás segura de qué es…, súbitamente puedes ver a Caroline Bateman y a Marco Vancouver a la distancia preparando hacer un movimiento al parecer… para salvarte, sin embargo unos soldados están muy cerca de ellos y notas que están a punto de advertir su presencia…


*Di algo que comience a llamar la atención de todos y que les permita a tus amigos ganar tiempo


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Jugada para Caroline Bateman y Marco Vancouver.



Caroline has tomado el ascensor, sin embargo este no llega hasta el nivel -4, por lo que eliges el mas bajo posible, a través de unos corredores llegas a una salida que da una panorámica a lo que crees serán más galerías, pero no, se trata de un enorme galpón subterráneo y con horror observas a Verónica Hawk siendo llevada al centro del mismo. Ves a una gran cantidad de soldados (alrededor de 50 o 60) rodeando el centro de galpón todos atrincherados… “¿será que la van a ejecutar?”, piensas. Comienzas a pensar qué hacer… la pobre Verónica se encuentra ahí maniatada a merced de los demás soldados…

De pronto una palmada en tu hombro casi te hace gritar, giras con violencia y ves a Marco Vancouver acomodándose junto a ti en tu escondite para ver hacia el galpón.

-¡Demonios, Marco!, ¿acaso quieres que te vuele la cabeza?- le preguntas en voz baja para no ser oída.

-Disculpa, no quise asustarte…- te contesta también en voz baja.- pensé que dirías “hola, me alegro de verte con vida y me siento muy culpable por dejarte abandonado en la torre”

-Oh, lo siento de veras, pero no creas que me ha tocado fácil… si supieras lo que he tenido que hacer para llegar hasta acá…

-Te creo… yo vengo de haberme batido a tiros con un montón de zombis y soldados locos… por cierto son de estos mismos que están ahí con… ¡oh por Dios!, ¿Qué no es Verónica?

-Si es ella, has llegado justo a tiempo… debemos hacer algo.- le dices a Marco.

-Yo solo puedo con ellos… no es necesario que nos quedemos los dos.- te dice Vancouver decidido mientras revisa sus municiones.

-Bueno yo también puedo acribillar a todos ellos…- le contestas.- ¿Cuál es el punto?

-El punto es que estamos solo a dos niveles de llegar al nivel -4, y allí deben estar Leon y Hunter Headen ¿ los recuerdas? No sabemos cómo les estará yendo, pero te aseguro que deben estar con el tiempo en contra… propongo que uno de nosotros libere a Verónica y otro vaya al nivel -4.

-Bien, se oye justo, sin embargo dudo que uno de nosotros pueda con todos estos soldados, es bastante arriesgado considerando la cantidad de cosas “extrañas” y “no normales” que hay en este lugar… escúchame bien, es muy probable que quien se quede perezca… y Verónica también…

-Lo sé, pero es un riesgo que debemos correr..- te contesta Marco.- hay dos de los nuestros allá abajo que nos pueden estar necesitando… y basta con que uno vaya.



*Marco y Caroline decidan aquí que es lo que harán, pueden acordarlo aquí mismo en el blog:

-¿Quedarse ambos para salvar a Verónica?

-¿O basta con que uno solo se quede? (de ser así, pónganse de acuerdo sobre quién irá al nivel -4 y quién se quedará, no dejen pasar ningún detalle y si es necesario compartir elementos encontrados, háganlo)


La decisión que elijan afectará directamente la jugada de otros, suerte.




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martes, 24 de mayo de 2011

HUNTER HEADEN

La pared apenas nos protegía, podía ver los agujeros producidos por las balas a centímetros de mi pié… esperen, agujeros?!…
 -tenemos que pensar en algo Hunter, en estos momentos es cuando funciona trabajar en equipo...- León se encontraba pegado contra la pared al igual que yo, y seguramente sentía las balas igual de cerca que yo.... pero porqué se lo veía tan tranquilo?
   -No parece que sean muchos, y si intentamos...
  -No! –me dijo prediciendo mi plan- no vamos a darles la cara, sería muy entupido Hunter! Vamos... me dijeron que eras capaz de pensar en estas situaciones...
Sentíamos gritos y conversaciones cada vez mas cerca, si no nos apurábamos... tal vez no tendríamos salida...
   -Bien, pero estas de acuerdo con migo con que son pocos? pregunté casi a los gritos.
   -Supongamos que lo estoy, que pretendes? –me preguntó mirándome fijo.
  -Esperar el momento en el que los disparan disminuyan, balearemos el techo de  tierra  en dirección a ellos, seguramente te derrumbara pero podremos salir corriendo en dirección contraria.
-Te hubiera dicho que era una idea entupida en otra situación… pero es lo que nos queda, creo…
Solo paso un momento, pero parecía una eternidad… cuando las balas disminuyeron casi a la mitad.
-Ahora!- gritó León dando un paso al frente y abriendo fuego contra el techo del túnel, yo seguí su movimiento… los soldados comenzaron a retroceder, montones de tierra caía sobre ellos…
-Salgamos! -grité al ver que la tierra avanzaba hacia nosotros.
Corrimos una vez mas por el espantoso túnel.
-allá! Una escalera!- dijo León señalando un gran orificio en la pared de tierra.
Efectivamente era una escalera, era demasiado pequeña o por lo contrario nosotros demasiado grandes. Mientras subíamos… no paraba de pensar en que si ese era el mismo túnel por el que había corrido momentos atrás… estaba seguro de no haber visto esa escalera. Cinco minutos pasaron cuando vimos “la luz al final del túnel”… en este caso de la escalera…
Salí de ahí casi sofocado y con dificultad para respirar a causa del poco oxígeno, pero León en cambio miraba atónito a su alrededor…

-Acaso… este es el nivel-4?

lunes, 23 de mayo de 2011

Caroline Bateman

-          Que lindos dibujitos hay en este papel – pensé sarcásticamente.

La señora seguía tarareando esa canción de cuna, que me era tan familiar. Podría quedarme a escuchar un poco más y tal vez averiguar mi parentesco con esa melodía o terminar de una vez con la maldita misión. Obviamente opte por lo último.
Por dentro tarareando la misma canción que la señora, comencé a caminar por el extenso pasillo, oscuro, frío y lleno de mugre. Mis borceguíes resonaban estrepitosamente contra lo que se supone que estaba mojado debajo de mí y el tenue viento húmedo me provocaba escalofríos. “bien concéntrate, por aquí debe de haber un ascensor”. Apunte mi linterna hacia el mapa que nos proporciono Leon. Solo tenía que dar algunas vueltas y estaría allí en menos de lo que llora un infante.
Distraída observando a no pisar nada raro, me pareció escuchar algo. Primero pensé que seria el ruido del viento, pero luego al pelar la oreja, me di cuenta que era como un susurro extendido, algo que parecía no tener fin hasta que se cortaba y todo se volvía negro y silencioso. De a poco empecé a aligerar el paso. La linterna parecía una de esas luces de club nocturno, moviéndose para todos lados.
Llegue al fin al pie de una escalera, me pare unos segundos a revisar mi mapa. Parece que todo iba bien, bueno, “bien”. Apunte hacia la lejana oscuridad, parecía no haber nada, pero los escalones estaban empapados con una materia pegajosa. Apoyé mi mano en la baranda y me caí redonda al piso. Me pare automáticamente con el traste dolorido y, cuando me fije, vi que la barandilla estaba cubierta del mismo pegote… oh bien, ahora solo tengo que sacar mi mapita y quedarme a analizar la situación aquí en la oscuridad, con el frío que me cala los huesos y los putos susurros que me están rompiendo las soberanas... escuche un grito. Parecía provenir de la escalera misma.

-          hola?, hay alguien ahí?. –

Ahora el susurro me rozaba suavemente la nuca. Un escalofrío muy fuerte me hizo moverme de mi lugar y echar a correr por lo que quedaba de pasillo.

-          ayuden… me. –

Parecía una voz de niño. Me di la vuelta casi tropezándome, apunte hacia donde provenía el sonido y apenas distinguí algo que se movía. Camine cautelosa hasta toparme con una pequeña manita, que parecía… enterrada en el suelo.

-          por dios… - me dije perpleja.

De pronto la mano se metió dentro del cemento. Ni siquiera había un hueco en el para que eso, sea lo que sea, metiese la mano. Dios, necesito un trago, o un chaleco de fuerza. Sacudí la cabeza e ignorando mi creciente paranoia comencé a caminar, ya sin mirar atrás, decidida a encontrar a Grant y salir de allí.
La canción que cantaba la anciana volvía pronto a ocupar mis pensamientos, calmándome relativamente.
De pronto me tope con una puerta, en perfectas condiciones, no como los adefesios que había pasado. Abrí y entre lentamente, estaba vacía… era una habitación completamente vacía, aunque justo a la otra punta de esta, había una gran biblioteca. En ella había solo dos libros, los dos sin nombre y con las paginas amarillentas y en blanco. Frustrada, golpee uno de los libros contra la biblioteca, esta respondió con un sonido hueco. Enfunde mi arma y me apure a correr el ligero mueble… otra puerta. Desenfunde de nuevo mi arma y abrí de un golpe. Era un ascensor.

Marco Vancouver

- Somos personas y todos cometemos errores. Siempre nos damos cuenta de lo importante que es alguien, cuando no lo tenemos, o lo estamos por perder.- Le dije al sujeto, mientras veía cómo lloraba sin vergüenza, de forma desgarradora.

Le presté mi pañuelo para que secara sus lagrimas. Pobre, estaba liquidado emocionalmente, terminado. No tenía que perder mas tiempo, pero no podía dejarlo así.

- Pero asi y todo, cuando nos arrepentimos tenemos derecho a una segunda oportunidad. No sé si me hablas de tu hijo por el niño este que vi en la habitación anterior, o si esta en su casa solo en este momento, pero lo que si se es que necesita de tu cariño, y necesita que salgas con vida de esto. No es a mí a quien tienes que pedir disculpas, sino a ti mismo.-

Noté el punto de inflexión en su mirada, ya no era el mismo. Y lo aproveché.

- Quiero que te tomes un tiemo para pensar qué es lo que quieres. Yo debo seguir con mi misión, quiero encontrar a mis compañeros y saber que están bien. Voy a ir al baño y bajaré por la ventana. Pero te pido que me acompañes asi cuando termino de bajar, subes la cuerda y, en el momento que tu decidas, la uses para bajar tú.-

Dicho esto, ambos fuimos al baño, rompí una ventana, amarré la cuerda y empecé a descender. Serían unos 40 metros de altura, hermoso. Bajé con mucho cuidado. Cuando llegue al suelo, tiré de la cuerda para avisarle a mi nuevo amigo que ya la podía subir, y este la subió rapidamente.

- Cuando termine la misión, espero que salgas de aquí con nosotros amigo.- Dije en voz baja.

Ni rastros de Caroline, ni del oficial de apellido raro. No sabía que era lo que había ocurrido mienstras estuve encerrado, pero traté de pensar que Caroline estaba en busca de Grunt, al igual que los demas.
De repente escuche disparos, que venían del lado del recinto militar.

- Se armó.- Dije, mientras corría hacia ahi.

En eso que veo salir a seis soldados armados hasta los dientes. Traté de esconderme pero me vieron, y como era de esperar, cayo una lluvia de balas. Tuve la suerte de ponerme atrás de una enorme roca, cuando escuche que uno de los soldados gritó "fuego a discreción, forma parte del grupo de los otros dos".
Otros dos quienes? Hunter, Veronica y Leon salieron por un lado. Y Caroline en el mejor de los casos estaría sola. Bueno, lamentablemente no tenía tiempo de filosofar, esos tipos me querían muerto, y en segundos los tendría al lado mío abriendo fuego hacia mi persona.
En eso miro abajo de mis pies y veo la tapa de una alcantarilla. Como un rayo me agacho, tiro con fuerza de la tapa, y esta cede.
- Me llamaron a mi juego.- Grité, mientras me lanzaba a lo desconocido...
El olor era imposible de describir. Creo que descendi unos 7 metros. Me hice torta contra el piso. Me dolía hasta la lengua, pero todavía estaba con vida.
En eso siento que los soldados se percataron de mi acción y empezaron a bajar por la escalerilla que tenía la alcantarilla. Tenía que correr. Salí como un chifle por el túnel cuando al doblar hacia mi derecha, veo que tenía enfrente a 4 seres con silueta humana pero que caminaban casi arrastrándose. Era genial, había pasado de Guatemala a Guatepeor. Con los soldados a la vuelta de la esquina y con una pared de zombies, acorralado era lo menos que podía sentir. Mas peor, cuando miro hacia atrás, veo que del agua se levantan cuatro sujetos más de estos. Estaba muy asustado, pero se me ocurrió algo.

- A estos zombies, que se los fumen los soldados.-

Me di vuelta y de una patada le quebré el cuello al mas cercano que ya estaba tocándome los pelos. Volví a girar y me agache un microsegundo antes de que uno me agarrara. Desde abajo abrí fuego con mi escopeta, por lo que el cuerpo de este salió volando y el impacto desestabilizó a los tres que estaban detrás de él.

- Ahora!!!- Dije y me eche a correr en esa dirección, segundos antes de que los soldados llegaran al sitio y empezara la carniceria. Eran 6 contra 6, asi que habia dejado parejas las cosas.
El corazón me latía a mil. Corría con todas mis fuerzas en el laberinto que había resultado ser este alcantarillado.
De repente me topo con la puerta de un ascensor, el cual estaba abierto, pero de pronto sentí pasos rapidos como si vinieran corriendo en mi dirección. Y estaban cerca.
Sin pensarlo aprete el boton del ascensor para que este suba, salí del mismo y me escondí en la oscuridad de un rincon.
Llegaron 4 soldados de los que estaban persiguiendome. Se ve que los otros dos fueron victimas del ataque de las criaturas. Al ver que como ascendía el aparato empezaron a los tiros, pero no lo pudieron detener. Asi que cuando llegó al destino lo llamaron, el ascensor bajo, se metieron en el, y ascendieron.
Son esas cosas que no te las olvidas mas, la suerte que puede tener una persona es increíble. Comencé a descender por la escalera de emergencias que había al costado del lugar donde paraba el ascensor. Rogaba por que el lugar de arriba fuera lo bastante grande como para que se tardaran un buen tiempo buscándome. Y tener el necesario como para poder llegar al nivel -4. Suponía que esa escalera me llevaría a donde estaban los sobrevivientes que nos habia informado el oficial. Además era raro que haya un ascensor en las alcantarillas. Cuando llegué abajo estaba todo en silencio absoluto. Luego de abrir la puerta manualmente del asensor, me encontré con un largo pasillo, bastante ancho. A mi derecha tenía una escalera que subía. Y más a delante tanto a la derecha como a la izquierda, un monton de puertas. No se por qué, pero presentía que estaba en el lugar indicado y en el momento justo...

La situación: Nieve sucia













CAPITULO 4



Jugada para Verónica Hawk (35*)


¡Metida de pata! -15




Los disparos llamaron a otros soldados, dos de ellos entraron apuntándote directo a los ojos.

-¡Tenemos a una desquiciada en la enfermería!- gritó quien te apuntaba hacia un superior que venía entrando.

El oficial entró y se quedó observando los dos cadáveres que dejaste, luego se dirigió a ti con una mirada cargada de asco y odio.

-¿Porqué diablos mataste a dos de mis hombres?

-Uno de ellos me atacó…- contestaste señalándole al que entró con las manos arriba.

-Oh, pobre Dwight… el más joven…- dijo con una profunda tristeza.- el más asustadizo… ¿acaso no viste que se encontraba desarmado?, ¿no pensaste en lo asustado que estaba con todo esto que está pasando?

-No tengo idea de lo que está pasando, hace un instante una tropa de sus soldados me quería acribillar… ¿cómo diablos voy a saber quien está loco y quien no?- le respondes.

El oficial se queda en silencio por un instante hasta que decide abrir la boca.

-Bien, desde ahora estás prisionera. Llévenla al calabozo…- le ordena a los demás soldados.

Te desarman y te llevan de manos atadas hacia los niveles inferiores del recinto militar por medio de un ascensor. Por el camino oyes sobre los planes que tienen para ti, palabras como “señuelo” o como “intercambio” llegan a tus oídos, sin embargo no logras comprender a cabalidad todo lo que hablan. Finalmente te encierran en una celda custodiada, con tus manos atadas mientras deciden que hacer contigo…


*Debes esperar hasta que te toque en el siguiente turno.


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Jugada para Marco Vancouver (50*)


-No sé quien soy… la verdad…- te contesta desde el otro lado del portón.- a veces recuerdo mi pasado de una manera, a veces de otra…

Te resulta incoherente lo que señala, quizás el ajetreo y el stress de las últimas horas le han afectado, piensas.

-… y no, la única salida que tienes es… venir a mi lado…- sentencia finalmente para que el silencio vuelva a reinar.

“Genial!”, piensas con sarcasmo. “Mi situación ya no puede ser peor, lo único que debo hacer es ir al otro lado”. Recoges la llave en forma de estrella y la metes en la cerradura, el cerrojo cede y el pesado portón de hierro finalmente se abre.

-Estoy armado, así que mas vale que no intentes nada estúpido…- le adviertes antes de sumergirte en la oscuridad. La negrura es tanta que llega a ser casi algo material, no puedes ver absolutamente nada. Avanzas con mucha cautela y atento al menor sonido.- Hey, ¿Dónde estás?, habla para saber donde te encuentras…

De pronto una luz se enciende sobre tu cabeza de súbito, lo hace de forma tan inesperada que te llegó a asustar por un momento. Te encuentras en una sala vacía de color blanco con una puerta en su otro extremo, en medio de la sala hay un hombre de corbata que permanece sentado escondiendo su rostro entre sus manos, no le puedes ver la cara.

-Hey, ¿te encuentras bien?- le preguntas al acercarte.

-No… no lo estoy, pero yo ya no importo… he cambiado de opinión, ¿sabes? Quizás ya no deseo irme de aquí…

-Escúchame, soy Marco Vancouver. He venido con Leon Scott Kennedy y un grupo de rescate en busca de Maximillian Grant. ¿Cuál es tu nombre?

-No, yo no soy Grant…- te responde.- que más quisiera yo poder ser Grant u otro hombre… y dejar de ser yo…

-Bien…- le dices extrañado de su comportamiento, mientras tus ojos se posan en la puerta que sigue a continuación.- ¿sabes donde conduce esa otra puerta?

-Sí, te lleva a los baños… si quieres salir de la torre basta con que salgas por una de las ventanas. Lo malo es que estamos a una altura considerable…

-Puedo hacerlo, traigo soga. Es simple, yo te guiaré para que salgamos juntos.

-No, no iré…- te contesta de forma decidida.-Me quedaré aquí un rato más y apagaré la luz… - de pronto el hombre comienza a llorar frente a ti, aún con su rostro cubierto por ambas manos.- oh, Dios… soy un miserable… soy un pobre infeliz que no merece seguir viviendo…. Lo lamento tanto…

-Escucha, no puedo dejarte aquí.- comienzas a explicarle.- debes venir conmigo…

-Estaré bien…- te contesta entre sollozos.- pero solo debo saber una cosa… por favor, dime… dime si me perdonas.

-¿Eh?, ¿de que?

-Allá en casa… allá en casa mi pequeño niño… oh Dios, lo lamento tanto ¡fue un accidente!, mi niño, mi pequeño… por favor… he sido un mal padre… he sido un mal padre, y ahora me arrepiento tanto…. Sé que ya no puedo pedirle perdón a él, ¿sabes?, pero necesito saber si puedo tener una segunda oportunidad, por favor, ¡dimelo!

En este punto el hombre te toma de tu mano y te suplica.

-Antes de que te marches, dime si me perdonas… por favor…


*Describe tu huída de la torre a través de las ventanas del baño, para luego optar ir hacia el nivel -4 a través de una alcantarilla o bien a través del recinto militar. No olvides decidir antes si perdonas o no a aquel sujeto.



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Jugada para Caroline Bateman (50*)



-Oh… es una gran historia.- respondió finalmente la anciana.- Es hermosa y a la vez horrible, es dulce… y a la vez amarga.

-Gracias, ¿y eso es algo bueno o malo?- preguntas con cierto recelo.

-Me has hecho acordarme de mi infancia… y te estoy muy agradecida. Toma, he aquí un obsequio…

La anciana te ofrece un abecedario hebreo que en este instante no presta mayor utilidad, te quedas observando ambas hojas en las que aparecen caracteres hebreos y debajo de cada una su símil de nuestro abecedario. (una copia fue enviada a tu correo, debes verlo solamente tú)

-Ahmmm… gracias, es muy pintoresco. Escuche, debe salir de ahí. Debemos irnos…- le dices mientras guardas el abecedario en uno de tus bolsillos.

-No, no… yo me quedaré aquí…- te responde.- con mi bebé…


Posteriormente la anciana se queda tarareándole una canción de cuna a su supuesto “bebé”

*¿Deseas que la anciana te cuente más cosas? (de ser así déjale extendidas 3 preguntas que creas importantes)

*¿O deseas ir en busca de Grant a los niveles inferiores? (de ser así describe tu trayecto hasta un elevador subterráneo)


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Jugada para Hunter Headen



-No.- te responde de forma decidida.- Iremos ambos por Verónica Hawk. De ahora en adelante no nos separaremos.

Ambos entonces recorren el camino de regreso por donde tú habías llegado. Finalmente estando junto al forado del cual tú saliste luego de haber aniquilado a las extrañas bestias, Leon comienza a llamar por el intercomunicador a Hawk.

-Es inútil, no responde.- te dice.-Es probable que haya extraviado el intercomunicador… o también es probable que…

En ese instante Leon prefirió guardar silencio y comenzó a pensar.

-Me pregunto como les estará yendo a los demás…- le comentas de pronto.

-Espero que mejor que a nosotros.- te dice mientras se queda observando un débil movimiento que parece suceder al final del túnel. Súbitamente frente a uds. Cae un diminuto cuerpo que emite un constante “bip”. Los dos se le quedan mirando por unos segundos.

-¡Granada!, ¡al suelo Hunter!- te grita mientras te empuja con violencia hacia atrás.

La explosión es devastadora y les cuesta reaccionar. Leon te coge de un brazo y te arrastra hasta un diminuto espacio que hay en una de las paredes del túnel justo antes que una ráfaga de balas caiga sobre uds.

-¡Maldición!, ¿Quiénes son estos?- se pregunta Leon mientras recarga su escopeta. Luego eleva el volumen de su voz:-¡Hey, soy Leon S. Kennedy, miembro de las fuerzas especiales del gobierno, vengo con un grupo de rescate!

Sin embargo como respuesta solo obtienen más balazos y consignas de odio.

-Se parece a las plagas…. Pero no puede ser. Estos tipos están cegados por querer matarnos.- te comenta Leon.- Bien, Hunter… saliendo de ésta iremos directo al nivel -4. Más que mal el resto del grupo está absolutamente capacitado como para salir de cualquier situación difícil…


*Describe cómo sortean este ataque a mansalva para posteriormente ir al nivel -4.



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sábado, 21 de mayo de 2011

Caroline Bateman



Un… cuento.
Mi mirada se concentraba lentamente en el hueco de la puerta. Un cuento, como mierda describo un cuento?, ni cuando yo era chica me contaban cuentos. Maldita infancia nula.
Respire hondo y contemplando la oscuridad abrasadora del lugar exclame.

-          hace… mucho, mucho tiempo, había un niño, pequeño, se llamaba Tom. Tom vivía feliz en la mansión de sus padres, la cual tenía enormes y vastos prados, varios caballos y un perro. El no asistía al colegio, su madre le enseñaba en casa, por eso Tom no conocía a otros niños. Tom estaba solo… - lleve una mano a mi nuca e inconcientemente comencé a caminar por el estrecho pasillo. – un día su perro… como mierda se llamaba el perro – balbuceé en un tono casi inaudible. – Manchitas, salio estrepitosamente de la casa, dirigiéndose al enorme patio trasero de esta. Tom lo corrió hasta llegar a un árbol frondoso de tiernos colores verde musgo y marrón como el de los suéteres que solía vestir su padre. El niño cayo sentado al pasto al admirar tal majestuosa obra y, aunque manchitas parecía detestar al árbol, Tom decidió quedarse junto a el, toda la mañana, toda la tarde y cuando llego la hora de dormir, el acomodo su cama hasta fijarse junto a la ventana, donde tenia una vista perfecta del joven abedul. – tome un respiro y me acerque a la puerta, la sombra de la señora seguía allí, mi relato parecía interesarle. – al otro día, el niño se levanto lo mas temprano posible, salio al patio todavía en sus piyamas y se sentó debajo del árbol, para admirar juntos el amanecer. Desde ese momento el árbol y Tom se hicieron mejores amigos… así pasaron las semanas, los meses, los años… el muchachito crecía tan fuerte y hermoso como el árbol, y al mismo tiempo, solitario. Su madre solía invitar a algunos hijos de los vecinos para que jugaran con el, pero Tom siempre se rehusaba. El no quería que nadie le consumiera su valioso tiempo con el árbol. Tom siempre estaba con el, estudiaba con el, leía con el, hablaba con el, le contaba todos sus secretos. Pero un día el hombre que todavía conservaba su alma juvenil, fue visitado por una chica, una jovencita que llevaba un aprecio similar por la naturaleza y que al verlo a Tom recostado debajo del árbol admirando el atardecer, se le dio por hablarle. Sandra y Tom comenzaron a hacerse muy amigos, empezaron a salir, se hicieron novios y luego de unos años, su boda fue celebrada bajo el frondoso árbol. Los padres de Tom se mudaron de ciudad y les dejaron la gigantesca mansión a ellos dos. Cuando vino el primer bebe, Tom dejo de prestarle atención al abedul para concentrarse en su trabajo y en su creciente familia… el árbol de a poco comenzó a marchitarse y morir, pero el no se daba cuenta de ello. Hasta que un día, mientras tomaba un baño caliente, observo por la ventanita del baño y pudo ver, a su viejo amigo, secarse y fallecer frente a el. Tom se salio de la bañera y se asomo a la ventana para ver a su amigo, pero antes de soltar una lagrima por el, su viejo abedul se soltó de la raíz y cayo sobre la casa… cercenando la cabeza de Tom y llevándoselo con el. –

Cuando termine el relato, la señora parecía seguir allí, pensante. Mi mirada se fijó de lleno en su figura, esperando a que soltase alguna palabra.

Veronica Hawk

Podía presenciar el miedo del pobre sujeto, estaba temblando con las manos arriba pensando en que lo iba a asesinar justamente en ese momento, al ver la venda en su mano izquierda no dude en preguntarle como se había hecho la herída.
Porque podría ser la mordedura de un zombie o incluso algo mucho peor, no lo sé cualquier cosa, pero el sujeto se quedo callado, posiblemente tenía miedo de que descubriera que si lo habían mordido.
Luego le pregunte con una voz pasifica para no asustarlo
-¿Qué hace aquí y exactamente cuál es su mision?-espere a que me dijera algo.

Pero seguí sin una sola respuesta, me ponía más tensa.
De pronto el sujeto intento atacarme, ja tipico.
Rapidamente reaccione y le di un disparo con mi arma, que fue directamente a su cabeza de repente pude oír las pisadas de unos sujetos que se acercaban a mí posición, tome mi arma y espere cuando llegaron, debí armarme de valor.

Solo logre ver dos que se acercaban a la puerta, inmediatamente le dispare a uno el otro volteo a ver a su compañero eso me dió oportunidad y tiempo de darle al otro un puñetazo en la cara, que lo dejo totalmente inconsciente, no quise gastar una bala en un tipo que posiblemente no tenía la culpa.
Si que fuí estupida por no pensar bien las cosas
Después de esa difícil batalla, simplemente me sente a descansar,tuve que esperar a mejorar, para ir en busca de Hunter....

HUNTER HEADEN

Leon... –balbuce aún estático como un tonto, Leon giró levemente para poder verme...-se que el objetivo principal es dar con Grant. Pero me separé accidentalmente de Verónica Hawk, y pude sentir que tras ella iban... no se, tal vez personas o de la misma clase de bestia a las que me tuve que enfrentar. Hay algo que me dice que ah perdido ese intercomunicador, de otra manera creo que ya te hubiese llamado. Déjame ir por ella, te alcanzaremos ambos, tú decides. –Leon me miro fijo a los ojos, aún dándome la espalda... había algo que me intimidaba en ese hombre... y por otro lado estaba mi pierna, la mantenía inmóvil para que no temblara, no podía parecer un debilucho en frente de el.  

Marco Vancouver

Ya estaba enojado. Cómo sabía el niño mi nombre? Esto ya estaba fuera de lo normal, al igual que todo.
Me sentía un inutil, estaba encerrado en una guardería, en compañia de un borrego que me anunciaba la muerte. Estoy preparado para morir, pero no sin antes ajustar cuentas con alguien.
No voy a negar que escuchar esa voz del otro lado de la puerta con cerrojo con forma de estrella me alegró un poco, podría ser Grant. Pero también podría ser una trampa. No sabía dónde se había metido el niño.
Otra cosa, cómo sabía dónde había escondido la llave el niño si la rejilla es tan angosta que él ángulo de la misma no permite ver hacia los costados. La llave estaba en el lugar dónde me había indicado y dentro de una bolsa
Y dónde se había ido el niño? Estaría escondido, o hay una forma de salir de aquí? Quizas una tercera puerta, un pasadizo secreto...
La voz del hombre me dió la sensación de que hacía bastante tiempo que estaba encerrado, la tristeza con la que hablaba.
Quería salir ya de ese lugar, si quién me hablaba era Grant, el objetivo estaría a un paso de cumplirse.
Sin perder un segundo más, interrogué al tipo encerrado, ya que debía aclarar unos puntos antes de abrirle la puerta.

- Te voy a sacar de ahi, pero primero dime quien eres.- Le dije, convencido - Venimos a rescatar a una persona que esta dentro de todo este caos.

Se produjo un silencio, que dió pie a que hiciera otra ultima pregunta.

- Sabes si de este lado hay alguna puerta secreta o pasadizo? El niño aparentemente ha desaparecido. La entrada principal esta cerrada herméticamente, por lo que no pudo irse por ahi.

Presentía que la clave de toda esta situación se daría en los siguientes segundos.

viernes, 20 de mayo de 2011

La situación : Quiero mi fiesta ahora.

CAPITULO 3



Jugada para Marco Vancouver (50*)




Te diriges a la puerta, pero notas que se encuentra herméticamente cerrada. Comienzas a recorrer su superficie con ambas manos, sin embargo no logras detectar nada que pueda ayudarte a abrirla.

-¡Caroline!, ¿estás ahí?... ¿Caroline?- preguntas a viva voz, sin embargo del otro lado no hay respuesta alguna.

-Vas a morir aquí, Marco…- te dice de pronto el niño que estaba a tus espaldas.













Te giras rápidamente, pero es tarde, el chico ha desaparecido. Pero ¿cómo?, ¿por donde?... “Esto no me gusta”, piensas y resignado a no poder volver atrás continúas avanzando por el pasillo acariciando tu escopeta lentamente. La panorámica es extraña, tan solo un blanco pasillo se extiende frente a ti y un grueso portón de hierro te espera al final. Finalmente llegas a él con tu arma preparada para ser usada en cualquier momento. El portón de hierro está cerrado con una extraña cerradura que te recuerda a una estrella de 6 puntas, el blindaje parece estar hecho a prueba de detonaciones de cualquier tipo por lo que no tarda en llegar a ti una profunda frustración por lo que ocurre, luego te percatas de que a la altura de tus ojos se encuentra una angosta rejilla corrediza que te permite ver al interior…. Dudas un poco y finalmente al considerar que no tienes otra opción decides echar un ojo al interior.

Nada. Todo es oscuridad adentro.

Retrocedes un par de pasos para contemplar el portón de forma más amplia, pero justo al alejarte una voz se escucha desde el interior:

-¡Hey!, no te vayas…- te pide la voz de un hombre.

-¿Eh?, ¿Quién eres?- le preguntas.

-Un sobreviviente…, estoy encerrado…- te contesta.- un niño anda por aquí y escondió la maldita llave de este portón. Mira, fijate que aun rincón hay una bolsa… adentro está la llave en forma de estrella.

-Un niño, ¿eh? ¿Cómo es que anda un niño por aquí suelto?, ¿está contigo ahora?- le preguntas.

-No, no sé lo que sucede…, pero sé bueno y libérame… estoy tan cansado…- te dice con un triste tono de voz.


*¿Vas por la llave y abres ese portón… o antes decides preguntarle algunas cosas?

*si es lo último, déjale hechas dos preguntas que consideres importante sal hombre para que te las conteste.



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Jugada para Hunter Headen


¡Condecoración: Mercenario! +50




Comienzas a trotar con dificultad producto de la herida en tu pierna, sin embargo no hay mucho tiempo para dedicarle a eso. Este nuevo túnel es solo un poco más iluminado que el anterior. Luego de avanzar por varios minutos (que te han parecido horas) a través de distintas direcciones llega a tus oídos una voz que te resulta familiar.

-¡No te muevas!- te ordena alguien. Y tú te quedas quieto sin saber quien es.

Luego reconoces la figura de Leon que se acerca a ti.

-¡Oh, Hunter!, ¿qué diablos haces cojeando por ahí como un maldito zombie?, estuve así de cerca de abrir fuego contra ti…

-Estoy un poco herido de la pierna… pero ya se me está pasando…-le contestas secamente.

-Bueno saberlo, escucha encontré un camino limpio que nos conduce hasta el nivel -4, mientras más pronto encontremos a Grant, más pronto nos iremos…

Leon comienza a caminar hacia ese camino del que hablaba confiado en que tu estás a punto de seguirle, sin embargo por tu cabeza pasa el rostro de Verónica Hawk…


*¿Le sugieres que deberían ir primero por Hawk ? (si es así, procura convencer a Leon de muy buena forma, pues luce obstinado con encontrar primero a Grant)

*U optas por seguirle no más al nivel -4 (de ser así describe el trayecto hasta el lugar y como luce éste cuando llegan)



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Jugada para Verónica Hawk


¡Condecoración: Chica lista! +50





Avanzas por el conducto maldiciendo el hecho de haber perdido el intercomunicador. Al cabo de unos minutos distingues una luz que proviene de una rejilla que ha aparecido frente a ti, echas una ojeada hacia abajo y logras ver un cuarto que cuenta con camilla, oxígeno, botiquín y demás implementos de medicina. “¡Genial!”, piensas al darte cuenta que es ni más que menos que una enfermería.

Desciendes sin mucha dificultad y tratas la herida de tu pierna, al cabo de un rato ya luce bastante bien. En eso, la puerta de entrada se abre y tú casi instintivamente coges tu arma y apuntas a un hombre vestido de militar que te queda observando sorprendido, lleva una venda en su mano izquierda.

El soldado traga saliva y levanta ambas manos. Lleva uno de los mismos uniformes que usaban quienes te querían matar hacía un rato.

Debes tomar una opción radical y pronto.


*¿Le disparas en la cabeza y lo matas o confías y le permites vivir por unos segundos más?



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Jugada para Caroline Bateman


¡Condecoración: Mente fría! +50




Decidida entonces vas al comedor en busca de las respuestas que Gwyneth dijo que habían para ti justo antes de volarse la cabeza. Sales de la torre y te diriges con prisa al recinto militar, no te cuesta mucho dar con el comedor que tal como podía sospecharse… se encontraba vacío. “Bien, ¿por donde empezar?”, piensas mirando para todos lados en busca de algo que esté fuera de lugar, de pronto tus ojos se posan sobre la puerta de un gran refrigerador, allí dice con pintura spray: “Eres lo que comes”

Sin duda se trata de un mensaje más o menos extraño, te acercas y abres la puerta del refrigerador. Se encuentra totalmente vacío, salvo por un bulto envuelto en papel periódico que hay sobre un estante, te acercas a él y dice en una nota: “llévaselo a la llorona del 2do piso”.

-¿Qué mierda pasa acá?- te preguntas mientras miras para todos lados en busca de alguna respuesta.

Finalmente cierras el refrigerador y partes al 2do piso con el bulto bajo el brazo. Arriba hay un pasillo caótico que tiene en el suelo varios papeles, vidrios rotos, muebles destrozados y volcados. Te abres paso por aquel difícil camino hasta que a tus oídos llega el suave llanto de una mujer, te percatas que proviene de una puerta que hay a tu izquierda y que cuenta con un forado del tamaño de dos puños juntos, más no se puede ver más que oscuridad en su interior. La mujer continúa con su suave, pero a la vez desagradable llanto… y decides acercarte lentamente.

-Disculpe…- comienzas a decir.- ¿hay más sobrevivientes con usted?

-(……)

-Ehmmm… soy del cuerpo de rescate, ¿está usted en condiciones de moverse?
-(…….)

-Señora.- vuelves a insistir.- ¿cuál es su nombre?

-Has traído a mi bebé…- te dice de pronto con mucha felicidad.-¡tienes a mi hijo!


Tus ojos se quedan observando el extraño bulto envuelto en papel periódico, temiendo lo peor… decides ver de que se trata y con asombro te das cuenta que se trata de un feto ya muerto.

-¡Mi bebé!, ¡has traído al fin a mi bebé!, por favor, dámelo…

Aún bajo los efectos del asombro, estiras tu mano e introduces el bulto por el forado, luego sientes que alguien te lo arrebata.

-¡Mi bebé precioso!...- exclama la mujer ahora con voz de anciana.- ¡gracias, eres muy amable!.- te dice llena de felicidad.


-De nada…- le contestas con tu voz saliendo apenas.

-Por ser tan amable, ahora te otorgaré un gran favor…, pero para ello quiero que me dibujes un árbol y que me cuentes una historia sobre él…

-¿Un árbol?, ¿y una historia?- preguntas incrédula.

-Así es…- te contesta desde la oscuridad del otro lado de puerta.- es la única manera para que puedas continuar…

*Pon una imagen de un árbol y cuéntale a la anciana un breve relato que tenga relación con él



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El diario de Leon S. Kennedy by Marcelo Carter is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Unported License.

Veronica Hawk

-¡Vengo con Leon Scott Kennedy!-grite
Lamentablemente estos no me hacían caso y no lograban escucharme, la puerta pronto se derrumbaría, así que no me iba a quedar como idiota esperando que van hacer, tenía dos opciones: Enfrentar a los 10 sujetos o ir por la rejilla y llamar a Kennedy.

Hunter seguramente se encontraba en una situación aun más difícil que la mía.

No lo pensé mucho, así que fuí por la rejilla del techo, tome una silla de ahí, la puse lo más pronto posible para lograr subirme.
Cuando empecé a meterme logre oír como se derribaba la puerta ya de barios tiros y un grito diciendo: ¡¡Disparen!!
Pero solo me dieron en la pierna, sentía el dolor y no podía mover bien la pierna, me dolió bastante pero pude huir lo más lejos posible de ellos, que ya no podían alcanzarme.
Ahora estaba en un conducto lleno de oscuridad, no miraba nada, pero si escuchaba a los sujetos intentando entrar, saque mi linterna para poder iluminar mi camino, no sabía donde me encontraba y no dejaba de pensar en que le paso a Hunter pero debía completar mi misión de huída, luego quise llamar a Kennedy, a ver si podía ayudarme, pero no encontraba mi intercomunicador, supongo que se me cayo en la huida que pase, ahora solo tenía que salir del conducto sin otra dificultad....

jueves, 19 de mayo de 2011

Caroline Bateman

-          sabía que estaba demente, pero… esto fue exagerado. – me dije mientras removía el arma extra del cadáver de Gwyneth.

Me reincorpore pensante. Marco debe estar del otro lado de la puerta enfrentando a alguna bestia mitológica o solo esperando a mi cansado ser. Debería intentar abrir la puerta pero… si el sicótico de Gwyneth tenía razón, tal vez todos corremos riesgo y capas Grant ya este muerto o en proceso, a causa del virus que describía el ahora occiso. “un virus que ataca la mente”, me da escalofríos de solo pensarlo o mejor dicho, recordarlo. Al menos nadie sabe en que situaciones viví antes de esta misión y dudo que Leon, tenga los contactos que tenga, este enterado de ello. Aunque podría llegar a sentirse identificado.
Cuando me di cuenta, estaba observando fijamente el cadáver de Gwyneth. Sacudí la cabeza y me concentre en la situación, fuese como fuere, presentía que esa información nos seria más que útil… y mis instintos rara vez fallan.

-          odio confiar en los locos antes que en los cuerdos. – le di una ojeada a la puerta. – perdóname Marco. –

Dije antes de echar a correr hacia la creciente penumbra.

HUNTER HEADEN

No sabía de donde venían... lamentos, rugidos, gritos... solo los sentía cada vez más y más cerca. Esforzándome pude distinguir una especie de movimiento a mi derecha, sabía que estaban allí, pero no veía lo suficiente como para dispararles, tampoco podía disparar al azar, no sabía que tan grande era el lugar y no me sobraba munición.
   Solo me quedaba una opción, ya que no podía utilizar la vista... confiaría en mis oídos.
Serré los ojos  para no distraerme con los aparentes movimientos y me concentre en agudizar mis oídos... tantas veces había estado cara a cara con la muerte... pero nunca la sentí tan cerca.
   Lo sentía, lo podía distinguir! Apreté el gatillo. Un chillido agudo de dolor confirmó que había dado en el blanco, pero había más.
No estoy seguro a cuantos dispare...
Una vez que todos aquellos monstruos se hallaban tendidos en el piso recordé haber escuchado ruidos arriba, estaría bien Verónica? Algo me dijo que no era una mujer cualquiera, además tenia el intercomunicador... maldición, era yo quien estaba en problemas!
Comencé a caminar hacia mi derecha, de allí provenían esas criaturas. Fue en ese momento cuando me percate de la gravedad de los golpes que recibí al caer, mi pierna izquierda había perdido fuerza y no paraba de tambalearme...
A medida que avanzaba la claridad aumentaba, estaba en una especie de túnel, muy parecido al anterior, con la diferencia que este tenía piso y paredes... tan pronto como mi pierna recupero la fuerza comencé a trotar... tenía que salir de ese infierno...

Marco Vancouver

-Otra vez no...- Pensé.

El ver que la puerta se cerraba detrás mio me hizo recordar el peor dia de mi vida. Otra vez encerrado. La anterior fue la que me salvó la vida. En el bank of racoon city cuando mi padre me encerró en la caja fuerte del banco para que no me devorara el zombie que lo estaba atacando, mientras veia como un par de zombies devoraban a mi mamá.

-¿Qué demonios está pasando aquí…?- me pregunté anonadado. Mis ojos no creian lo que estaba delante mío.

Era una guardería de niños, cosa muy extraña de por sí, pero con la particularidad había un niño leyendo un libro. Me sentí identificado con él, encerrado pobre. Tenía el libro frente a su cabeza, por lo que no le podía ver el rostro. Comencé a acercarme lentamente. Se ve que estaba muy entretenido con la trama, o que era sordo, porque ni se dió cuenta de mi presencia, ni de la puerta, ni nada.
Y vi algo que volvió a impacientarme. La tapa del libro tenía el título “no te atrevas a molestarme”.
Había tres cosas que me molestaban, qué hacia una criatura en un lugar como este, sin temor alguno por su vida; cómo hacia para leer si sólo había una pequeña luz que solo alcanzaba para distinguir los bultos (el tílulo lo pude leer porque las letras eran fosforecentes); y por último qué significaba la tapa del libro.
Quería volver para comunicarle a Leon las últimas noticias, intentar abrir esa puerta y volver hacia atrás. Más todavia cuando interrumpió mis pensamientos el sonido de un disparo, justo detrás de la puerta, dónde se encontraba Caroline con este oficial que ya me olvide como se llama...

-Quiero creer que no le dio municiones, pensé.-

Pero, qué hacía con el chico? Siempre escuché versiones de extraños sucesos en este tipo de misiones. Podría ser una trampa. Además vinimos sólo por Grant.
Tenía que decidir, no quería perder más el tiempo. Ya estaba enojado.
Sin pensar más, le dije al chico:

-Cuando terminemos la misión, vendré a rescatarte...- Y me puse a tratar de abrir la puerta.-

La situación : cuatro, cinco, seis y siete... si eres bueno al cielo vete

CAPITULO 2





Jugada para Hunter Headen



-Bien, ciertamente uno de los dos caminos es más propicio para continuar que el otro y ese es el izquierdo. Verónica y Hunter Headen quiero que ambos vayan por aquel camino y si ocurre algo anómalo o bien si encuentran sobrevivientes,… o si los milagros existen y se topan con Maximillian Grant cara a cara, me avisan.- Ves que Leon le extiende un intercomunicador de pantalla líquida a Verónica Hawk.- No trajimos radios por posibles intervenciones a la comunicación si es que hay bio-terroristas en el lugar, pero este intercomunicador es invisible e indetectable para cualquier sistema de interferencia. Avísenme por cualquier cosa que suceda o si no saben que hacer… ¿está claro?

Tú y Verónica Hawk asienten afirmativamente.

-Yo iré por el camino de la derecha para investigar de qué se trata todo esto. Taparé mis oídos con goma, pero descuiden de todas formas notaré si me están llamando por el intercomunicador.

Leon S. Kennedy se aleja por el camino de la derecha mientras que tú y Verónica avanzan por el camino antes chequeado por Verónica. Un olor pestilente abundaba en el aire, mientras que sus botas se pegoteaban en la sangre coagulada que cubría todo el suelo.

-Procura no dejar caer ese intercomunicador…- le dices de pronto a Verónica mientras avanzaban en medio de la oscuridad guiados solo por las débiles luces de sus linternas.

-Si lo dejo caer, procura matarme por estúpida.- te responde ella.

De pronto un ruido ensordecedor, una sacudida espantosa y una luz cegadora se cierne sobre ambos. Ninguno de los dos se explica de donde ha venido tal explosión. Sientes que el suelo cede bajo tus pies y caes a una planta inferior. Verónica ha quedado arriba, mientras que tú comienzas a dar manotazos en la oscuridad, la linterna ha caido lejos y no puedes ver más allá de tu nariz

De pronto un tenebroso lamento llega a tus oídos,… luego se multiplica por dos… aguzando al máximo el sentido de la vista te das cuenta que en ese lugar no estás solo… tal parece que estás rodeado de gente, pero gente… ¿muerta?














Casi involuntariamente tu mano derecha se mueve hacia tu fusil recortado….


*Describe como te abres paso en ese infierno y lo que sucede después.



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Jugada para Marco Vancouver









¡Marco Vancouver ha resuelto el primer puzzle! + 50


La puerta se abre y un pasillo blanco aparece ante tus ojos, avanzas un par de pasos y te das cuenta que el cuarto luce particularmente distinto al resto de la construcción. A tus espaldas la puerta se cierra de golpe activando un cerrojo que no te permite dar pie atrás.

-Ehmmm…. ¿Caroline?- preguntas confundido, sin embargo el silencio absoluto es lo único que obtienes como respuesta.

Continúas avanzando por aquel singular pabellón blanco hasta que unos metros más adelante logras ver una figura en el suelo, mientras más te acercas te das cuenta que se trata de un niño quien lee de forma muy concentrada un libro, la portada del libro dice “no te atrevas a molestarme”.

-¿Qué demonios está pasando aquí…?- te preguntas a ti mismo en voz baja


¿Avanzas un poco más y te atreves a interactuar con el pequeño o te devuelves para intentar abrir esa puerta y salir?




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Jugada para Caroline Bateman



-Me parece un trato justo…- te dice mientras te recibe las balas y comienza a cargarlas en su cartucho.- Mi secreto es que en verdad aquí no ha habido ningún ataque bio-terrorista… he visto cosas… demasiado escabrosas, ¿sabes?, no es algo que haga un terrorista, ni ninguna clase de fármaco.

-¿A qué te refieres?- le preguntas.

-Aunque pensándolo bien…- reflexiona el oficial mientras termina de cargar su cartucho.- es posible que sea algo que ataque a la mente, un virus que llegue directo al cerebro…

-¿De qué hablas?- vuelves a insistir.

En ese instante se dan cuenta de que Marco Vancouver había entrado al pasillo siguiente, sin embargo la puerta se ha cerrado de golpe dejándole atrapado del otro lado.

-¡Marco!- exclamas.

-¿Ves?, ya está sucediendo de nuevo… entonces no soy solo yo… mira si quieres saber de que va todo esto, dirígete al interior del complejo militar y en el comedor encontrarás la respuesta.- te dice Gwyneth, y una vez con la M-15 cargada se mete el cañón en la boca para luego jalar el gatillo y volarse la cabeza.

Tardas unos buenos segundos en reaccionar hasta que consigues apartar la vista del cadáver de Gwyneth.

*¿Qué haras ahora?

-Ir en busca de Leon a los niveles inferiores

-Ir al recinto militar, específicamente al comedor donde indicó Gwyneth antes de suicidarse.

-Intentar abrir esa puerta en donde se encuentra Marco (para esta última deberás resolver un nuevo puzzle)




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Jugada para Verónica Hawk


Hunter Headen ha caído a través de un forado en el suelo y tú intentas recuperarte del shock de la misteriosa explosión. De pronto un grupo de soldados viene corriendo desde el fondo del oscuro pasillo.

-¡Ahí está ella!, ¡acribíllenla!- gritan.

Son alrededor de 10 sujetos quienes vienen a tu encuentro, por lo que sin pensarlo dos veces te metes en un cuarto que hay a tu derecha para esconderte, logras cerrar la pesada puerta tras de ti y notas que el cuarto más bien es un cul-de-sac de un extraño sistema de alcantarillado, estás acorralada… solo arriba hay una pequeña rejilla en lo alto del techo.

De pronto los soldados comienzan a patear la puerta e intentan tirarla abajo.

-¡Soy de las fuerzas de rescate!, ¡vengo con Leon Scott Kennedy!- les gritas, pero estos parecen no escuchar.

En pocos instantes la puerta cederá…

¿Esperarás a que derriben la puerta y te enfrentarás a los 10 hombres tu sola?, ¿huirás por la rejilla del techo?... ¿llamarás a Leon por el intercomunicador?

*¿Qué harás?



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