miércoles, 18 de mayo de 2011

Caroline Bateman

“Vamos Marco, apúrate”… repetía mil y una veces en mi cabeza, mientras sentía la pesada respiración de Gwyneth en la nuca.

-          No me vas a dar esos cartuchos? – lo mire de reojo, pero no cruzamos miradas. – mira que no te diré mi secreto… -

Exhale sonoramente, pasando una mano por mi rostro y corriéndome un rebelde mechón de cabello de la frente.

-          creo que eso de el “secreto” es una excusa para que te de los malditos cartuchos. – Gwyneth se adelanto unos pasos a mí, dándole una buena ojeada al exhausto Marco.

-          pues yo creo que tienes miedo a averiguar de que se trata mi secreto. –

Observe el arma que pendía de mi hombro un instante. No me costaría nada cruzarle una bala por la frente, y ganas no me faltaban… pero ordenes son ordenes y aparte lo “necesitamos”. Volví a exhalar, este tipo ya me cruzaba los cables.
A ver, le doy el cartucho, me dice el secreto, el lo carga y adiós Carol, no. No le doy el cartucho, el no me dice nada, Marco abre la puerta y adiós Carol, maldición no. Tal vez si…

-          te diré que… - Gwyneth se dio la vuelta muy dramáticamente. – no te daré el cargador, pero te daré las balas para que cargues tu cartucho vacío, mientras me dices tu secreto.

El se paso una mano por la barbilla y lentamente balbuceo…

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