lunes, 29 de diciembre de 2008

Hambruna

















Esto me ocurrió en Europa hace unos años.

Era pleno invierno y yo junto con Travis Weiland (un mercenario de poca monta) debíamos recuperar unas provisiones que fueron robadas de un campamento de ayuda que fue enviado para asistir a los pueblos mas aislados y afectados por las tormentas de nieve.Logramos seguir el trayecto de los ladrones y su escondíte era ni mas ni menos que en las montañas nevadas que rodeaban aquel desolado valle.

Tardamos casi 24 horas en alcanzar una altura considerable cuando el clima comenzó a empeorar.Al cabo de unas horas oí un ruido que poco a poco fue subiendo de nivel hasta hacerse realmente ensordecedor,levanté mi vista y ví como el cielo se oscurecía a causa de la gigantesca avalancha de nieve que se cernía sobre nosotros,por suerte a nuestra izquierda había una grieta pequeña que agrandé con una fuerte patada y dio paso a una pequeña cueva,agarré a Travis para que se metiera conmigo,pero él se devolvió para coger su mochila y solo sentí un ruido similar al que hacen las sandías cuando son reventadas por algún golpe,yo estiré mi mano desde el interior de la cueva para jalar el cuerpo de Travis y fué que me dí cuenta del feroz golpe que había recibido en la cabeza casi partiéndosela a causa de alguna roca,finalmente las toneladas de nieve cubrieron la salida de la pequeña cueva y yo quedé encerrado con el cadáver.

En nuestras mochilas no llevabamos alimento alguno,pues no creiamos tardar tanto en nuestra misión,pero si logré conseguir abrigo encendiendo una pequeña fogata a ratos para no agotar el oxígeno del lugar.Pasé los primeros dos días creyendo que jamás vería la lúz del día nuevamente,pues a kilómetros de altura,en un lugar perdido de Europa digo,¿a quien diablos le ibamos a importar?.

Luego ocurrió lo impensado,vino a visitarme una ardilla,lo que encendió nuevamente la llama de la esperanza,pues significaba que había en algun lugar alguna cavidad que me permitiera conectarme con el exterior.

Una de las cosas que te enseñan en las fuerzas especiales es que si vas a pasar varios dias junto a un cadáver en un perímetro cerrado es mejor enterrarlo,asi evitas algún posible foco de infección,la llegada de animales carroñeros,el mal olor etc,etc.Sin embargo lo que hice fue cubrirlo con nieve,lo que evitó de alguna manera el propagamiento del mal olor que ya por ser el quinto día comenzaba a hacerse notar.Ni hablar tampoco del hambre que comenzaba a sentir.La ardilla solía visitarme de cuando en cuando pero siempre por el mismo impenetrable rincón al cuál yo no podía acceder por ninguno de los medios con que contaba en aquellos momentos,a esas alturas ya me había encariñado con el animal pues cada vez me traía ramas o nueces que me servían de algo para calmar mi insoportable hambruna,pero no era suficiente.

El sexto día comenzé a pensar y a sentir cómo la cordura se desvanecía.Recurrir al canibalismo no es algo del todo condenable,sobre todo si con ello salvas tu vida,comenzaba a preguntarme “¿Travis Weiland hubiese pensado lo mismo?”,pero ahí estaba,muerto,cubierto por capas de nieve que mantenían su cuerpo congelado.Y yo,en un rincón…acurrucado,mordiéndome los labios del hambre.Muchas veces estuve a punto de acercarme con el cuchillo y la vez que estuve más cerca de hacerlo me detuve al darme cuenta que me estaba convirtiendo casi en lo mismo que ví en Racoon City,en un zombie,obviamente no es el mismo ejemplo específico,pero al menos se acercaba bastante.

Finalmente no lo hice,logré sobrevivir hasta el séptimo día y fui rescatado gracias a la gente del campamento,me encontraron junto a la fogata extinguida y semi-desmayado.Me dijeron que de no haber sido por el alimento del dia anterior quizá las posibilidades de haberme encontrado con vida hubiesen disminuído considerablemente.

Y por si desean saberlo,la carne de ardilla sabe igual a la de conejo….







Leon S Kennedy


sobrevivir…,esa palabra logra estremecerme

jueves, 25 de diciembre de 2008

¿Que habrá sido del "devorador de bebés"?













Esto aunque parezca fuerte,me parece que solo cabe ser recordado como anécdota…


Hace ya muchos años atrás,antes de viajar a Racoon City a mi primer día como policía,yo me había recibido recién del departamento especial en San Francisco y fue ahí donde estuve unas semanas ayudando a un tal Rick Marshall,Rick era un policía realmente antipático y poco amigable,pero fui obligado a asistirle en un caso llamado “el devorador de bebés”.

Un orate que al parecer era miembro de una secta religiosa que robaba bebés.De a poco fuimos estrechando el circulo de esa terrible secta hasta llegar a su lider llamado Edward…algo,ahora no logro recordar muy bien.Aquella vez localizamos su paradero y una caravana de patrullas acudió a su aprehensión,por supuesto yo fui acompañando a Rick.

Al llegar al lugar (que era una casucha situada en los suburbios,bastante alejada del resto de la ciudad) y al acercarnos al perímetro notamos un insoportable hedor a descomposición que impregnaba el ambiente,cuando el equipo especial derribó la puerta y luego los demás entramos,pues… he de reconocer que pocas veces sentí tanto asco como aquella vez y lo que luego vino,fue una pesadilla dantesca.Decenas de cadáveres de bebés recién nacidos estaban ya en evidente estado de descomposición esparcidos dentro de la casa,muchos cuerpos tenían señales de haber sido comidos a medias y aún cuando entramos vimos a enormes ratas dándose un festín con los cadáveres de los pequeños bebés.En una de las paredes había un burlesco mensaje dedicado a nosotros,la policía : ” Jo,jo,jo...la vida de estos pequeños en sus manos estuvo”.

Rick se volvió medio loco de furia y tuvimos que controlarlo.Al día siguiente supe que habían encontrado mas evidencia sobre el paradero de aquel demente,pero jamás supe que fue de aquel caso,ni de Rick Marshall,ni si lograron atrapar al criminal,pues todo esto lo he contado porque aquella vez recuerdo que toda esa crueldad me pareció algo tan impactante y algo tan abominable,que no deseaba ver otra cosa como esa en mi vida ,así que pedí el traslado a una ciudad más tranquila…a Racoon City.



Ironias del destino,¿no?





Leon S. Kennedy 00:46 AM

…siempre todo puede ser mucho peor




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domingo, 21 de diciembre de 2008

Padre e hijo

















Creo que no debe haber asunto mas cruel en la vida que cuando el destino te obliga a acabar con algún ser querido, alguien quien amas.

Así lo he visto hace unos días,Joseph,un niño tuvo que hacerse cargo de su propia gata porque a su padre le resultaba odiosa su presencia en el bus que nos transportaba a otra ciudad,suerte la mía que solo estuve apenas dos días con ellos,pero aquello me bastó.

El muchacho había recogido esa gata por lástima unos diás antes,según lo que me contó,pero su padre simplemente la odiaba y amenazaba con matarla si él no se deshacía de ella,yo le aconsejé que lo hiciera,que la olvidara,pero su negativa fue enorme.Finalmente fuí testigo de una riña entre el niño y su padre a causa del animal y el hombre,en un arrebato de ira descontrolada le dio al gato dos balazos asesinándolo frente a Joseph sin la menor consideración.El hombre estaba deshecho,había perdido a su esposa a causa del mortal virus,su casa y también temía por su propia vida,pero ¿Qué derecho tenía para acabar con la vida de la mascota de su propio hijo?.

El niño no paraba de llorar,una mujer que iba con nosotros se acercó a abrazarle,los demás nos mantuvimos en silencio,pues ya estábamos cansados de tener que sobrevivir día a día en ese lugar mientras llegaba un equipo de rescate como para preocuparnos de asuntos familiares,me arrepiento de no haber hecho nada,quizá un “lo lamento mucho” hubiese bastado.

Luego ocurrió lo increíble,el padre de Joseph fue mordido por un perro infectado,por ende él también fue contagiado por el virus.No quiso que le atendieramos sus heridas,simplemente nos apuntó con su pistóla y retrocedía asustado.


-¡Retrocedan!...¡que nadie se me acerque!...- Decía mientras nos apuntaba,era evidente que el sabía lo que pasaría con él al cabo de unos minutos.


Y en ese instante su cráneo fue atravezado y partido en dos por una bala de rifle,el cuerpo cayó al suelo inerte y al percatarnos que quien había disparado el rifle había sido el propio Joseph,no pude evitar sentir una profunda pena por él.







Leon S. Kennedy.

...extraño dormir sin sobresaltos.





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