domingo, 21 de agosto de 2011

Safari en la penumbra

Segunda parte y final de la historia enviada por Talys Santander
















Capitulo 2





… Yo me voltee, y vi a un puma trepado a un árbol. Tenía su mirada fija en mí, yo disimuladamente trate de manotear mi pistola, pero se dio cuenta y en un abrir, y cerrar de ojos lo tenía suspendido en el aire. Rodé en el piso, esperaba que callera sobre mí, pero en mitad del salto, sentí un disparo, y cayó al suelo, gimiendo, con unas des sus patas sobre su ojo izquierdo. Me di vuelta, y Denise tenía su rifle en mano, sin duda había sido ella, quien efectuó el disparo sobre su ojo. Alex se le acercó al animal, estando herido, le enseño los dientes, se puso de pie y se fue, trepando entre árboles y jaulas. Richard mirándome dijo:

-Tuviste suerte Leon- Yo la mire a Denise:

-Gracias, quizá más tarde salde mi deuda- y le guiñe un ojo.

-Si entiendo- Dijo ella sonriendo.

-¡Vámonos, que todavía nos queda tres cuartos para recorrer de este zoológico infernal!- Exclamo Richard. Alex y yo En tono de burla dijimos:

-¡Señor!, ¡Sí Señor!- Y nos reímos.

Luego de aquello, tomamos camino hacia la parte primera del “safari”, había dos caminos, uno te dirigía a la primera zona de los carnívoros, el otro, te dirigía a la primera zona de los herbívoros. Richard dijo burlándose:

-Niñitos míos, ¿qué parte del zoo desean visitar primero?

-Ja, Ja- le dije sarcásticamente, ya que me fastidiaba que hiciera eso

-Tomemos el camino de los carnívoros- dijo Alex:

-Claro, porque según el mapa que está en la entrada del zoo, hay a mitad de esta zona un camino que te lleva, a la segunda parte del área de los herbívoros, la cual podríamos utilizar si estamos en aprietos, o para hacer algún tipo de emboscada o trampa, según como lo decidas-

-Tienes razón Leon, es una idea muy estupenda, ya entiendo porque todos los agentes, te envidian. Tienes una excelente manera de pensar, teniendo una cabecita como esa, no hay obstáculo que te frene en el camino-

-Ho vamos, no exageres- dije humildemente:

-Señores basta de charlas hay que empezar a trabajar, antes de que sea de día- dijo Alex medio intolerante y sarcásticamente.

-Ok, entonces a trabajar se ha dicho- termino por decir Denise.

Nos adentramos, a los pasillos de las enormes jaulas, vacía, pertenecientes a felinos y canidos de todo tipo, se podía ver los cadáveres de lobos, chacales, alguno de hiena, muchos cadáveres de personas realmente destrozadas, creo que ni llegaron a convertirse en zombi, de lo tan destruidos que estaban. En un segundo, logre escuchar pisadas alrededor nuestros, como que si nos estuvieran acechando, se escuchó un pequeño gruñido. Richard se encontraba mirándome de frente, detrás de él se acercaba algo, ese algo estaba por atacarlo:

-¡Cuidado Richard!- Grite mientras corría para salvarlo, en eso no me quedo más alternativa que saltar y empujarlo. Nos encontrábamos los dos tirados en el piso dentro de una jaula, y de la oscuridad de ella empezaron a emerger tres hienas, y por donde entramos se situó la cuarta. Richard y yo estábamos rodeados, Denise y Alex no podían ayudarnos ya que estaban ocupados, tratando de sobrevivir al ataque de la quinta hiena que era mucho más grande que las demás:

-¿Preparado Richard?- Le dije en modo de desafío:

-Nunca estuve más preparado para esto-

-¿Listo?, ¡Ya!- en ese momento, él se gacho y yo salte sobre él, quedando uno en el lugar del otro. La hiena se aproximó hacia mí, a gran velocidad, sin calcular ningún movimiento le encaje una patada, en medio de la cabeza y quedo media atontada, mientras Richard le disparaba a un tronco de ambientación, para que callera sobre la hiena que estaba al acecho de él. Yo sin pensarlo dos veces aproveche y di un salto, disparándole certeramente, en la cabeza mientras, Richard mataba de un balazo de rifle, a la que yo deje atontada:

-Matamos dos, solo quedan las otras dos- grite en medio de la balacera que se escuchaba, ya que Alex y Denise no terminaban de matar, a aquella enorme bestia. Todo esto surgió en cuestiones de segundos. Richard y yo nos encontrábamos en un mano a mano, de dos contra dos:

-Leon espera a que las bestias salten, así cuando esto suceda…- le interrumpí:

-Se chocan y nos queda solo disparar- él me sonrió y empezamos. Yo empecé a correr en círculos junto a Richard, las bestias nos miraban fijamente. Al parecer parecían tener también un plan de emboscada. En un momento deje de correr en círculos y corrí hacia adelante, donde estaba una de las hienas mirándome. Al acercarme, podía ver en sus ojos lo preparada que estaba para atacarme, le amague y retrocedí, en ese mismo instante, Richard, a su estilo, estaba tratando de provocar a la segunda hiena para que saltase. Lo logra, pero yo no, entonces Richard al darse cuenta de esto, le dispara a la hiena suspendida en el aire, cae, y luego le vuelve a disparar en la cabeza. Al mismo tiempo, yo aun mirando fijo a la hiena me distraje viendo como la tercera hiena, tenía acorralados a Denise y Alex, y en ese momento de descuido, la bestia, decidió atacarme, dio un asalto y al darme vuelta, la tenía encima. Al ser un ataque sorpresa, se me callo la pistola, cuando puse como escudo mi brazo derecho, que detenía el cuello de la bestia y también bloqueaba una mordida directa a mi rostro. No podía aguantar más, se me debilitaba el brazo y cada vez tenía su cara más cerca de mí, entonces fue cuando saque mi cuchillo, y de una maniobra se lo incruste en medio de su ojo, guarde mi cuchillo, y le di una patada que la alejo unos 3 metros, y al ponerme de pie levante mi pistola y rápidamente apunte al centro de su cráneo, y le dispare. Estando muerta, pude levantar mi vista, y ver a Richard como iba, rápidamente a darles una mano a Denise y Alex.

Yo salí de la jaula, y aviste al puma.














Richard estaba a punto de dispararle a la hiena cuando de repente le salto el puma, en medio de los dos. Denise y Alex estando en aprietos y Richard con el puma, no sabia que hacer.

-Leon ve, y ayuda a los otros- me dijo. Negándome a dejarlo solo, decidí dejar que el resto se ocupara de la otra bestia. El puma se encontraba encima de Richard. Él hacia lo que podía para que la cosa no lo mordiera, al parecer se veía cansado de forcejear, entonces fue ahí cuando apunte con mí pistola, y le dispare al lomo del animal, este se me volteo y me quedo mirando, yo al estar a una distancia prudente, salí a correr, hacia la dirección por dónde habíamos llegado. La bestia me siguió, se podía sentir en medio de la noche sus pisadas a gran velocidad, al sentir que estaba a unos pasos de mí, me volteé, y al ver que estaba a mitad de un salto, me lance en un giro rodando hacia abajo, caí de pie y volví a correr, en dirección a Richard, le hice una seña de que prepara su rifle para disparar, en ese momento vi como Denise y Alex daban un disparo a dúo, a la gigantesca hiena en medio de su cabeza, y como esta caía al suelo. Llegue hacia Richard, él tenía su mirada fija en la mira de su rifle, ni bien estuve a unos pasos suyos, él disparó, el puma se cayó, y rápidamente yo descolgué el rifle de mi hombro, y le dispare en el centro de cabeza, la bestia dio unos pasos hacia adelante y se desplomo. Rápidamente se acercaron Alex y Denise:

-¿Están bien?- nos preguntó Denise.

-Sí, estamos bien- dijo Richard en tono de alivio

-Leon, ¿cómo haces para escapar de cosas como esas?- me preguntó Alex, con expresión de asombro

-Son reacciones que, suceden en diferentes situaciones-

-Tienes una gran habilidad de reacción, eso es realmente admirable, con ese don, tu puedes escapar de cualquier cosa- me dijo tratando de darme a entender, que soy como invencible.

-La verdad que aún no lo sé, porque hasta ahora ninguna de esas cosas me ha mordido-

-Bueno es hora de ponernos en marcha. Tenemos que llegar al fondo de este pasillo, lleno de jaulas, que son unos trescientos metros- dijo Richard –Aún nos quedan para eliminar, un par de esas porquerías- dijo en tono de desprecio.

Empezamos, caminar bien atentos y alertas, en dirección hacia el final el pasillo. A cada paso que dábamos nos encontrábamos con más cadáveres de animales, mucho más destrozados de los que vimos anteriormente. Hicimos unos cien metros y vi el pasillo que te lleva a la segunda parte de los herbívoros, lo memorice para acordarme, si por ahí lo llegábamos a necesitar. Seguimos caminando los siguientes ciento ochenta metros de jaulas y más jaulas, hasta que nos encontramos con el final del pasillo con los tres lobos, que se encontraban alimentándose del cadáver de alguna persona, a unos veinte metros de nosotros, la verdad que eran casi similares a los perros comunes que se podían encontrar en casi toda Raccoon City, en el momento de su infección. Yo avise de manera simple:

-Esperen a que vengan hacia nosotros, y con un simple disparo a su cabeza, los tenemos durmiendo en el piso- dije esto último en tono de burla. Como yo dije, los lobos se acercaron hacia nosotros, Alex, Richard y yo fuimos los que disparamos a los tres lobos, que cayeron en el orden, en que los nombre. Denise se acercó al cadáver, de aquella persona, a examinarlo, yo me quede observando a unos pasos de la última jaula, que estaba a oscuras, y que poseía un gran agujero:

-Richard, ¿este no es Sam?- dijo en tono de horror. Richard se le acerco unos pasos:

-Si es él, nos pareció raro que no saliera de aquí cuando lo mandamos a investigar, y al final termino…- Richard fue interrumpido por el sonido inconfundible de un infectado. Era el tal Sam que se despertaba, Denise al estar más cerca de él, se asustó, y se fue hacia atrás, donde quedo sobre la jaula, cerca de mí, Alex saco su rifle y le disparo al infectado. De pronto se escuchó un rugido, proveniente de la jaula, rápidamente la tome a Denise, de su vestimenta y la arrastre hacia mí, de la jaula salieron dos leonas:

-Cumpliste con la deuda- me dijo algo asustada y sonriendo. Yo le guiñe el ojo:

-Tarde o temprano te la iba a tener que pagar…- fui interrumpido:

- ¡Retrocedan!- nos gritó Richard. Él rápidamente tomo una grana de su cinturón, y la lanzo hacia ellas. Automáticamente salimos a correr. Nos alcanzó mientras corríamos, estábamos cerca de la entrada a los herbívoros, y luego de unos segundos, la granada estallo. Nos volteamos a ver, y una de las leonas estaba muerta, la otra seguía de pie algo atontada, sorpresivamente, se escuchó un horrendo rugido, y de un árbol, cercano a la última jaula, bajo una pantera, poseía el triple del tamaño que puede poseer un tigre. La enorme bestia camino hacia la leona y de un zarpazo la tumbó, y luego abrió su gigantesca boca y mordió su cabeza, destrozándosela, se podía oír el crujido de los huesos destruyéndose. Luego la sacudió de un lado a otro, y al levantar la vista, nos divisó:

-¡Síganme, deprisa! – dije antes de salir a correr. Corrí unos cuantos metros hacia atrás donde se encontraba, el pasillo para cruzar a la zona de los herbívoros:

-Leon, debemos darnos prisa, se nos está acercando- dijo Alex. Corrimos por el pasillo, llegamos al otro lado de él, había para elegir dos opciones, ir hacia el centro del zoo, o ir la gigantesca jaula final:

-Vamos Leon, apúrate antes que nos alcance- dijo Denise algo desesperada. Decidí tomar el camino hacia la jaula, corríamos hacia el final. Mientras el resto corría, yo me retrasé un poco, me di vuelta y atrás venia la bestia. Saque unas de mis granadas, y se la arroje, como pude salí a correr, hasta que los alcance. En unos segundos logramos llegar a la jaula final, y al mismo tiempo estallo la granada. La jaula era enorme, parecía ser un cuadrado de cien por cien, estaba llena de maleza y árboles, sin contar que estaba lleno de cadáveres totalmente pulverizados de cebras, antílopes, ñus y otros animales herbívoros de la sabana:

-Corramos hasta el centro, de este campo y trepémonos, uno encada uno de esos cuatro árboles, esto será como una especie de trampa, todos con sus rifles, y su mirada fija en la mira- nos dijo Denise:

-Excelente idea- dijo Richard apresuradamente. Todos corrimos hacia el centro, había cuatro árboles bien posicionados, como para armar una emboscada, pero teníamos que cuidar, que no nos viera. Cuando yo estaba descolgándome el rifle, vi llegar a la bestia. Puse la vista, en la mira del rifle para verla más de cerca, venia caminado lo más tranquila por la maleza.















Avise al resto, a través de señas, sobre su presencia. Al parecer, la granada que le arroje, no le había afectado en nada. Luego se su llegada, las nubes taparon la luna, y quedamos en completa oscuridad, y además de la buena suerte que teníamos la cosa era de color negro. A través de la mira la podíamos ver, ya que poseía visión nocturna, y no era conveniente utilizar las linternas. Entre nosotros nos hacíamos señas, intentando no hacer ruido para que no nos encontrara o nos divisara. Solamente nos veíamos a través de la mira del rifle. Yo muy atento y observador logre divisar, que en la parte detrás de su lomo, se encontraba el punto débil. Rápidamente le señale al resto su ubicación. Richard fue el que dio la orden de disparo, y en segundos después, todos comenzamos a disparar. La bestia gemía, gruñía, y de unos cuantos disparos callo dormida al piso, yo para asegurarme que estuviese muerta, me baje del árbol, y me acerque a examinarla. Seguida de mi acción, el resto bajo de sus árboles. Las nubes se estaban disipando de la luna, y volvía a ver un poco de luz, Denise se me acerco:

-Esta pantera sufrió su primera mutación- me dijo en tono serio. Rápidamente me acorde de los efectos de mutación del Virus-G y pregunte:

-Esta cosa va a volver a mutar ¿verdad?-

-Puede que sea posible, y si lo es, mutara algo parecido a un licker, solo que en versión animal, y 10 veces más feroz que tres de ellos- me respondió en tono de preocupación. Luego de unos instantes, la pantera comenzó a mutar, me puse de pie de un salto, y me alejé:

-Alejémonos, esa cosa aún sigue viva- dijo Alex.

Nos alejamos unos cincuenta metros bien prudentes. Todos fuimos testigos de aquella horrenda mutación. La bestia, empezó aumentando un poco más su tamaño, luego le empezaron a crecer sus garras, quintuplicaron su tamaño, y además el pelaje, la piel comenzaron a caerse, y quedo a la vista toda su musculatura, tornada de un color rojizo. Sus ojos pasaron a ser, de un color blanco.

Nosotros estando distraídos cargando nuestros rifles, y yo mi pistola. No nos dimos cuenta que la bestia se movió de su lugar y no sabíamos dónde estaba. Miré hacia arriba y estaba parada en el árbol, justo sobre mí. La bestia salto y yo me lance hacia adelante, para esquivármela. Estando yo de espaldas, me di vuelta, y en ese mismo instante Richard le disparo directo al cuerpo. La pantera se enfureció, y fue directamente a atacarlo. Alex, fue en su ayuda y también le empezó a disparar, luego se le sumo Denise, y no podía creer que de tantos disparos que recibía, aún siguiera en pie. Entonces fue ahí, cuando saque unas de mis granadas más poderosas, y di el grito:

-¡Granada, Cubranceeeee…!- rápidamente todos lo hicieron. Yo me puse de pie para alejarme, pero la bestia me tomo con sus garras de mi pantalón, (doy suerte que sus garras engancharon mí pantalón) y me empezó a arrastrar hacia ella. Me aferre a la raíz de un árbol, para que no me arrastrara, hacia ella, y hacia la granada, entonces fue justo cuando la granada exploto. Vi como la bestia voló en el aire. Yo había quedado tirado en el piso, aturdido por la estruendosa explosión, que me dejaron sordo y desorientado por unos seis minutos. En ese estado, pude sentir que alguien me jalaba por detrás. Pasaron alrededor de dos minutos y comencé a sentir voces:

-Leon levántate, vamos, tenemos que huir- No tarde mucho en reconocerla, era Denise. Mire hacia un costado y se encontraban Alex y Richard apuntando hacia la bestia que se estaba intentando ponerse de pie. Había quedado completamente demacrada, no sé cómo aún seguía viva, parecía indestructible. Luego sin pensarlo dos veces me puse de pie, y logre decirle a Richard:

-¿Porque no juntamos nuestras granadas, y se las lanzamos a la bestia?, así es más fácil el trabajo ¿no? -

-Es verdad, Leon, quizá la mate de una vez por todas. Dame tus granadas- me dijo en forma decidida. Se las entregue, el sacó un precinto de su bolsillo, con el cual atravesó en todos los seguros de las granadas, para que sea mucho más fácil hacer que todas exploten casi al mismo tiempo, ya que si tira del precinto se activan todas, y así es más potente la fuerza de la explosión. En total eran seis granadas.
Sería un equivalente a una explosión de unas cuantas dinamitas. Luego le dije:

-Yo saldré a correr, así la distraigo, luego regreso y ahí tú se las arrojas-

-¿Estás seguro?- me dijo seriamente.

-Claro que sí- dije.

-Alex, Denise vallan a la entrada de la jaula. Cuando regrese Leon automáticamente, salen corriendo hacia la salida del zoo. En caso que algo salga mal solo disparen-

-¿Y cuándo van a regresar?- pregunto Denise.

-Se supone que luego los alcanzaremos, porque no creo que lleguemos a salir de la jaula. Si esto no sucede se supone que nosotros, nos tiraremos en aquel pozo para cubrirnos- y Richard le señalo un pozo cercano a la salida.

-Alcánzame ese pedazo de cerca, nos servirá- le dije a Alex, ya que se encontraba al lado de él.

-¿Para qué quieres eso?- me pregunto Richard

-Para tirárselo encima, a la bestia, cuando tú le lances las granadas, así se retrasará un poco y nosotros podremos tener más tiempo de escapar-

-Excelente idea…- Richard fue interrumpido por el ruidoso rugido de la bestia. Al perecer había mutado, ya que tenía una apariencia diferente a la anterior. Tenía los huesos de su columna vertebral salidos hacia afuera, las garras estaban más alargadas, aumento su tamaño, y su cola se había transformado en una especie de púa. Rápidamente presto su atención en Alex y Denise que estaban yéndose hacia la salida de la jaula. Tome mi pistola, y le dispare en el ojo, para que me siguiera, me miro fijo, y se lanzó al ataque. Rápidamente salí corriendo, esa cosa me perseguía. Yo miraba hacia todos lados, vi un árbol, corrí sobre él, luego salte y di un giro en el aire. Caí parado, dejando atrás a la horrenda cosa. Luego regrese corriendo hacia Richard. Llegando a unos pasos de la cerca, la tome, y luego Richard le tiro las granadas, me volteé y le tire la cerca. Richard y yo corrimos hasta el pozo, segundos después se escuchó un gran estruendo, las granadas habían estallado. No quedamos sordos, ni aturdidos, ya que el pozo tenía una profundidad de un metro cincuenta de alto y como dos metros de diámetro. Yo salí primero, mire hacia todos lados y la cosa ya no estaba, solo se veía el incendiarse de los árboles. Sacudí mi vestimenta del polvo, y lo ayude a Richard a salir del pozo. Luego caminamos hasta el principio del incendio, el cuerpo de la bestia yacía allí incendiándose, le faltaba una extremidad, en eso levanta su cabeza, y me toma con su cola por él brazo, y en un abrir y cerrar de ojos, Richard le dispara en el centro de su cráneo, y al finalmente muere.

-Al fin murió esa cosa, ya empezaba a fastidiarme-

-Ja-Ja lo mismo pienso- dije aliviado.

-Sera mejor que ya nos vayamos- dijo dándose la media vuelta.

-Es verdad, nos están esperando- Dije. Luego de ello, al trote, alcanzamos a Alex y Denise, en la puerta del zoo, donde Richard les había indicado. Él pego un grito:

-¡Abran la puerta! ¡Zona despejada!-

-Creo que este es el fin del safari ¿no?- Me dijo Denise

-Parece que si- dijo Alex. De pronto un agente abrió la puerta del otro lado y salimos.

Luego de ello, me avisaron que tenían preparado un helicóptero, para trasladarme a las afueras de Raccoon City, así poder regresar a mí auto, y llevar un par de informes hacia el gobierno, que escribieron Richard y Alex de lo sucedido. Faltaba el informe de Denise:

-Toma Leon, aquí esta mí informe-me dijo Denise con una sonrisa

-Ok, gracias. Bueno fue un gusto pasar esta noche de “Safari”, junto a ustedes- Dije sonriendo.

-Si la verdad fue un gusto, trabajar con un agente como tú, a nuestro lado- Dijo en forma de agradecimiento.

-Igual me quedan algunas dudas-dije en forma de sospecha.

-¿Por?- ella me miro fijo.

- Por tu conocimiento tan cercano de los virus de Umbrela, algún día me dirás todo. En fin. Quizá algún día, volvamos a trabajar juntos…- me interrumpió Richard:

-Algún día vamos a volver a trabajar juntos, Compañero- me dijo en tono amigable.

-Y yo aceptaré con gusto- dije con un tono de compromiso.

-Ok, entonces que tengas buena suerte, en tus próximas misiones. Eres un excelente agente-dijo Richard con una sonrisa

-Gracias, pero bueno, ya es hora de irme- . Salude a todos, con un aprieto de manos y me subí al helicóptero, que me llevaba de vuelta a las afueras de Raccoon City. Mientras el helicóptero despegaba, Denise me miraba fijo, se me hace que ella sabe mucho más, de lo que yo creo que sé, y de lo que se puede saber.

Luego de diez minutos, llegue, fui a buscar mi auto, y de allí salí directo hacia la Casa Blanca, a entregar los informes. Mientras manejaba, mire hacia la luna llena, aún no había amanecido, y podía contemplar el hermoso destello de luz, que te puede aportar, en las noches, y en los lugares más oscuros de la penumbra.





La Luna es mi fiel compañera, desde las noches más bonitas, hasta las noches de pura oscuridad y penumbra.

Leon S. Kennedy 05:29 AM

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