lunes, 4 de abril de 2011

Una luz en la penumbra

Historia enviada por Lady Bateman desde Argentina (Gracias Lady B :) )















Treceavo día del mes, para ser exacto un viernes, y justo nieva… que hermoso día.
En este momento estoy pensando seriamente en tomarme vacaciones luego de esta tortura. Hace ya un mes estamos metidos hasta el cuello con Chris Redfield en esta misión en Europa, en un pueblo cercano a una supuesta cede de White Umbrella.
Observando por la ventana de nuestra cabaña sentí un escalofrío recorrerme de arriba abajo en cuanto sentí la respiración de mi compañero golpear mi cuello.

-¿en que andas Leon?.-


-ahm, nada. Tal vez... disfrutando el paisaje. – dije en un suspiro, admirando el interminable camino de nieve y las montañas luchando por tener un lugar en las nubes.


-ya veo. Por que no te vas a recostar?, hace rato que estas ahí parado chupando frío.


-supongo que tienes razón – di un pequeño bostezo mientras observaba a Redfield por el reflejo de la empañada ventana. – me recostare un rato en el sillón. Despiértame si me necesitas para algo.


-De acuerdo. – dijo con una extraña sonrisa en su rostro.


Lentamente y arrastrando los pies, me acerque al calido fulgor de la chimenea, la admire un rato, viendo como las llamas crecían y se achicaban, hacían formas en el viento, me hipnotizaban lentamente. Hasta que el sueño volvió a mí y me recosté en el cómodo sillón de cuero, dándole un último vistazo al fuego y cerrando los ojos.


-¿que carajo estas haciendo aquí?.


Estaba en algo que parecía un galpón y hacia mucho, mucho frío. Estaba solo en ese vacío oscuro en el que solo una tenue lámpara iluminaba el cerrado lugar, al parecer hecho de alguna madera, muy gastada y hecha trizas… el olor a muerte no se hacia esperar. Desenfunde mi arma de Kendo y comencé a caminar, apuntando a todo lo que parecía moverse.


-Sr. Kennedy… esta solo Sr. Kennedy. – parecía la voz de… Salazar.


-¿quien ha dicho eso?.


Nada, el silencio se hacia tan presente como mi temor a nunca jamás salir de allí.


-Sr. Kennedy… están muertos Sr. Kennedy.


Un destello blanco me hizo soltar mi arma y taparme los ojos, los cuales parecían no tener protección a tal brillo. Despacio los fui abriendo, mi vista era demasiado borrosa y solo podía distinguir varias bolsas raras colgadas y exhumando un líquido oscuro.


-Sr. Kennedy… que ve Sr. Kennedy?.


Afrontando el dolor, mis ojos empezaron a adaptarse a la potente luz. Subí de a poco la vista y…


-oh por dios no…


Caí de rodillas al piso al ver de qué se trataba todo… mi familia, mi familia entera, mis amigos… todos colgados, algunos con grandes pedazos de piel faltante, otros en los huesos. Todos estaban muertos, todavía soltando las últimas gotas de sangre de su sistema.


-Su corazón Sr. Kennedy… su corazón.


Un crujido horrible anticipo la caída de los cuerpos, sus sogas se cortaron e hicieron que todos chocaran con fuerza el piso, haciendo que a varios se les reventara la cabeza, bañándome en sesos y sangre.


-no, no, no… esto no puede ser. – sollocé observando mi sucio reflejo en un charco de sangre, de mis padres.


-Su corazón, Sr. Kennedy…


Subí la vista con miedo… Claire, estaba colgada en medio de la habitación, al parecer muy golpeada y con sangre cubriendo la mayor parte de su semidesnudo cuerpo, todavía sufriendo algunos espasmos.

-no… Claire no!.


Me levante de un golpe y corrí hacia ella, resbalándome con sangre ajena en el camino.Saque mi cuchillo de combate, mientras intentaba que Claire se recargara en mí para no perderla, hasta que la cuerda cedió y su delicado cuerpo cayó rendido en mis brazos.


-vas a estar bien Claire, por favor, no me dejes.


Sus ojos pronto encontraron los míos, una lágrima se desprendió de ellos y luego… comenzó a reír, a reír muy secamente como burlándose.


-Esta muerto Sr. Kennedy… esta muerto.


Claire comenzó a convulsionar de la peor manera, trate de sujetarla con fuerza, hundiendo mi cara en su hombro para calmarla. De pronto todo quedo en silencio, su cuerpo ya no se movía. Lentamente me separe de ella y cuando la observe era… era una versión descuidada de mi, con una sonrisa pegada en su rostro, la mirada perdida y las muñecas cortadas.


-Leon… Leon!, despierta. –


-ahh!. – me senté de un sopetón en el sillón. Chris estaba sentado en frente de mí, sorprendido.


-¿Que paso?. –


-Yo… yo… - estaba tan agitado que las palabras no salían como deberían.


Chris pasó su pulgar por mi mejilla, aun con esa mueca de preocupación.


-estabas llorando… -


Aparté su mano y lo mire fijo, nunca había visto tal mirada en el.


-¿tuviste una pesadilla?. – dijo en voz baja, como hablándole a un niño pequeño.


Comencé a llorar, intentando secarme las lágrimas mientras iban cayendo. Chris me detuvo y me tomo de los hombros, haciendo que mi cabeza se recargara en su fuerte pecho.


-todo esta bien Leon, no paso nada. – decía mientras apenas se movía de un lado a otro, acurrucándome.


Me sentí tan indefenso, tan triste, pero Chris ignoro las lágrimas en un hombre y en vez de alejarse despacio y nunca más dirigirme la palabra, simplemente me abrazo y me contuvo como nadie lo había hecho y… ya no me sentía solo.

Mientras el pequeño arrullo de Chris calmaba mi llanto, me quede dormido.








...

LEON S. KENNEDY, 03:34 A.M.


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El diario de Leon S. Kennedy by Marcelo Carter is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Unported License.

5 comentarios:

Unknown dijo...

no que buena historia muy buena la verdad me gusto muchisimo, un saludo para los 2 :D, marce el blog cada dia mejor

Anónimo dijo...

sdasdasdsa gracias Brian n.n ii gracias a vos Marce por postear mi historia :B
saludiines

Mery dijo...

Muy vívida! :O
Me lo imaginé todo x completo y es bueno encontrar de vez en cuando el lado humano de Leon!
Osea, que no siempre sea el frío y calculador autómata zombie-killer! x)
Muy buena historia, LadyB!!!!

Coincido con lo anterior, el blog cada día mejor, Marce n_n

Besoooss!

Marcelo Carter dijo...

No, gracias a uds. por mantener el interés y por su buena onda, gracias también a Lady y a todos quienes han enviados sus historias.

Corven Icenail dijo...

Linda narrativa. Los diálogos se sucedían con gran acierto, y eso aunque de la fuente de donde proviene esta inspiración yo no conozco ni la sombra...