sábado, 6 de noviembre de 2010

Silencio (capitulo final)




















Finalmente llegamos a la iglesia…

No exagero en decir que se trataba de la iglesia más fea del mundo… su fachada siniestra y oscura no era mas que la antesala de lo que nos deparaba en su interior aquel santuario hereje.

Entramos al lugar sin mayor inconveniente, la penumbra era casi palpable, solo un extraño sendero de velas nos conducía desde el umbral hasta un pequeño altar en el centro. En el altar se encontraba un pergamino de marfil en el cuál se hallaban inscritas dos enigmáticas leyendas:


*“El que lo construye no lo necesita, el que lo compra no lo quiere, y el que lo usa no lo sabe”

*“El rico huye de lo que el pobre tiene en abundancia”


Bajo ambas frases se encontraba un teclado con el alfabeto, lo que nos confundía aún más.


-¿Qué diablos es esto, Adam?- preguntó Sussman


-No tengo la más remota idea, ¿porqué me lo preguntas a mí?


-¿Porqué no hacerlo?- dijo Sussman evidenciando su total convencimiento de que todo era obra de Raynolds.


Tras el altar se encontraba una enorme puerta arqueada, se veía bastante sólida e imponente. Sugería ser la entrada a una habitación aún mucho más grande… llena de peligro. Caminé hasta ella y me encontré con la no muy grata sorpresa de que no poseía cerrojo o perilla alguna, se encontraba herméticamente cerrada. Le pedí ayuda a Sussman y entre ambos intentamos abrirla golpeando con nuestros hombros, pero todo fue inútil, la enorme puerta no cedió.

Volvimos al pequeño altar ya que era lo único que parecía servir para salir de nuestro problema.


-¿Alguien tiene consola de videojuegos?- preguntó Raynolds de pronto. Sussman y yo le observamos como si nos estuviera preguntando por un OVNI.- Sé que están pensando… deben estar diciéndose: “cómo un hombre puede dedicarse a jugar cosas de nenes pequeños”, y bueno… me gustan. Ya saben que soy raro… pero el punto es que en muchos videojuegos hay puzzles similares a este, se trata de hilar conceptos.


-¿Quieres decir que de encontrar las palabras, o el concepto correcto, podremos avanzar al siguiente… “nivel”?- le pregunté encontrándole cierta lógica al asunto.


-Así es, Leon. Tal como en un videojuego…- me dijo Raynolds.- es más… tú tienes facha de galán de videoju…


-¡Cortemos esta estupidez!- interrumpió Sussman bastante ofuscado.-¿Quién haría algo como esto? Debe ser alguien que tenga demasiado tiempo libre… quizás sea alguien que quiera precisamente mantenernos ocupados en esta idiotez.


-Pues es la única alternativa que tenemos… -le dije acercándome al teclado.- veamos… “El que lo construye no lo necesita, el que lo compra no lo quiere, y el que lo usa no lo sabe”…


-Un ataúd.- contestó rápidamente Raynolds.


-¿Eh?, ¿Cómo lo sabes?- le preguntó Sussman.


-Les digo, jueguen videojuegos… ahí esta la clave de la vida. Ahora bien… “El rico huye de lo que el pobre tiene en abundancia”… creo que esa no me la enseñaron en la escuela.


-¿Del hambre?


-¿De la enfermedad?


-De la nada… - sugerí no muy convencido.- el rico huye comprando cosas para evitar tener lo que el pobre posee en abundancia… que es la nada misma. Intentémoslo.

Me acerqué al teclado con el alfabeto y escribí primero la palabra “Ataúd” y luego la palabra “nada”.

Se escuchó un leve “click”. Luego sentí casi como si me hubiera ganado la lotería cuando la enorme puerta tras el altar comenzaba a abrirse lentamente.


-¡Vaya eres bueno!- me dijo Raynolds mientras la puerta se abría.- ¿Cuándo salgamos de aquí te importaría ayudarme en un juego?... es que estoy….


-Adam, sé que pareces chico de 12 años... pero ¡¿te importaría cerrar la boca?!- le ordenó Sussman al borde del colapso.

Hasta el instante los hechos que he contado quizás hasta puedan parecer graciosos o anecdóticos, sin embargo estaban a punto de cambiar drásticamente. Una vez que ingresamos a la siguiente recámara tuve una extraña sensación de vacío por todo mi cuerpo. Mi mente cayó en una especie de trance en el que tuve una extraña visión demoníaca y… satánica.

Finalmente tras aquella extraña confusión de sensaciones apareció ante nuestros ojos una enorme y horrible criatura mitad Dios y mitad bestia. Tenía rostro humano, mas su cuello era una especie de maquinaria arcaica… o bien tenía un aspecto bastante mecanizado. Su cuerpo contaba con un torso repugnante y asqueroso mas cuatro extremidades (brazos y piernas) largas y latigudas terminadas en peligrosas puntas. Raynolds, Sussman y yo nos quedamos mudos y totalmente paralizados ante aquella dantesca criatura.


-Les dije que nos largáramos…- dijo de pronto Sussman tragando saliva.


Acto seguido el gigantesco ser nos atacó con una de sus brazos, solo mis reflejos lograron salvarme de una muerte segura, Raynolds era un gran atleta y pudo también esquivar el mortal filo, pero Sussman resultó gravemente herido en su espalda. Adam disparó unos cuantos tiros al monstruo con la pistola que me había arrebatado, sin embargo el resultado no fue del todo bueno. Cogí mi cuchillo, y me acerqué a asistir a Sussman.


-Leon… mi pistola… ocúpala..- me dijo mientras yo lo movía hacia una pared para su seguridad.- enceguécelo, dispárale directo a los ojos…


Recibí su pistola y apunté a uno de los ojos de aquel monstruo, el disparo fue certero y el siniestro grito de dolor llegó a remecer el lugar. Adam se encargó del otro ojo, como es una persona altamente entrenada no tuvo problemas en conseguir su objetivo, la criatura ahora estaba ciega. Descargamos 3 cartuchos entre Raynolds y yo, pero el monstruo no moría, continuaba dando tumbos por todo el espacio de forma torpe. Fue ahí cuando decidí coger mi cuchillo y subirme por una de sus extremidades, clavé el filo a través de su piel y eso me servía de soporte para ir escalando, la tarea fue dura… realmente no sé como logré subir hasta su espalda mientras éste saltaba hacia todos lados. Una vez ya estando arriba logré sujetarme por su cuello gracias a una medalla que colgaba de uno de los… “huesos metálicos” que le conformaban. Agazapado esperé unos segundos para tomar aire y recuperar la fuerza, luego descargué toda mi rabia enterrándole mi cuchillo una y otra vez, cada vez de manera mas salvaje en lo que era su cabeza, no me dí ni cuenta cuando ya me encontraba bañado en sangre. Perdí La noción del tiempo en mi arrebato de ira, no sé cuanto tiempo habrá pasado desde que comencé a apuñalarlo hasta que el monstruo dio un último alarido de horror y muerte… finalmente cayó al suelo y yo salí disparado hacia una pared, caí super mal, pero por suerte salve ileso…

El monstruo cayó justo frente a los pies de Raynolds quien le contemplaba de forma extraña, el ser agonizó unos segundos antes de morir… y Adam solo se limitaba a verle de una forma muy singular… á él y a la medalla que se había roto y había caído a un costado. Me di cuenta que la medalla guardaba un amuleto, al menos yo creía que era un amuleto… luego al acercarme pude ver que se trataba de una fotografía, todo se me dio vuelta al notar que en esa fotografía aparecía el mismísimo Adam con otro muchacho muy parecido a él.

Raynolds recogió aquella medalla, pasaron unos segundos en los cuales guardó silencio,… luego comenzó a llorar amaragamente. Yo no lograba comprender que era lo que sucedía hasta que una mirada de Sussman me bastó para comprender: aquel monstruo derrotado había resultado ser el hermano de Adam Raynolds.

Ignoro que clase de fuerzas sobrenaturales van y vienen por nuestro mundo, lo cierto es que en Silent Hill parecen reunirse todas ellas…

El hermano de Raynolds se encontró con esta macabra realidad en el pueblo, seguramente fue puesto en cautiverio por un grupo religioso extremista que muchos aseguran existe en él, … para mí es complicado darle una explicación a lo ocurrido y sobre todo una lógica ya que el tiempo me ha ido enseñando que la vida carece de muchas cosas… entre ellas la lógica. Sin embargo el hecho de que aquel grupo lograra haber convertido al hermano de Adam en un gigantesco y horrible ser es la única posibilidad con la que hasta el día de hoy trabajamos, y es que yo mismo he sido testigo de cómo las derivaciones del t-virus logra hacer eso con las personas. Pero en Silent hill… todo es distinto…


Al volver a casa cumplimos con nuestra parte del trato, Raynolds fue puesto en libertad y a cambio nos reveló valiosa información sobre el Uroboros con lujo de detalles. Tengo entendido que ha viajado a Europa y reside en Francia… ahora ocupa otro nombre y suele hacerse pasar por mujer, una condesa de apellido bastante raro, tan raro como él y su personalidad.


Mientras tanto yo… a veces en mis sueños… Suelo ver aquel pueblo…








... Odio Silent Hill.

LEON S. KENNEDY, 01:23 A.M.


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4 comentarios:

Brian dijo...

Por fin termino el horror para Leon una historia excelente que tuvo de todo la verdada Marcelo te sarpaste
saludos

Sneider dijo...

Esta historia nos llevo por un mundo nuevo en donde Leon Kennedy se enfrento ante sus propios temores y donde tuvo que luchar contra especies nunca antes vistas.
Ajenas a lo que leon tenia entendido como horror y un gran reto para el escritor quien saco de contexto a lo que nos tenia acostumbrados leon y lo llevo a una lugar estraño como lo es Silent Hill. Que excelente mezcla..

Marcelo con que nos sorprenderas ahora.

Marcelo Carter dijo...

Jej muchas gracias, sneider por tus palabras. Lo que se viene ahora es volver un poco a lo que fueron los primeros años del diario de Leon, ya hay un par de ideas en mente asi que veremos que pasa.

Una vez más muchas gracias a tí y a Brian por dejar su opinion y comentar.

Un saludo :)

ARTURO GARCIA dijo...

MUY BUENA HISTORIA VEAMOS LO QUE SIGUE CON LEON... ERES BUENO MARCELO