lunes, 12 de abril de 2010

Arkleys

Segunda parte



















Mi celda se encontraba en un corredor sucio y húmedo. No estaba totalmente aislada, tenía barrotes en vez de puerta de acero, lo único que nos separaba de la celda de junto era una pared de concreto. Me tocó “compartir cuarto” con un hombre de edad avanzada llamado Razkiel, era delgado y sus cabellos estaban parcialmente cubiertos de canas, muy poco le gustaba hablar, la mayor parte del tiempo solía orar hincado sobre una manta roja y tres velas azules encendidas frente a él. Luego me enteré que correspondía a un ritual pagano propio del pueblo donde nació, o al menos eso recuerdo que me dijo.


Mi misión en aquel recinto penal consistía en ubicar al asesino en serie Matt Marshal, cumplía condena en el ala de máxima seguridad que era donde se encontraban los criminales más peligrosos, lamentablemente el gobierno norteamericano no tiene mucho peso sobre las autoridades de Arkleys por lo que solo lograron infiltrarme en los barrancones de criminales primerizos. Matt Marshal era un ser repugnante, había matado a 27 personas, 14 de ellos niños (dicen que hay el doble sin confirmar), esos crímenes los cometió durante su estadía al norte de Eslovaquia mientras operaba una red de negocios concerniente al temido virus-g, mas específicamente a su derivado en gas, propiedad que una vez tuve la desagradable oportunidad de conocer y la cual describí aquí en mi diario.


Irónicamente, y a pesar de todo el desprecio que pude llegar a sentir por Marshal, mi misión consistía en liberarle de aquel lugar,… así es, tal cual he dicho. Era del común interés de los federales de mi país que Marshal saliera lo antes posible de Arkleys, pues descubrieron una conspiración para asesinarle al interior de la cárcel, esto involucraba también a ciertas autoridades del recinto, pero como no había evidencia empírica suficiente decidieron no contar la ayuda de ellos aún. ¿Porqué Marshal era tan vital para los federales de mi país, y a la vez la mafia bacteriológica conspiraba en su contra?, pues bien, Marshal conocía el lugar exacto en donde se encontraba la mayor reserva de virus-g transformado en gas del continente.


Apenas yo pusiera un pie en Arkleys, un contacto dentro de la población penal me llevaría hasta Marshal, sin embargo, me es imposible describir la angustia y las cosas que pasaban por mi mente al ver que este encuentro no se concretaba. Yo no tenía fotografía alguna, ni siquiera un nombre, me advirtieron que sería él quien se acercaría a mí, muchas veces me iba al patio y me paraba en medio de este para hacerme notar entre los presos, pero nadie se acercaba a mí aún. No fue sino hasta el tercer día en el cual comenzaba ya a soportar ciertas miradas incisivas de rostros heridos, con ojos enrojecidos, cicatrices atemorizantes, en el que una infame idea se forjó en mi mente…


…¿no sería yo también una víctima de la conspiración?




Otra vez me quedé corto, haré una tercera parte.
Leon S. Kennedy, 01:20 A.M.





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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Marcelo soy nuevamente yo jose apenas cuando termines la saga arkley que por cierto es buena podrias poner una historia mia se que te va interesar
Saludos

Marcelo Carter dijo...

Claro que si, José. Debes enviar tu historia al mail que está indicado arriba a la derecha del blog, lo pongo aqui otra vez para todo fan que desee ver su historia publicada:

amigosdeldiariodeleon@gmail.com

salu2!

Mauricio Murk dijo...

Ok marcelo te enviare otra historia esta seria la tercera nunca pense que yo aria esto jeje te la envio por correo . . .

Anónimo dijo...

Marcelo la historia que te voy a mandar esta un poco larga pero buenisima te gustara te la enviare Mañana Saludos Jose

Marcelo Carter dijo...

Claro, ningún problema, un saludo.

=)

Anónimo dijo...

Marcelo ya leeistes mi historia Jose Saludos

Marcelo Carter dijo...

Amigo, José, me apareció una invitación tuya para el windows live, la cual acepté, pero al ir a la página, no se encontraba. Tampoco ví rastro alguno de tu historia, por favor envíala aunque sea como archivo adjunto, me interesa leera y por supuesto colgarla aquí. Un saludo.