martes, 11 de mayo de 2010

Infeliz año nuevo



















Mark Connely llegó a su casa en la playa el 01 de Enero de este año a eso de las 2 de la tarde tras pasar la noche celebrando la llegada del año nuevo en casa de unos amigos. Como venía trasnochado y bajo los molestos efectos de la resaca, no encontró nada mejor que darse una ducha para sentirse un poco mejor. El vivía solo ya desde hace unos 5 años y hace un par de meses había contratado a una señora que le iba a ayudar con los quehaceres del hogar y el aseo tres veces por semana durante las tardes. Aquel primero de enero, Mark se metió al cuarto de baño para darse esa refrescante ducha pensando que todo seguiría un curso normal y tranquilo. Sin embargo cuando ya habían pasado más o menos alrededor de 15 minutos bajo el agua comenzó a escuchar un murmullo dentro del cuarto de baño que en primera instancia no logró comprender, Mark cerró la llave del agua caliente, descorrió la cortina de la bañera con la intención de salir y sus ojos se encontraron con la horrible sorpresa de ver todo el cuarto de baño infestado por ratas, ratas enormes y negras, de cola larga. El murmullo que había escuchado se debía al típico que hacen las ratas cuando se aglomeran.


Mark volvió a cerrar la cortina y no pudo evitar sonreír, seguramente pensó que aún estaba ebrio o algo así. Se restregó ambos ojos, respiró hondo y luego volvió a descorrer la cortina con la intención de salir, pero tal como era obvio el montón de asquerosas ratas seguía ahí. Algunas eran de un gran tamaño y se paraban en dos patas, las que estaban más cerca de la bañera intentaban trepar para alcanzar la piel de Mark, pero gracias a que la superficie era resbaladiza no conseguían su cometido… al menos por ese instante.


¿De donde salieron estas ratas?, ¿por donde entraron?, ¿como salgo de aquí? Esas debieron ser las preguntas que se debe haber hecho Mark atormentado en el interior de la bañera. A la luz de la verdad, la situación era más compleja de lo que uno puede creer o pensar. Se trataba de ratas salvajes y hambrientas que no dudaban en devorar todo a su paso, un hombre puede fácilmente huir de una pequeña cantidad en zona abierta, pero encerrado en un baño con cientos de estos roedores hambrientos alborotando el piso, desnudo y sin mayor protección, pues Connely debió haberse visto sin salida literalmente. La puerta de baño se encontraba abierta, ahí Mark pudo darse cuenta de que la invasión de ratas no se limitaba solo al cuarto de baño sino que afuera, en el pasillo una multitud de estas criaturas chillaba y empujaba unos con otros todos para intentar meterse al baño y alcanzar a Mark, sin exagerar toda la casa parecía estar infestada de ratas gordas y salvajes. La posibilidad de que esto haya sido algo premeditado tiene sentido si consideramos que la señora del aseo pudo haber planeado todo esto para asesinar a Mark maquillando todo como “accidente”, pero aún así esta rebuscada teoría cae por sí sola al ver lo que ocurrió a continuación.


Estando Mark en el interior de la tina, escuchó que alguien entró a la casa, supuso inmediatamente que era la señora del aseo. Curiosamente las ratas se callaron y las que estaban en el pasillo corrieron en tropel para abalanzarse sobre la desgraciada mujer. Connely gritó para advertirle, pero ya era tarde, las ratas fueron más rápidas y sólo se escuchó un alarido terrible para luego dar paso al sonido de un cuerpo inconsciente cayendo al suelo. El murmullo de las ratas dándose un festín no tardó en llegar a los oídos de Mark quien aún continuaba siendo vigilado por las decenas de roedores que estaban en el interior del cuarto de baño. La situación ya pasaba a ser crítica y su vida estaba en juego, preso por la rabia y la impotencia cogió el jabón y lo arrojó con todas sus fuerzas a un grupo de ratas mas gordas de todas las que habían, el jabón cayó al suelo y en tan solo segundos las ratas lo devoraron. De pronto se le vino a la cabeza la idea de quemarlas con agua caliente, así que sacó la ducha-manguera de su soporte y abrió hasta el tope la llave de agua caliente, en cosa de segundos el baño se llenó de vapor y lanzó un chorro de agua caliente hacia un grupo de ratas, la estrategia surtió efecto y estas chocaron unas con otras para escapar mientras chillaban de dolor, comenzó a abrirse paso poco a poco hasta que en el suelo quedó libre un pequeño camino libre de ratas que escapaban del agua hirviendo, logró poner solo un pié afuera para luego darse cuenta de que la ducha no le permitiría ir muy lejos, pues aún quedaban las ratas de afuera que seguramente se habían comido ya a la señora del aseo. Desesperado regresó a la tina y comenzó a disparar chorros de agua caliente a todas las ratas posibles, algunas caían aturdidas otras lograban esquivarle exitosamente. Pasaron unos minutos y comenzó a darse cuenta de que el agua empezó a salir fría, cerró la llave y supo de inmediato que no alcanzó el gas.


Temblando de frío y miedo al verse en esta situación decidió enrollarse con la cortina plástica y salir corriendo hasta la puerta de calle, así lo hizo, descolgó la cortina y se enrolló en ella, apoyó uno de sus pies sobre la orilla de la tina, pero con tan mala suerte que ésta resbaló al querer levantar su otro pié, se fue de bruces al suelo infestado de ratas. Ellas se abalanzaron sobre él y comenzaron a morderle primero sus piernas que no estaban cubiertas por la cortina de plástico las mas grandes saltaron a su rostro y clavaban sus dientes a través de la débil protección de la cortina.



Si, fue una muerte horrenda… además de extraña y curiosa.


Los peritajes arrojaron que las ratas provenían de un basural que había sido limpiado aquella semana, por lo que se movieron hacia otra zona usando un antiguo acueducto que comunicaba la alcantarilla con las casas de verano, la teoría que baraja mi amigo Jeff (detective a cargo del caso) es que las ratas salieron todas por la fosa que había bajo el lavaplatos en la cocina de Connely… mientras él se duchaba.


Hacía meses que no hablaba con Jeff, le visité por estos días y fue que me contó esta extraña historia que he incluido aquí, en mi diario.








De ahora en mas consideraré ir con un arma hasta para ducharme...

LEON S. KENNEDY, 01:37 A.M.


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2 comentarios:

Unknown dijo...

jajajaja "De ahora en mas consideraré ir con un arma hasta para ducharme" yo pense lo mismo! aunq un arma no es nada contra cientos de ratas! ^^

Marcelo Carter dijo...

jeje, gracias por comentar, amigo. Un saludo.