domingo, 21 de marzo de 2010

El sobreviviente

Historia envíada por Mauricio Gaytán Rodriguez de México

(muchas gracias!)
























Una de las cosas más extrañas que me ha pasado aconteció tan solo hace unos pocos días. El gobierno de los Estados Unidos de América me envió a una ciudad etiquetada bajo “cierto brote del T-virus” , no cabe destacar su nombre por motivos de seguridad (no, no es cierto la verdad es que lo he olvidado, pero si recuerdo que era muy difícil de deletrear) a una misión de rescate ya que los satélites que se encontraban en órbita lograron captar a un grupo de sobrevivientes en los edificios mas altos.


Uno de mis acompañantes en la misión llamado Carl Harrison estaba a cargo del helicóptero, salí desde nuestra posición y con mucha cautela comencé a recorrer las calles de esa devastada ciudad. De una forma bastante estúpida llamé la atención de algunos zombies que se encontraban merodeando, pero gracias a la lentitud tan característica de ellos, logré pasar y no me hicieron nada. Mi búsqueda tardó alrededor de 1 hora aproximadamente, sin embargo la operación resultó un fracaso. Regresé hacia donde estaba el helicóptero, pero Carl (tal como ha de suponerse) no se encontraba en su interior. Pasaron dos horas y empecé a inquietarme, pues ni siquiera contestaba la radio, decidí ir a buscarlo por los alrededores. En todo mi recorrido tuve la sensación de que alguien me vigilaba. Ese sentimiento me acompañó por un largo rato. En un instante escuché claramente unos pasos a cierta distancia, pasos que evidenciaban cierta inteligencia, no como los infectados, saqué mi arma y hablé:


-Mi nombre es Leon Scott Kennedy, trabajo para el gobierno de los Estados Unidos, muéstrate con las manos en alto…

Sin embargo no hubo ninguna respuesta.

-Vengo en una misión de rescate, ¿hay más sobrevivientes contigo?- Insistí, pero fue inútil.


Después de un rato me cansé y mejor seguí buscando a Carl. Luego súbitamente escuché un ruido en la esquina de un callejón, eran unos perros que se encontraban comiendo a una persona, uno de ellos me vio y automáticamente mi mano se movió hacia mi pistola y comencé a disparar a diestra y siniestra. Antes de vaciar el cartucho ya habían caído muertos, eran en total 3 perros. Me dirigí hacia el cuerpo devorado y me acerqué poco a poco, lo puse boca arriba y pude distinguir que se trataba de Carl, esos animales le habían dejado deforme la cara, antes de que se despertara y creyera que yo era su cena de las ocho y quince, cometí la triste misión de liquidarlo con un tiro en la cabeza.

De pronto, a mi alrededor (y prácticamente de la nada misma) apareció una multitud de infectados, mi arma era insuficiente en ese instante, y claro era obvio que aparecieran de un momento a otro, pues se trataba de una ciudad y si no había nadie por las calles era porque se encontraban agrupados… si, he estado perdiendo habilidad y capacidad de intuición con el tiempo. Me estaban encerrando, me di cuenta que no tenía por donde escapar, estaba en una esquina y mi desesperación fue tanta que me caí atrás de unos botes de basura que se encontraban allí. Ellos se acercaron mas a mi, en un punto que se venían encima pensé que era el fin, pero en uno de los edificios que se encontraban cerca empezó a sonar una música salida de un piano, levanté mi vista y contemplé a un sujeto con sombrero que traía colgado de su cuello un órgano musical, milagrosamente los infectados se le quedaron viendo casi hipnotizados por la música y yo aproveché de huir.

Ya a la distancia le hice una seña a aquel sobreviviente para que me siguiera hasta el helicóptero, pero no me hizo caso, le grité que me acompañara, pero tampoco, tal parecía que ese era su lugar, sin embargo mis gritos llamaron la atención de un grupo de zombies por lo que definitivamente tuve que huir.

He estado intentando convencer a algunas autoridades para que autoricen otra misión de rescate, pero con la muerte de Carl todo se ha complicado y se han puesto recelosos en arriesgar a más hombres.


Esta noche me he acordado de ese enigmático músico y de cómo con su canción me salvó la vida…


Mas aún con tanto rumor que anda ahora sobre mi muerte, la verdad es que me resulta gracioso.





Si tuviera un centavo por cada persona anónima que me ha salvado la vida, ya tendría automóvil nuevo...

LEON S. KENNEDY 23:16 P.M.

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El diario de Leon S. Kennedy by Marcelo Carter is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Unported License.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

hola! me encanta como escribes! te eh seguido desde el primer cap q hiciste en el diario de leon (solo no podia comentar por q mi compu es extraña , no sirve!) bueno sigue escribiendo o te mordere jaja enserio me encanta! AMO A LEON! yey

Marcelo Carter dijo...

Muchas gracias, anónimo. Mas he de aclarar que esta historia en particular está basada en la que ha enviado nuestro amigo Mauricio Gaytán Rodriguez de México, yo solo corregí y modifiqué un par de cosas, jej.

Un saludo muchas gracias por comentar :)

Karen dijo...

Hola * soy anónimo * (crei aver puesto mi nombre pero no lo hice, haci q ahora si jiji)

Bueno pues me encanta como escriben tu y el -w- y espero con ancias el siguiente.

(crei comentar en los verdaderos amigos esa si me gusto Mucho , grax Mauricio.Soy torpe,perdon)


posdata- amo a leon
(el mejor blog de todos^-^)
los amo.

mauri dijo...

ok Karen pues muchas grasias por tus comentarios y tambien a mercelo por corregirme algunos erorres muchas grasias a los dos.

Anónimo dijo...

Hola..!!
pz me parecio muy lindo tu amm seria algo asi como un ensayo jeje es k tu sabes yo no se de esto pero me agrada me gusta qkomo escribis bueno como lo redactas sabes eres muy bueno en esto te felicito y pensar k lo haces atras de mi y yo ni encuenta jejej bueno en fin te felicito espero ver mas como estos estan muy padres bueno bye FELICIDADES