martes, 21 de mayo de 2013

Pistolas y espadas




















CAPITULO 2



Con prisa desenfundé mi arma y disparé hacia este sujeto que se encontraba sobre nosotros, en el techo del automóvil, la bala pasó rozando su oreja izquierda.

-¡Graham!- grité

-¿Sí?- me respondió atónito desde el asiento trasero.

-¡Corre!, ¡largo de aquí!

 Ambos como pudimos logramos salir del automóvil justo antes de que este sujeto de chaqueta roja dejara caer su enorme y pesada espada, la cual hizo añicos el resto de carrocería.

-Pueden correr, pero no podrán escapar…- dijo de lo más confiado mientras se alistaba a ir tras nosotros.

-¿Ese sujeto es quien te quiere matar?- le pregunté a Graham mientras corríamos junto a la multitud a toda velocidad hacia una esquina.

-¡Así es!, ¡su nombre es Dante!, ¿ves que se parece un poco a ti, Leon?

  De pronto aquel sujeto… Dante, se dejó caer sobre un automóvil que permanecía estacionado justo frente a nosotros, su peso y por la altura del increíble salto que realizó el automóvil se aplastó por completo, rompiendo por completo sus puertas y ventanas. Dante se acercó a mi sin siquiera vacilar y me tomó de la solapa de mi chaqueta.

-Esto no es de tu incumbencia… así que adivina, ¡puedes largarte!- me dijo para luego arrojarme con una fuerza increíble unos 10 metros hacia el ventanal de una tienda de videojuegos.  Atravesé el cristal con mi cuerpo y fui a caer sobre un montón de consolas y monitores haciéndolos pedazos. La gente gritaba y huía para todos lados, era pleno mediodía y las calles estaban abarrotadas de gente. Graham Bacon quiso correr, pero tuvo tan mala suerte que se tropezó con el borde de la acera y se fue de bruces al suelo.

-Hey, Dante… en serio, ¿no me digas que aún estás enojado por el chiste aquel?, vamos… no seas tan melodramático.- Decía Bacon mientras intentaba alejarse arrastrándose por el suelo.

-Dulces sueños, idiota.- contestó Dante elevando su enorme espada por los aires.

Mas en ese momento yo ya había logrado ponerme de pie y con mis manos temblando logré hacer una débil puntería con mi arma de servicio. Jalé el gatillo y esta vez la bala impactó de lleno en su espalda, lo cual no tuvo mucho efecto… tal como más o menos lo sospechaba. Dante se dio vuelta y me quedó mirando como con curiosidad. Aproveché esa fracción de segundo para ir corriendo a su encuentro, al llegar a unos dos metros de distancia me arrojé sobre él con la intención de derribarle al suelo, y lo conseguí. Sabía que esa era mi única chance así que debía darle duro, golpearlo con todas mis fuerzas. Le di un violento puñetazo en la nariz que hirió mis nudillos, luego le iba a dar el segundo golpe… pero esta vez me frenó con su mano derecha. Dante sonrió y abrió sus ojos de forma inmensa.

-¿Qué no entiendes que el asunto no es contigo?....- me preguntó con voz tranquila y casi conciliadora.-… ya te lo he dicho… y no lo volveré a repetir… ¡¡piérdeteee!!

Acto seguido me dio un feroz y casi mortal golpe en el rostro que me encegueció por completo durante unos segundos. Horrorizado por el dolor y semi-inconsciente retrocedí un par de pasos para luego terminar desmayado al suelo. De lejos pude oír a Graham llamando mi nombre.

Dante volvió a ir tras Graham Bacon quien terminó por quedar acorralado en un callejón.

-Muy bien, payaso… llegó tu hora. ¿Algo que decir antes de dormir para siempre?- le preguntó Dante.

-Sí…- contestó Graham.- ¿acaso olvidas mis poderes?, ¿olvidas que puedo hacerte polvo con solo chasquear mis dedos?... ¿eh?, te lo advierto, Dante… las cosas aquí no son como en Limbo city, aprovecha esta oportunidad que te doy y vete. ¡Huye!..... ¡huye mientras puedas!, ¿ah, acaso no quieres?... bueno, es más, ojala no me hagas caso y te quedes, así verás lo mal que lo vas a pasar…

-Sabes, como humorista eres muy malo… voy a meterte la…

En ese momento recién Dante escuchó el motor de la motocicleta, se dio vuelta… pero ya era tarde. Lo impacté de lleno con la Harley Davidson y el choque lo mandó directo a unos tachos de basura apilados 5 metros más al fondo. Sin embargo, sabía que eso no lo detendría… si una bala en la espalda no lo había afectado en lo absoluto, mucho menos un atropello en motocicleta.

-¡Graham que esperas!, ¡sube ya!

-¡Leon, gusto de verte vivo otra vez!, wow una Harley… tú si que eliges bien.- me dijo mientras se instalaba atrás de mí.

Arranqué a toda velocidad con la intención de ganar distancia y así poder perder a este nuevo y extraño personaje llamado Dante. Mi nariz estaba completamente fracturada y todavía brotaba sangre, por lo que debía forzosamente respirar por la boca.

-Muy bien, Graham… ahora quiero que me digas todo lo que sepas sobre ese tal Dante, necesito información, ¿porqué diablos una bala en la espalda no le ha hecho daño?

-Porque es mitad demonio y mitad ángel… no es un ser cualquiera.

-Mitad demonio y mitad ángel…- repetí.- ¿Qué acaso eso no es lo mismo?

-Lo mismo pienso. ¿Adónde vamos ahora?

-A cualquier lugar excepto aquí- contesté acelerando.- Dejaremos que la poli se encargue de ese sujeto y tú te vas derecho al lugar donde debías ir a un principio, a la instalación de seguridad del gobierno.

-¡oooohh, mi héroe!- me dijo Graham y me apretó rodeándome con sus brazos.

-¡Déjame en paz!...- le dije, pero en aquel momento me fijé en el espejo de la motocicleta y pude ver que a cierta distancia otra Harley Davidson nos seguía y a bordo venía él…, Dante. Era una pesadilla, ese sujeto no se iba a detener así como así.

Miré hacia atrás y me saludó con una diabólica sonrisa…. Era claro que no iba a detenerse hasta matarnos.
 
 
 
 
Próximamente CAPITULO FINAL





Creative Commons License
El diario de Leon S. Kennedy by Marcelo Carter is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Unported License
 
 
 
 

2 comentarios:

Unknown dijo...

que molesto este Dante y ese graham re molest jej

Alexia Stool dijo...

buen capitulo :)
continua