martes, 18 de diciembre de 2012

William F. Waylong






















CAPITULO FINAL 



La operación “Viaje a las estrellas” ha resultado ser más grande y terrible de lo esperado. Comenzaba a preguntarme porqué habían hombres de Tricell buscándome en el aeropuerto si se supone que yo no había delatado mi paradero, y es que he descubierto que durante mi permanencia en la brigada roja, oficiales del alto mando me implantaron una suerte de chip GPS en mi nuca…

¡Cerdos!

 He llegado finalmente al complejo médico donde según mis averiguaciones mantienen cautivo a Leon Scott Kennedy. Tienen una férrea guardia vigilando la entrada, pero no cuentan con que sé de un oculto pasadizo subterráneo que me deja ni más ni menos que en el interior de una enorme despensa de comida. Felizmente he sorteado de buena forma la mirada atenta de los guardias armados así que he podido entrar en el lugar y llegar hasta la despensa de comida sin ningún problema.

Hace hambre… antes de continuar abro una lata de frijoles y me la devoro lo más rápido que puedo,… el tiempo apremia y debo rescatar a Leon lo antes posible. Con mucha cautela abro la puerta de la despensa y hecho una ojeada al pasillo, no hay nadie… tal parece que la divina providencia está de mi lado. Debo apresurarme… los cerdos de Tricell deben estar monitoreando el chip implantado en mi nuca y quizás no tarden en dar aviso.

De pronto sucede…

Me han descubierto…

Un hombre de bata blanca me mira sorprendido desde un extremo del pasillo. Se acaba el juego. Lentamente levanto mis manos en señal de rendición y aquel hombre sonríe… yo solo le devuelvo la sonrisa…








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Leon Scott Kennedy es escoltado por un guardia y un médico de aquel lugar hasta la celda del joven William F. Waylong. Abren los cerrojos de seguridad y la puerta se abre para que Leon pueda entrar y charlar con él un par de minutos. El lugar es frío y William permanece en camisa de fuerza sentado en un rincón de su celda acolchada.

-Gracias.- le dice Leon al guardia de la puerta una vez que ha entrado en la celda. Posteriormente se acerca un par de pasos a William.- Hola… ¿sabes quien soy, no es así?

-Leon….- susurró William en voz baja.- lo lamento… lo lamento mucho, yo… lo he arruinado todo…

-Está bien, William. Ya no te preocupes por nada.

-Es que… lo he echado todo a perder. Vine a rescatarte y ahora… ahora nos matarán a ambos…- dijo y comenzó a llorar amargamente.

-Eso no sucederá.- contestó Leon con firmeza.- Vine a decirte que estés tranquilo. Tu vida no corre peligro, ni la mía… ¿comprendes? No vuelvas a hurgarte la nuca, no existe tal chip…

-¿Cómo dices…?

-El Dr. Grant me dijo que te hiciste daño en la parte posterior de tu cabeza, escarbabas con tus manos para arrancarte un supuesto chip, te hiciste una fea herida y brotó mucha sangre. No vuelvas a hacerlo, ¿está claro?

-Está bien….- contestó William bajando su triste mirada hacia el suelo.
-Así me gusta.- dijo Leon.- Mira, si te portas bien puedo hablar con el Dr. Grant para que ya no uses camisa de fuerza y puedas luego ir a la sala de TV, ¿te gusta ver TV?, ¿Cuál es tu programa favorito?

-Oh sí, me encanta ver TV, mi programa favorito es “Viaje a las estrellas”… por favor dile al Dr. Grant que me deje ver TV.

-Bueno, solo si te portas bien…- contestó Leon en un tono casi paternal.- Bien, William, debo irme ya. Pronto vendré a visitarte y por favor descuida… yo estoy a salvo y tú también lo estas. Solo obedece las indicaciones del Dr. Grant. ¿Bien?

-Está bien, Leon…- contestó William.

  Leon S. Kennedy abandona la celda y William F. Waylong se queda pensativo unos instantes, luego vuelve a ordenar sus ideas y piensa:”Pobre, Leon…. Está siendo chantajeado de alguna manera y viene a decirme mentiras para intentar calmarme”. “Pero no importa, pronto volveré a escapar y lo rescataré… Tricell no se saldrá con la suya”. Luego vuelve a depositar su mirada en la nada misma que ofrece una blanca pared acolchada.

Afuera Leon abandona el sanatorio mental en compañía del Dr. Grant.

-Ya es tercera vez que William se escapa y regresa con la misma historia… de que tú te encuentras aquí y debe rescatarte.- comenta Grant.- Siempre vuelve y es sorprendido por algún enfermero en los pasillos… es por ello que esta vez te hemos llamado y te pedimos que hablaras con él, ¿Qué te ha parecido?

-Me ha dado un poco de pena, es un muchacho bastante joven. Espero que su desorden mental no se agrave.- contesta Leon.- Tras el incidente del aeropuerto quizás luego venga un delirio más peligroso.

-Lo tendremos bajo observación un par de meses. Sus alucinaciones ya han ido desapareciendo menos mal.

-Bien…- contesta Leon.- Por favor, trátelo bien.


Falta poco para navidad y William F. Waylong la pasará en una celda acolchada







F  I  N





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El diario de Leon S. Kennedy by Marcelo Carter is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Unported License.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jojooooo! La historia cobro sentido al fin jajaja, pobre william u.u grande tu historia Marcelo!

Marcelo Carter dijo...

Muchas gracias, amigo anónimo. Pues si, la historia debía llegar a su conducto final que era este xD. Un saludo y de nuevo mil gracias x comentar :)