jueves, 13 de diciembre de 2012

William F. Waylong

















Capitulo 2


Hace mucho frío. Falta poco para navidad y la gente se apresura en hacer los viajes necesarios. El aeropuerto se encuentra abarrotado de gente, demasiada gente… mucha más de la esperada y eso obstaculiza en demasía la misión. Mi contacto del bajo mundo (aquel con el que me entrevisté en el callejón Parknight) me entregó mucha información útil; Más detalles de la operación “Viaje a las estrellas”, fechas, nombres, y lo más importante… la hora y el lugar del primer atentado, y aquí me encuentro en el aeropuerto de la ciudad con la misión de evitar un pandemonium.

Me encontraba en un café ubicado en el segundo piso del aeropuerto, bajo mis pies estaba el control de pasaporte. Según mi contacto del bajo mundo el bío-terrorista presentaba rasgos asiáticos y llevaría una mochila color violeta, tarea nada fácil considerando el volumen de gente en el aeropuerto. Iba ya por mi 3er café cuando lo ví… en un comienzo dudé bastante pues llevaba unos anteojos oscuros y sus rasgos eran difíciles de detectar, sin embargo en un descuido se los quitó y miró a su alrededor…. Casi podía leer la palabra “muerte” en su cabeza. Juraría que el sujeto se me quedó observando fijamente, pero eso no lo podría aseverar. Luego simplemente volvió a ponerse sus anteojos y continuó su camino. Salté de mi asiento sin mucho disimulo y comencé a seguirle intentando no perder su rastro. Por razones de seguridad llevaba mi revolver en un compartimiento de una de mis botas… me preguntaba cuánto tardaría en agacharme para desenfundarla en caso de que algo saliera mal.

Le seguí con prisa por un largo sector del aeropuerto lleno de puestos de comida y pude notar que unos cuantos hombres me seguían también a mí a cierta distancia, “genial”, pensé… “Meredith y Thomasson han enviado apoyo”. Aquel tipo se detuvo en un teléfono público… depositó la mochila en el suelo y se dispuso a sacar unas monedas del bolsillo de su pantalón. ¿”Qué haría Leon en esta situación?” pensé, si me acercaba de una forma descuidad aquel sujeto podría reaccionar de muy mala manera y varias personas del aeropuerto podrían salir heridas, debía conducirlo a un lugar un poco menos concurrido para poder reducirle con éxito.

-Oiga, necesito cooperación…- le dije a un monitor de seguridad de aquel aeropuerto que pasó cerca mío.- ¿Ve a ese hombre de rasgos orientales? Es un peligroso terrorista y debo arrestarle, pero no aquí pues hay mucha gente y sería peligroso… ¿entiende?

 El joven agente de seguridad me miró de arriba abajo.

-No sea idiota.- me contestó secamente.

-Escúchame, estoy trabajando para agentes del FBI, ¿acaso crees que es una maldita broma de cámara escondida?- pregunté iracundo.

-Cierre la boca sino quiere que lo detenga por molestar al personal de seguridad.

 Sorprendido por aquella respuesta retrocedí un par de pasos y luego miré a mi alrededor. Los hombres que momentos antes me seguían se estaban comportando de forma confusa y errática, se mostraban nerviosos y se hacían señas unos a otros… ¿era posible que no fueran en verdad apoyo?, El sujeto asiático me estaba observando fijamente desde el teléfono público,… algo estaba mal en todo esto… la negativa del guardia de seguridad en ayudarme, aquellos hombres que confundí como apoyo del FBI, ese hombre de rasgos asiáticos… ¿acaso era una trampa?, ¿acaso esperaban que me acercara a él para poder acorralarme?...

Oh, por dios, la operación “Viaje a las estrellas” se estaba desarrollando frente a mis narices y me tenía a mí como la siguiente víctima. Desobedeciendo las órdenes llamé desde el teléfono móvil gris a los agentes del FBI, sin embargo fue inútil, no contestaron. Mi integridad estaba en peligro, mi vida corría demasiado riesgo en ese momento así que despavorido corrí hacia la salida, con tan mala suerte que no logré esquivar una mesita de un local de comida rápida y choqué de lleno con ella arrojando todos los platos al suelo. El escándalo fue grande y llamé la atención de casi todo el aeropuerto. Luego me levanté rápidamente y logré huir antes de que varios guardias me bloquearan el paso.

La siguiente hora la pasé escondido en un sector periférico ubicado cerca de la pista de aterrizaje de los aviones. No sabia muy bien adonde ir hasta que de pronto el teléfono color gris comenzó a sonar, eran los oficiales del FBI.

-Hubieron problemas…- dije.- La operación “Viaje a las estrellas” es más grande lo que creí, la he subestimado demasiado…… así es……..  Por poco me agarran. La próxima vez lo haré bien……….. lo sé….. ¡dije que ya lo sé!, muchas cosas dependen de mí, pero no es fácil…………  comprendo.

Frustrado apagué el teléfono móvil y lo guardé en mi chaqueta. “Si tan solo pudiera comunicarme con Leon…” me dije a mi mismo. Tras unos breves minutos emprendí la marcha. Había sido embarcado en un viaje al cual nunca pude negarme, pero nada de eso ya importaba… solo quería salir de esa situación.

Falta muy poco ya para navidad….

Y voy en busca de Leon S. Kennedy… solo él puede ayudarme…




Próximamente CAPITULO FINAL



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