martes, 15 de mayo de 2012

El recordatorio



Historia enviada por Dante desde México.



























Hoy es una tarde con  mucho  viento y  lluvia, apenas son  las  5  de la tarde y las grandes  nubes cubren  el  cielo  y lo hace ver como  si  fuera de noche. Estas tarde me recuerdan mucho a ese día en  el  que encomendaron  una misión  de rescate en  una cuidad que había sido  infectada por  unos terroristas que lograron conseguir una  muestra de el virus T.

Ese día en el  cuartel  general me empecé a sentir muy mal…  tenia vomito  y  me dolía demasiado  la cabeza. Justo cuando  me dijeron  que si quería aceptar la misión  mi  cuerpo  parecía decir  que no  pero  mi promesa de acabar con  el  virus T y  la corporación  umbrella  o  lo que quedaba de ella  me hizo  decir  si. Al  parecer era rescatar  a una persona importante del  gobierno,  así  que le dije  al  general:

-Señor, me gustaría ir  solo…  no quiero  arriesgar a mas personas,  además  me gusta hacer  las cosas solo  y a mi manera.

-Negativo, Kennedy.  Se trata de una persona importante cualquier  error  podría ser fatal.

-Señor,  con  todo respeto – volví a insistir.-  salvé  a la hija del  presidente…  estoy mas que capacitado  para  ir a una ciudad. Además es pequeña, no me será difícil  encontrar al  objetivo  y traerlo  de vuelta.

-Ordenes son ordenes  si  no te gusta  como  es  aun puedes negarte a la misión.
  
-Está bien,  lamento  mucho  las molestas – respondí con frustración.

 Decidí  ir por mi arma, la cual  es muy  especial  ya que fue  un regalo  de  krauser  cuando  estábamos del  mismo  bando. Tiene  un grabado con mis iniciales,  además de su mira láser. Es resistente y a la vez es ligera. De pronto  se acerco una persona de 24 años edad, parecía  muy  débil  y  la forma de caminar  lo delataba aun mas, cargaba una  mochila pequeña  con  una armas,  pero  parecía que con  mucho  esfuerzo  podía  apenas aguantarlas. De inmediato pensé: “Este tipo  me  va a hacer muy difícil la misión” 

-¿Tú eres... Leon,  verdad?- me preguntó de pronto con voz temerosa.

-Así es, ¿como  te llamas?

-Mi… mi  nombre es  Brad… traje  varias armas para la misión,

-No necesitarás tantas. Te recomiendo  que  en misiones con  infectados viajes ligero… además un disparo  en la cabeza es lo más efectivo.


 Ese chico  me  miró  muy  impresionado. De pronto apareció  un encargado y  me  dijo  que  el  helicóptero  tardaría  media hora  por  que el clima no  estaba  en  buena  condiciones  
y  lo monitorearían de  nuevo  para  evitar  algún accidente. A lo cual preferí llevar a Brad  a tomar  un café  ya  que parecía  que tenía miedo  por la misión.
 
Así  estuvimos conversando una media  hora  y  me contó  que siempre quiso ser médico, pero  que  le daba  miedo la sangre, sin embargo me dijo  que  ya lo había superado. Finalmente y al cabo de otra media hora subimos  al  helicóptero y antes de marcharnos alguien  grito  mi nombre,  voltee  rápidamente… se trataba de un amigo  del  cuartel.

-Hey, Leon  te olvidas  tu  cuchillo  de la suerte.

 Lo recibí  y asentí con  la cabeza, era mi cuchillo  de cuando  fui  por  Ashley a esa zona de España. Pasaron varias  horas y llegamos  al destino,  ya era algo  tarde…  la ciudad lucía muy  oscura con  la nubes  cubriendo el ocaso. Salí y me estiré cansado de ir sentado  tanto  tiempo.

-Este es el punto  de encuentro, avisa al cuartel. Cuando asegures el objetivo, vendré tan rápido  como  pueda, ¿ok?

-Esta bien, gracias –contesté. Luego me dirigí a Brad.- Ok cuando  ocurrió  el ataque terrorista había una reunión de  personas importantes del  gobierno en  la zona  centro de la ciudad así  que no  nos  llevará  mas de  una hora llegar allá y recuerda  disparar a la cabeza.

 De pronto una ráfaga de viento  trajo  un horrible  olor  a sangre  y  noté  algo  pálido  a  Brad, al  parecer o había superado  del  todo  su miedo. Justo  cuando  estaba por  preguntarle por su estado… hicimos contacto visual con un infectado. Tenía trozos de sangre  colgando por su rostro, una  mirada  de odio y  su  cabeza estaba  casi  calva. De pronto dio un salto  y antes  de que  pudiera desenfundar mi  arma ya estaba sobre  mi, en  un intento  de ayudarme  Brad  encontró  una barra de acero  y  lo  incrustó  en  el  cuerpo  del  zombie, derribándolo por  un momento  así  que rápidamente  le di  una patada a la barra  de acero  con  tal  fuerza  que  todos  sus  órganos  salieron  expulsados.

-Estos zombies tienen  gran fuerza, por  lo menos  los que yo conozco  no deberían saltar así, debemos tener cuidado.- Pero  justo  cuando  termine  de decir  la frase  escuche  un fuerte golpe, volteé  rápidamente  y  era Brad que se había  desmayado,  lo  lleve en  mis  hombros  una media  hora  y posteriormente  decidí llevarlo  a un lugar seguro  para que 
descansara… después de todo  fue  muy valiente  al superar  su  miedo para salvarme  

-Mucho tiempo sin vernos, Leon…- me dijo de pronto una voz que me sonaba demasiado familiar. Miré a mi alrededor y desenfundé mi arma con cuidado. Nada a la vista.

  De pronto un cuerpo cayó al suelo desde la altura, se trataba de la persona a quien debíamos rescatar. Comencé a sudar frío… mis nauseas volvieron en aquel instante, miré hacia arriba y allí estaba él: Krauser. Saltó y finalmente quedó frente a mí… yo levanté mi arma y volví a apuntarle, esta vez entre ambos ojos.

-Veo que sigues sintiéndote poderoso con tus armas…- me dijo de pronto.-No, Leon. El verdadero poder es el que viene de forma natural. Esta vez no escaparás de tu destino.

-Supongo que no dejarás que me vaya tranquilamente con el individuo que vine a rescatar…

-Supones bien…- acto seguido unos tentáculos salidos de su brazo y me golpeó con ellos en el pecho. Salí disparado unos dos metros hacia atrás. La vista se me nubló… y comencé a temblar, pero no de miedo… o ahora que lo pienso quizás si, era un cúmulo de emociones que se mezclaban con mi pobre estado de salud. Me levanté como pude y me puse en guardia. La enorme mole mutante que era Krauser se me vino encima. Me tomó del cuello y me levantó a medio metro de altura… pude ver directamente a sus ojos, era como ver los ojos muertos de un tiburón… absolutamente vacíos y sin expresión alguna. Volvió a arrojarme contra un montículo de tierra con mucha violencia, mi brazo derecho se partió en dos con el impacto. Totalmente inutilizado y desarmado… estuve a punto de entregarme a la muerte, sin embargo alguien se subió por la espalda de Krauser y le amarró a su cuello una soga con 3 granadas, se trataba de Brad.

  El muchacho había recobrado el conocimiento y sacando valor desde lo más profundo de su ser se arrojó contra Krauser, le ató las granadas y luego de una patada lo empujó un par de metros hacia un lado.

-¡Cuidado, Leon!- gritó arrojándose sobre mí. Luego una fuerte explosión remeció la tierra, miles de esquirlas cayeron sobre nosotros como la lluvia…. Después de aquello solo vi la oscuridad.

  Tengo vagos recuerdos de estar dormido en una cama de hospital y haber abierto los ojos un par de veces… allí vi a una mujer de rasgos orientales sentada junto a mí cama, llevaba anteojos oscuros. Supongo que se trataba de Ada Wong, pero es difícil  poder separarlo de algún tipo de delirio. Posteriormente sí me recobré de verdad… en la habitación se encontraba Brad, llevaba una venda en su cabeza y me observaba con una sonrisa…. Yo le devolví el gesto y le dije “te debo una”. Supe que el individuo al cual debíamos rescatar se encontraba a salvo, irónico, no puedo recordar siquiera su nombre ahora.

  De todos modos tengo otros asuntos que atender… no encontraron restos de Krauser, así que debe andar allí afuera… suelto y loco como siempre, esperándome…








... y yo saldré en tu búsqueda

LEON S. KENNEDY 00:56  A.M.

3 comentarios:

Marcelo Carter dijo...

Bien, este relato trae a Jack Krauser a la palestra (curiosamente jamás he tomado a este personaje para escribir algo desde que existe el blog)y nuevamente ha sido por un fic enviado por uno de los lectores, jeje lo que no deja de ser curioso también. La historia se ve bastante simple, pero paradójicamente debo decir que fue con la que más tuve problemas al momento de corregir y publicar. De la mitad en adelante tuve que reemplazar muchas cosas y cambiar drásticamente lo sucedido antes del desenlace, pues sucedían una serie de hechos bastante incoherentes e ilógicos, pero eso está bien, Dante porque eres un chico joven, de hecho creo que de todos los que enviaron sus fics... tú fuiste el más joven, así que estoy infinitamente agradecido por tu disposición y voluntad. Espero disfrutes de tu fic, si bien comprenderás que forzosamente tuve que cambiar muchas partes de la mitrad en adelante. Saludos :)

Adrian Salvatori dijo...

Jajajajaja, no quiero imaginarme las cosas que debiste cambiar!, Sin embargo, la historia quedo muy bien! me llamo muchisimo la atencion. Sigue asi Dante! (:

Anónimo dijo...

Exelente relato que empieza un poco debil pero retoma todo el poder al final. existen personas que poseen es sus cabezas inmencidad de historias exageradamente interesantes pero que a la hora de escribirlo en papel se encuentra con la dificultad de no saber absolutamente nada de gramatica y al escribir un parrafo se dan cuenta de que no suena tan bien(experiencia propia). sigue escribiendo y escribiendo que al final algo bueno ha de salir...