lunes, 6 de septiembre de 2010

Ashton: La criatura maldita















Aquella noche apenas y logré cerrar los ojos, y cuando pude hacerlo un alarido estremecedor me hizo darme cuenta que ya eran alrededor de las 8 de la mañana. Por un instante se me ocurrió pensar que quizás había soñado aquel grito…

No fue hasta que salí de la cabaña y vi a un grupo de gente en las cercanías que me di cuenta que algo raro pasaba. Me acerqué al lugar en donde las demás personas parecían asistir a una muchacha en un evidente estado nervioso.


-Oh, este joven quizás lo pudo haber visto…- comentó una señora al verme llegar.


-¿Qué ha sucedido?- pregunté.


-La muchacha dice haber visto un perro,… un perro horrible…



-¿Un perro?- pregunté intrigado.- ¿Cómo un rottweiller o algo así?

-No lo sabemos…- me dijo un enfermero.- muchos han dicho haberlo visto, pero nadie jamás lo ha atrapado.


Finalmente se llevaron a la muchacha a la enfermería en donde le suministraron algunos calmantes. Luego de aquel magnífico despertar que tuve (sarcasmo) opté por desayunar algo rápido y dirigirme a los talleres recreativos del complejo, ya sentía que deseaba hacer algo… cualquier cosa, pero ALGO.


Caminé hasta un sector en donde varias personas se acercaban a oír a una mujer, les instruía para una especie de taller de pintura en el que todos podían participar. Justo cuando el asunto comenzaba a interesarme llegó Preston, “mi doctor”, a saludarme.


-Buen día, ¿como estamos hoy, Leon?


-Hola, bien.- contesté.- Esto de pintar un cuadro se me hace interesante, me gustaría participar.


-Oh, ya veo… hey, porqué no vienes conmigo a una charla que daré… hay otras personas que comparten las mismas inquietudes que tú.


-Eso suena a “terapia grupal”, ¿no es así?


-Jaja, te aseguro que es menos aterrador e incómodo de lo que imaginas. Insisto, acompáñame.


-¿Acaso tengo otra opción?


-Por supuesto.- me dijo seriamente y mirándome fijo a los ojos.- En este lugar nadie obliga a nadie a hacer lo que no quiere.


Minutos mas tarde me encontré en un lugar oscuro, iluminado solo por una tenue ampolleta amarillenta. La sala prácticamente nos aislaba de lo que sucedía afuera en el exterior, todo era silencio, pero un silencio raro… Eramos tres hombres mas una anciana y una joven mujer que permanecíamos sentados en un círculo, luego se nos unió Preston.


-Tengan todos muy buenos días.- Nos dijo tomando asiento.- Es la primera charla grupal que tenemos esta temporada y de antemano quiero decirles y a la vez pedirles que por favor no me vean como alguien ajeno o extraño… o lejano a ustedes. No crean que los estaré evaluando o analizando cada instante, véanme como un compañero más, ya que ¿quién sabe? a mí me pueden estar afectando las mismas cosas que les puede estar afectando a ustedes.

Luego de aquella introducción nos hizo un breve repaso sobre los puntos que discutiríamos y entre ellos se encontraba uno llamado “qué cosas nos causan mas angustia”, debí haber contestado de inmediato que para mí era el estar ahí.

Pasamos en seguida a una ronda de confesiones, de sueños extraños que se nos hubieran presentado, cualquier cosa que a alguno de nosotros le hubiera dejado reflexionando. La anciana fue quien comenzó contando algo curioso:


-No me gustan los animales…- dijo.- y ya varias veces he soñado con un perro… me mira y se ríe… es horrible.


-¿Alguna vez tuvo uno, sra. Sheppard?- le preguntó Preston.


-No, no me gustan… prefiero los gatos.


-Entiendo… ¿pero cuando niña?, ¿no recuerda?- volvió a insistir el doctor mientras anotaba en su cuaderno.


-No, no recuerdo….


Acto seguido, Preston dirigió su siguiente pregunta a mí.


-Kennedy, ¿qué hay de ti?, ¿algo que desees compartir con nosotros?


Miré a mi alrededor y todos los ojos se posaban sobre mí, por un momento quise pasar de mi turno, sin embargo no andaba con muchos ánimos de discutir con Preston, ya que anticipaba que reprocharía mi actitud. Para cuando quise abrir la boca una enfermera histérica entró a la sala exclamando algo que nadie logró entender en primera instancia, luego volvió a decirnos:


-¡Una mujer!, ¡una mujer se ha ahorcado en el patio!







Ahora sí que empezaba a preocuparme...

LEON S KENNEDY, 02:34 A.M.


Creative Commons License
El diario de Leon S. Kennedy by Marcelo Carter is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Unported License.

2 comentarios:

ARTURO GARCIA dijo...

oye DE VERDAD ME ENCANTAN TUS HISTORIAS. ADEMAS DE QUE EL PERSONAJE DE LEON ES MI FAVORITO DE TODA LA SAGA DE RESIDENT EVIL... SIENTO COMENTAR HASTA AHORA PERO CUANDO DESCUBRI ESTE DIARIO YA TENIAS BASTANTES ENTRADAS POR LO Q DECIDI PRIMERO LEERLAS TODAS Y YA QUE VALLAMOS AL DIA PUES IRE COMENTANDO... ESPERO Q ESTE PROYECTO TUYO DURE MUCHO TIEMPO MAS felicidades... SALUDOS...


...desearia que capcom lo viera e hiciera algo basado a esto...

Marcelo Carter dijo...

Hola, Arturo. Jej pues qué mas quiseroa yo que sucediera asi como dices. Me alegra que te guste. Un saludo y gracias ;)