Capitulo 2
Hace mucho frío. Falta poco para navidad y la gente se
apresura en hacer los viajes necesarios. El aeropuerto se encuentra abarrotado
de gente, demasiada gente… mucha más de la esperada y eso obstaculiza en
demasía la misión. Mi contacto del bajo mundo (aquel con el que me entrevisté
en el callejón Parknight) me entregó mucha información útil; Más detalles de la
operación “Viaje a las estrellas”, fechas, nombres, y lo más importante… la
hora y el lugar del primer atentado, y aquí me encuentro en el aeropuerto de la
ciudad con la misión de evitar un pandemonium.
Me encontraba en un café ubicado en el segundo piso del
aeropuerto, bajo mis pies estaba el control de pasaporte. Según mi contacto del
bajo mundo el bío-terrorista presentaba rasgos asiáticos y llevaría una mochila
color violeta, tarea nada fácil considerando el volumen de gente en el
aeropuerto. Iba ya por mi 3er café cuando lo ví… en un comienzo dudé bastante
pues llevaba unos anteojos oscuros y sus rasgos eran difíciles de detectar, sin
embargo en un descuido se los quitó y miró a su alrededor…. Casi podía leer la
palabra “muerte” en su cabeza. Juraría que el sujeto se me quedó observando
fijamente, pero eso no lo podría aseverar. Luego simplemente volvió a ponerse
sus anteojos y continuó su camino. Salté de mi asiento sin mucho disimulo y
comencé a seguirle intentando no perder su rastro. Por razones de seguridad
llevaba mi revolver en un compartimiento de una de mis botas… me preguntaba
cuánto tardaría en agacharme para desenfundarla en caso de que algo saliera
mal.
Le seguí con prisa por un largo sector del aeropuerto lleno
de puestos de comida y pude notar que unos cuantos hombres me seguían también a
mí a cierta distancia, “genial”, pensé… “Meredith y Thomasson han enviado
apoyo”. Aquel tipo se detuvo en un teléfono público… depositó la mochila en el
suelo y se dispuso a sacar unas monedas del bolsillo de su pantalón. ¿”Qué
haría Leon en esta situación?” pensé, si me acercaba de una forma descuidad
aquel sujeto podría reaccionar de muy mala manera y varias personas del
aeropuerto podrían salir heridas, debía conducirlo a un lugar un poco menos
concurrido para poder reducirle con éxito.
-Oiga, necesito cooperación…- le dije a un monitor de
seguridad de aquel aeropuerto que pasó cerca mío.- ¿Ve a ese hombre de rasgos
orientales? Es un peligroso terrorista y debo arrestarle, pero no aquí pues hay
mucha gente y sería peligroso… ¿entiende?
El joven agente de
seguridad me miró de arriba abajo.
-No sea idiota.- me contestó secamente.
-Escúchame, estoy trabajando para agentes del FBI, ¿acaso
crees que es una maldita broma de cámara escondida?- pregunté iracundo.
-Cierre la boca sino quiere que lo detenga por molestar al
personal de seguridad.
Sorprendido por
aquella respuesta retrocedí un par de pasos y luego miré a mi alrededor. Los
hombres que momentos antes me seguían se estaban comportando de forma confusa y
errática, se mostraban nerviosos y se hacían señas unos a otros… ¿era posible
que no fueran en verdad apoyo?, El sujeto asiático me estaba observando
fijamente desde el teléfono público,… algo estaba mal en todo esto… la negativa
del guardia de seguridad en ayudarme, aquellos hombres que confundí como apoyo
del FBI, ese hombre de rasgos asiáticos… ¿acaso era una trampa?, ¿acaso
esperaban que me acercara a él para poder acorralarme?...
Oh, por dios, la operación “Viaje a las estrellas” se estaba
desarrollando frente a mis narices y me tenía a mí como la siguiente víctima.
Desobedeciendo las órdenes llamé desde el teléfono móvil gris a los agentes del
FBI, sin embargo fue inútil, no contestaron. Mi integridad estaba en peligro,
mi vida corría demasiado riesgo en ese momento así que despavorido corrí hacia
la salida, con tan mala suerte que no logré esquivar una mesita de un local de
comida rápida y choqué de lleno con ella arrojando todos los platos al suelo.
El escándalo fue grande y llamé la atención de casi todo el aeropuerto. Luego
me levanté rápidamente y logré huir antes de que varios guardias me bloquearan
el paso.
La siguiente hora la pasé escondido en un sector periférico
ubicado cerca de la pista de aterrizaje de los aviones. No sabia muy bien
adonde ir hasta que de pronto el teléfono color gris comenzó a sonar, eran los
oficiales del FBI.
-Hubieron problemas…- dije.- La operación “Viaje a las
estrellas” es más grande lo que creí, la he subestimado demasiado…… así
es…….. Por poco me agarran. La próxima
vez lo haré bien……….. lo sé….. ¡dije que ya lo sé!, muchas cosas dependen de
mí, pero no es fácil………… comprendo.
Frustrado apagué el teléfono móvil y lo guardé en mi
chaqueta. “Si tan solo pudiera comunicarme con Leon…” me dije a mi mismo. Tras
unos breves minutos emprendí la marcha. Había sido embarcado en un viaje al
cual nunca pude negarme, pero nada de eso ya importaba… solo quería salir de
esa situación.
Falta muy poco ya para navidad….
Y voy en busca de Leon S. Kennedy… solo él puede ayudarme…
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