CAPITULO 2
Con prisa
desenfundé mi arma y disparé hacia este sujeto que se encontraba sobre
nosotros, en el techo del automóvil, la bala pasó rozando su oreja izquierda.
-¡Graham!-
grité
-¿Sí?- me respondió
atónito desde el asiento trasero.
-¡Corre!,
¡largo de aquí!
Ambos como pudimos logramos salir del
automóvil justo antes de que este sujeto de chaqueta roja dejara caer su enorme
y pesada espada, la cual hizo añicos el resto de carrocería.
-Pueden
correr, pero no podrán escapar…- dijo de lo más confiado mientras se alistaba a
ir tras nosotros.
-¿Ese sujeto
es quien te quiere matar?- le pregunté a Graham mientras corríamos junto a la
multitud a toda velocidad hacia una esquina.
-¡Así es!,
¡su nombre es Dante!, ¿ves que se parece un poco a ti, Leon?
De pronto aquel sujeto… Dante, se dejó caer
sobre un automóvil que permanecía estacionado justo frente a nosotros, su peso
y por la altura del increíble salto que realizó el automóvil se aplastó por
completo, rompiendo por completo sus puertas y ventanas. Dante se acercó a mi
sin siquiera vacilar y me tomó de la solapa de mi chaqueta.
-Esto no es
de tu incumbencia… así que adivina, ¡puedes largarte!- me dijo para luego
arrojarme con una fuerza increíble unos 10 metros hacia el ventanal de una
tienda de videojuegos. Atravesé el
cristal con mi cuerpo y fui a caer sobre un montón de consolas y monitores haciéndolos
pedazos. La gente gritaba y huía para todos lados, era pleno mediodía y las
calles estaban abarrotadas de gente. Graham Bacon quiso correr, pero tuvo tan
mala suerte que se tropezó con el borde de la acera y se fue de bruces al
suelo.
-Hey, Dante…
en serio, ¿no me digas que aún estás enojado por el chiste aquel?, vamos… no
seas tan melodramático.- Decía Bacon mientras intentaba alejarse arrastrándose
por el suelo.
-Dulces
sueños, idiota.- contestó Dante elevando su enorme espada por los aires.
Mas en ese
momento yo ya había logrado ponerme de pie y con mis manos temblando logré
hacer una débil puntería con mi arma de servicio. Jalé el gatillo y esta vez la
bala impactó de lleno en su espalda, lo cual no tuvo mucho efecto… tal como más
o menos lo sospechaba. Dante se dio vuelta y me quedó mirando como con
curiosidad. Aproveché esa fracción de segundo para ir corriendo a su encuentro,
al llegar a unos dos metros de distancia me arrojé sobre él con la intención de
derribarle al suelo, y lo conseguí. Sabía que esa era mi única chance así que
debía darle duro, golpearlo con todas mis fuerzas. Le di un violento puñetazo
en la nariz que hirió mis nudillos, luego le iba a dar el segundo golpe… pero
esta vez me frenó con su mano derecha. Dante sonrió y abrió sus ojos de forma
inmensa.
-¿Qué no
entiendes que el asunto no es contigo?....- me preguntó con voz tranquila y
casi conciliadora.-… ya te lo he dicho… y no lo volveré a repetir… ¡¡piérdeteee!!
Acto seguido
me dio un feroz y casi mortal golpe en el rostro que me encegueció por completo
durante unos segundos. Horrorizado por el dolor y semi-inconsciente retrocedí
un par de pasos para luego terminar desmayado al suelo. De lejos pude oír a
Graham llamando mi nombre.
Dante volvió
a ir tras Graham Bacon quien terminó por quedar acorralado en un callejón.
-Muy bien,
payaso… llegó tu hora. ¿Algo que decir antes de dormir para siempre?- le
preguntó Dante.
-Sí…-
contestó Graham.- ¿acaso olvidas mis poderes?, ¿olvidas que puedo hacerte polvo
con solo chasquear mis dedos?... ¿eh?, te lo advierto, Dante… las cosas aquí no
son como en Limbo city, aprovecha esta oportunidad que te doy y vete.
¡Huye!..... ¡huye mientras puedas!, ¿ah, acaso no quieres?... bueno, es más,
ojala no me hagas caso y te quedes, así verás lo mal que lo vas a pasar…
-Sabes, como
humorista eres muy malo… voy a meterte la…
En ese
momento recién Dante escuchó el motor de la motocicleta, se dio vuelta… pero ya
era tarde. Lo impacté de lleno con la Harley Davidson y el choque lo mandó
directo a unos tachos de basura apilados 5 metros más al fondo. Sin embargo,
sabía que eso no lo detendría… si una bala en la espalda no lo había afectado
en lo absoluto, mucho menos un atropello en motocicleta.
-¡Graham que
esperas!, ¡sube ya!
-¡Leon,
gusto de verte vivo otra vez!, wow una Harley… tú si que eliges bien.- me dijo
mientras se instalaba atrás de mí.
Arranqué a
toda velocidad con la intención de ganar distancia y así poder perder a este
nuevo y extraño personaje llamado Dante. Mi nariz estaba completamente
fracturada y todavía brotaba sangre, por lo que debía forzosamente respirar por
la boca.
-Muy bien,
Graham… ahora quiero que me digas todo lo que sepas sobre ese tal Dante,
necesito información, ¿porqué diablos una bala en la espalda no le ha hecho
daño?
-Porque es
mitad demonio y mitad ángel… no es un ser cualquiera.
-Mitad
demonio y mitad ángel…- repetí.- ¿Qué acaso eso no es lo mismo?
-Lo mismo pienso.
¿Adónde vamos ahora?
-A cualquier
lugar excepto aquí- contesté acelerando.- Dejaremos que la poli se encargue de
ese sujeto y tú te vas derecho al lugar donde debías ir a un principio, a la
instalación de seguridad del gobierno.
-¡oooohh, mi
héroe!- me dijo Graham y me apretó rodeándome con sus brazos.
-¡Déjame en
paz!...- le dije, pero en aquel momento me fijé en el espejo de la motocicleta
y pude ver que a cierta distancia otra Harley Davidson nos seguía y a bordo
venía él…, Dante. Era una pesadilla, ese sujeto no se iba a detener así como
así.
Miré hacia
atrás y me saludó con una diabólica sonrisa…. Era claro que no iba a detenerse
hasta matarnos.
Próximamente CAPITULO FINAL
El diario de Leon S. Kennedy by Marcelo Carter is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Unported License
El diario de Leon S. Kennedy by Marcelo Carter is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Unported License