No sé por
qué siempre termino huyendo hacia helicópteros que se encuentran esperándome a
decenas de cuadras de distancia… ¿no es más fácil que ellos vengan volando
hacia donde yo estoy?
Llevo 15 minutos corriendo a todo pulmón.
Atrás una pandilla de infectados super-evolucionados con no sé que clase de
estúpido virus me vienen persiguiendo como si fueran unos atletas de las
olimpiadas. Miro hacia atrás y veo niños, mujeres, hombres, un vagabundo y
hasta un payaso… cielos, hasta hoy jamás un payaso había querido comerme…
espero no sea señal de mala suerte. Cojo mi radio y me comunico por enésima vez
con la gente del helicóptero.
-Aquí Leon,
aquí Leon… ¿me copian?
-&
Fuerte y claro, campeón. ¿Porqué suenas tan cansado?&- me preguntan desde
el otro lado del radio.
-¿Será
porque estoy huyendo de un montón de hediondos chupa-sangre?, ¿Cuánto tiempo me
queda?- pregunto jadeando como caballo moribundo.
-&Menos
de 10 minutos… preocúpate de llegar pronto y no llamarnos a cada rato por
radio&
-Seeeh… es
muy fácil aconsejar desde tu posición, novato come-mocos.- le contesto
furioso.- Mantengan la maldita posición… ¡ya casi llego! Cambio y fuera.
Miro
hacia atrás y el panorama no ha cambiado mucho, la misma grotesca y bizarra
multitud sigue persiguiéndome a toda velocidad esperando a que tropiece con
algo para poder alcanzarme. El margen de distancia no es muy amplio… aún si
encontrara un automóvil en mi camino no puedo arriesgarme a hacer nada sin las
llaves. Esta ciudad no es para mí, no señor… ni municiones me quedaron, solo
debo llegar a tiempo.
¿Eh?, ¿qué fue
eso?... ¿ladridos? Oh por Dios… ahora se han sumado unos perros. Cinco perros infectados
me siguen ¿de dónde han salido?, ni los simpáticos perritos han fallado a su
cita zombistica. Sudo como un cerdo, de a poco me voy quitando distinto peso muerto…
cinturón, abrigo, y luego mediante un eficaz movimiento de pierna una bota
salió volando lejos, luego la otra salió disparada hacia atrás… un perro la
alcanzó con sus dientes y la despedazó en tres partes. Ahora si, me siento un
poco más liviano, no es la gran cosa… pero ayuda.
Un sonido
familiar llega a mis oídos, es gracioso… es como si… oh, no… aquí no… dos figuras viscosas y
coloradas vienen dando grandes saltos, son lickers.
No sé porqué mierda estoy sonriendo… creo que
son los nervios. Muy bien, veamos Infectados corriendo a ultra-velocidad, luego
por arte de magia aparecen perros zombis, y ahora de la nada se han sumados dos
lickers. Está bien… he estado en situaciones peores, al menos es de noche y no
hace tanto calor. Bueno… creo que sin exagerar me doy un 99 % de posibilidades
de salir vivo de esta, ¿estaré abusando de optimismo?
-&Atento
Leon Scott Kennedy, atento Leon Scott Kennedy&- se escucha una voz por
radio.
-Aquí Leon
Frank Marshall…- respondo con un sarcasmo que me sale del alma.- ¡ya dije que
voy llegando! Me falta poco.
-&Define
poco…&
-Novato…
estás jugando con fuego, en serio te lo digo…
-&Te
podemos esperar solo dos minutos más… la bomba la lanzarán dentro de poco,
¿entiendes? Si no quieres ser recordado como mártir, entonces más vale que te…
No lo dejé terminar, la bomba atómica sería
arrojada en la ciudad en tan solo minutos, ahora sí que estaba preocupado. Peso
muerto, peso muerto, peso muerto…. Veamos, pistola fuera. Remera adiós. La maldita
radio… la arrojo hacia atrás con fuerza y le doy en la cabeza al zombi-payaso.
De pronto un gruñido… no quiero mirar hacia atrás…
¡No quiero!,
¡no quiero!, ¡no quiero!, ¡no quiero!, ¡no quiero!... ¡SI QUIERO!
Oh, por Dios… lo que faltaba, un maldito
Hunter… esto es surrealista. Alguien debería sacarme una maldita fotografía, yo
corriendo semi-desnudo y atrás unos infectados, perros, lickers y un Hunter.
Para colmo de males… una bomba atómica puede que me caiga sobre la cabeza… muy
bien, creo que sí esta vez puedo considerar darme un 50/50 de posibilidades de
salir vivo de esta.
Aleluya, el
helicóptero, finalmente y tras correr como un orate lo veo a tan solo metros de
distancia. Las hélices están funcionando, el armatoste se mueve…, se eleva,… oh
por dios… lanzo un grito de desesperación y con ello un último impulso ayuda a
mis piernas a correr más fuerte los últimos 20 metros. El helicóptero despega…
doy un salto y logro alcanzar su soporte de aterrizaje, me cuelgo de allí y nos
elevamos a toda velocidad. Miro hacia abajo y mis enemigos me miran casi con
fascinación. Unos brazos me asisten, me ayudan a subir… es el novato.
Me reciben como un héroe y solo hay aplausos,
yo los observo como si quisiera estrangularlos, pero prefiero solamente dejarme
caer en el piso y descansar… solo descansar.
FIN
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